Política, estrategias y mentiras
06/03/2012
- Opinión
La política se sustenta en la estrategia, se trata de ganar. La política es el arte de gobernar y el arte de mantenerse en el gobierno. La acción estratégica orientada al éxito limita o bloquea la acción comunicativa por el uso estratégico del lenguaje, para persuadir, para seducir y por supuesto para mentir. La apatía que nutre a la acción política permite que un porcentaje bajo de votantes legitime un gobierno. Hay un porcentaje muy alto de ciudadanos para quienes votar no significa nada. La política se centra en una clase social, los políticos, con autonomía de decisiones las cuales se hacen plausibles de ser aceptadas a través de los medios masivos y algunos realizan la comunicación vicaria para “apoyar” o para difundir los mensajes de sectores poderosos que no quieren hablar directamente.
Un escritor que se define con mucho humor como liberal de derechas escuché que está preparando un libro sobre la sociedad del espectáculo. En 1995, P. Bourdieu decía lo siguiente, “…permite criticar la sociedad del espectáculo y ser una estrella de los medios….”. Entre 1983-84 hice un programa radial sobre ecología, (No fui hábil como Al Gore que ganó muy buen dinero con este tema que por supuesto no tiene interés en su país) y la definí como la ciencia de la amistad entre el hombre y la naturaleza y en esa década el ecodesarrollo fue un tema importante, lo que revela que muchas cosas que se dicen hoy tienen 30 o 40 años de estar circulando en las sociedades en Suramérica con muy pocos logros.
En esta estrategia que es la política, la comunicación masiva es similar a todos los modos de comunicación existentes de modo que los apellidos que se pongan es simple contabilidad, no dicen nada, como aquello de los Presidentes revolucionarios que carecen de discurso colectivo y que son ellos y nadie más. Véase por ejemplo el caso del diario Universo en Ecuador. La mayoría vio la Deutsche Welle, CNN, los artículos de muchos escritores, filósofos, periodistas estrellas e incluso un editorial del Diario El País de Madrid de tal manera que con quienes tengo relaciones por correo electrónico tenían muchas dudas sobre aspectos centrales de ese tema. Entre este discurso y algunos defensores de la demanda al diario hay una diferencia, argumental, calidad discursiva frente a una fraseología aburrida y por supuesto el imperialismo de EE. UU. Separar el trigo de la cizaña resulta imposible y la sensación que triunfa es la desconfianza.
Pero no somos humildes, somos adanistas, el mundo comienza con nosotros y cuando leo de comunicación indigenista realmente resulta difícil de tragar. Lo repito la comunicación es una acción orientada al entendimiento y lo que importa es, si es lograda o fallida, incluyente o excluyente. Asesorando a comunidades protestantes en comunicación social, al leer a un opinador mediático comenzar diciendo.- Queridos hermanos, ya dejó al 95% de los lectores fuera de su propósito. Alguna vez se aprenderá posiblemente, yo que no soporto la palabra utopía, irónicamente la tengo, pienso que alguna vez se aprenderá.
Viendo el ajuste en España, leyendo a Krugman que pone como ejemplo a Suecia con un Estado de Bienestar generoso, con alta productividad y que crece más que cualquiera otra nación rica. Me recuerda otra época en nuestros países con la era negra de las dictaduras y el eslogan mentiroso de achicar el Estado porque era demasiada grande y muy pronto el Dr. Kliskberg demostró a través de una investigación la falsedad de esta idea comparando con los países del así llamado países desarrollados.
Viendo ahora lo de la flexibilidad en España admitida a regañadientes por Bruselas (por supuesto para la opinión pública) otra vez recuerdo a Bourdieu, cuando decía, “un gobierno de derechas que practique una política poco acorde con los ideales del FMI corre menos peligro que un gobierno de izquierdas, incluso si este realiza una política conforme con los ideales del FMI”.
Insisto, más claramente, que las derechas mientan, lo sabemos, pero que las izquierdas mientan es grave y a pesar que la política y la ética apenas se saludan, las izquierdas deben transitar el camino de la verdad que también tiene ejemplos de otro modo seguiremos vendiendo tópicos simplones, y no nos tomaremos en serio.
- Walter Dennis Muñoz es periodista
https://www.alainet.org/es/articulo/156281
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