Yanquis come BacK?
27/05/2012
- Opinión
Los serios reveses que las invasiones de Irak y Afganistán han significado para los EEUU y el malestar que su despliegue de tropas y mortandad de soldados produce en su propia población, va generando nuevas iniciativas del Pentágono.
El último año, las autorizaciones para el ingreso de tropas norteamericanas al Perú y maniobras conjuntas han sido reiterativas en el Congreso Nacional. Coincidentemente, en una reciente gira por tres países de América del Sur, el Secretario de Defensa norteamericano, León Panetta, declaró que estaba buscando “reforzar algunas alianzas muy innovadoras” y hasta desarrollar un Programa de Cooperación Estatal -adicional al Plan Colombia en que han invertido más de US $9,000 millones de dólares- entre Colombia y la Guardia Nacional de los EEUU, pero que incluya a Chile, Perú y Uruguay.
Un reciente articulo de Raúl Zibechi ayuda a darle un marco de interpretación a lo que esta ocurriendo en un contexto en el que el eje de la estrategia de seguridad de los EEUU está trasladándose del Medioriente a la región Asia-Pacifico, redefiniendo el interés de los norteamericanos en reforzar su presencia en América Latina.
Panetta realizó su gira por Colombia, antiguo socio militar de EEUU, Chile y Brasil, días atrás. En Colombia, dejó claro que quería impulsar la tendencia de usar el Plan Colombia y los acuerdos con el Estado colombiano para “exportar seguridad”. Y es que este país ya está entrenando policías y militares mexicanos y centroamericanos (más de 7,000 dice Zibechi)’ con ramificaciones a Paraguay. Y, el año pasado entrenó a 107 policías de 13 países de Latinoamérica, contexto en el que se entiende la posible intervención de la Guardia Nacional de EEUU vía el acuerdo con Colombia, para estabilizar presencia en Chile Perú y Uruguay.
Y es que en Chile se acaba de instalar la primera base del Comando Sur de EEUU con el destacamento # 2 de la Infantería de Marina norteamericana en el Fuerte Aguayo, en Concón. Hecho al que se suma un acuerdo de cooperación con la Agencia Nacional para Manejo de Emergencias que permite el despliegue de tropas de EEUU cuando el Ejercito nacional se vea “sobrepasado por alguna situación de emergencia”. Hecho llamativo y preocupante, pues todos conocemos la intensa movilización estudiantil en defensa de la educación y los levantamientos que se produjeron en Aysén y Calama hace relativamente poco tiempo. De forma que se trata de una intervención en temas de seguridad y acción urbana en el caso de Chile. No olvidemos que Chile es de los pocos países sudamericanos que mantiene la formación de personal en lo que fue la Escuela de las Américas, formando unos 190 efectivos anuales desde el 2006, según Zibechi.
Pero los planteamientos de Panetta en Brasil, en una presentación ante la Escuela Superior de Guerra de Río de Janeiro, son muy reveladores del plan de EEUU para reposicionarse en AL. Explícitamente propone a Brasil una nueva relación en materia de seguridad, priorizando 5 temas: 1) FFAA más pequeñas y ágiles, 2) reequilibrar postura global para el destaque militar en el Asia-Pacífico, 3) alianzas de defensa en todos los continentes, 4) mantener capacidad de enfrentar a más de un enemigo a la vez, y, lo que es muy atractivo para Brasil, 5) priorizar inversiones en nuevas tecnologías ( anota que EEUU ha autorizado 4,000 pedidos de exportación de licencias de tecnologías, armas y equipos al Brasil, tratamiento que dispensa a quienes serian sus socios en esta materia).
La estrategia de despliegue de las Fuerzas de seguridad de EEUU parece clara: presencia en zonas estratégicas y búsqueda de operadores que no le obliguen a desplazar sus propias fuerzas después de los fracasos y costos políticos que le han implicado, incidiendo en varios países.
No olvidemos que el Perú le es vital geopolíticamente en la zona Asia-Pacífico y que les interesa también como base de entrenamiento de sus tropas en selva húmeda para sustituir su base en Okinawa.
La defensa de la soberanía nacional y la de América del Sur encuentra nuevos retos en el diseño norteamericano de nuevas asociaciones militares para asegurar el “patio trasero” y permitirles capacidad operativa con otras caras.
Diario La República, 28 de mayo de 2012
https://www.alainet.org/es/articulo/158247
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