Diversidad cultural se celebra en mayo

19/05/2012
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El Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo declarado por UNESCO en el 2001, es buena ocasión para destacar una cuestión de importancia real como valor ético y aporte al desarrollo de los pueblos.
 
Resultado del natural mestizaje planetario forzado o buscado, traemos tesoros culturales propios de nuestras etnias originarias, potencialidades, aptitudes, diferentes capacidades, opciones de vida, nacionalidades, filosofías y un etcétera tan infinito como riquísimo en aportes humanos a la creatividad y saludable convivencia.
 
Nuestra diversidad cultural local, en principio; refiere a lo que somos como sociedad, nuestros usos y costumbres moldeados a partir de las contribuciones de quienes antes caminaron estos suelos: habitantes naturales o aborígenes en proceso de recuperación biológica y cultural grupal a pesar del pretendido exterminio charrúa, la población africana capturada y esclavizada, visiblemente presente en rasgos fenotípicos y expresiones artísticas definidoras de identidad nacional, y colonizadores europeos de los cuales nace el criollismo. A eso agregamos variedad de inmigrantes en busca de mejores horizontes económicos, contingente humano que pobló nuestra geografía, a menudo huyendo de pasados conflictos bélicos. Hasta llegar al hoy; que continúa siendo poblacionalmente fluyente y tan diverso como fascinante.
 
Si como resultado de las históricas y contemporáneas mezclas tenemos una forma de ser representativa, original y única, necesariamente debemos proyectarla y darla a conocer para reafirmar su existencia. La huella digital uruguaya inserta en la música, el canto, las danzas, las comidas, el idioma y sus giros, las creencias, tradiciones y costumbres en general, contiene lo que somos, nuestros parámetros de convivencia, desarrollo y cohesión social.
 
En ese sentido; es muy importante defender la producción cultural local para conservar nuestro ADN colectivo.
 
La Convención Internacional sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales, es una normativa internacional de carácter vinculante para los Estados ratificantes entre los que Uruguay se encuentra. El flamante instrumento jurídico en pleno vigor, es una enorme victoria en la lucha por la protección integral de las culturas vernáculas. La idea es que los tratados comerciales no regulen la oferta cultural como cualquier mercancía, protegiendo la producción de saberes domésticos de la invasión globalizadora y hegemónica basada en el poderío económico, así como facilitar la llegada de nuestros bienes culturales al mundo. Las economías de los países emergentes no están capacitadas por si solas para salir al mercado mundial con su producción cultural a iguales niveles de competitividad, y esta herramienta se plantea corregir tal inequidad.
 
Esperemos activamente mientras buscamos promover nuestra manera de ser para continuar sellando la impronta en diferentes expresiones, logrando que Uruguay, el pequeño gigante, siga siendo un potente generador de inteligencia y creatividad reflejadas en la cultura. Seamos proactivos en acciones que pongan de relieve las características de nuestra diversidad más típica.
 
Recomponer los orígenes es apelar a la esencia de nuestra identidad valorizando lo que somos. Otras formas de ser y de sentir casi siempre postergadas, tienen derecho a darse a conocer a eventuales públicos consumidores.
 
Susana Andrade - ATABAQUE
https://www.alainet.org/es/articulo/157782?language=es
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