FST: el extractivismo en la mira de los movimientos sociales y ambientales

05/02/2012
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Durante los días 23 a 29 del pasado mes de enero se celebró en Porto Alegre, Brasil, el Foro Social Mundial Temático, que alrededor de la justicia social y ambiental, deliberó y construyó caminos hacia la presencia e incidencia de la sociedad civil en la Cumbre convocada por las Naciones Unidas a 20 años de la Conferencia de Rio del año 92 y conocida como la Cumbre de Rio + 20.
 
En Porto Alegre se confirmó el diagnóstico, hecho desde hace algún tiempo por parte del movimiento altermundialista, en el sentido de identificar que la crisis actual del capitalismo, es una crisis de carácter sistémico y que pone en cuestión el conjunto del modelo civilizatorio hasta ahora predominante.
 
Este modelo civilizatorio, que en general no tiene a su centro a los seres humanos, entendidos a la manera como los entiende Leonardo Boff o lo entienden las culturas originarias, mucho menos podrá tener una consideración especial sobre la naturaleza, distinta a su utilización y agotamiento; en ello no hay nada nuevo.
 
Entonces ¿qué es lo novedoso de la discusión y el debate en Porto Alegre?
 
Lo novedoso de la discusión en Porto Alegre es la forma como el capitalismo pretende dar una respuesta que preserve el modelo en su esencia, que aumente su rentabilidad, pero vendiéndose a si mismo como una alternativa dominada por la propuesta de economía verde o capitalismo verde y la manera como los movimientos sociales van a luchar con esa pretensión de renovación del capitalismo.
 
En esencia, esta salida del modelo, intenta un cambio de fachada sobre la posibilidad de utilizar de igual manera depredadora los recursos naturales, de profundizar la lógica extractivista, pero con una cara verde. El discurso de la sostenibilidad trata de ser apropiado por las propuestas del modelo en una lógica de los monocultivos ya sea para forraje animal o para biocombustibles, por la llamada de manera amplia “minería responsable” y por los intercambios de carbono.
 
Esta propuesta que dominará el escenario de Rio+20, tiene para América Latina un especial interés por el peligro que representa.
 
En efecto, es evidente el crecimiento de la actividad extractiva en el subcontinente, donde Perú, Brasil y Colombia realizan intensas procesos exploratorios y de explotación de minerales e hidrocarburos, tanto aguas afuera como dentro del territorio continental, incluyendo amplias porciones del territorio amazónico, donde es cada vez mayor la presencia de las grandes trasnacionales mineras y aun de especuladores con títulos mineros, situación cada vez mas evidente en Colombia y donde, en general, se promueven y esperan crecimientos importantes en la actividad minero-energética y de hidrocarburos.
 
Simultáneamente avanzan los distintos “desiertos verdes” generados por los cultivos de caña, soya, palma aceitera y otros productos para la producción de biocombustibles, con la creación de la falsa expectativa de la realización de actividades sostenibles y sustentables, poniendo en grave peligro la seguridad alimentaria en Colombia, Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Bolivia.
 
En Porto Alegre dentro de las múltiples experiencias presentadas, se destacan dos, en tanto no solo ilustran la magnitud de los daños que pueden ser causados, sino que dan cuenta de los procesos de resistencia social que hoy se desarrollan. Ellas son La Conga en el Perú y el Paramo de Santurbán en Santander.
 
En cuanto a la primera, Yacimiento de Oro, Plata y Cobre que la minera Yanacocha (cuyo principal accionista es la empresa Newmont de Estados Unidos) pretende explotar en Cajamarca-Perú. Se encuentra ubicado en una cabecera de cuencas que alimenta 5 de ellas, supone la destrucción de 4 lagunas (2 para extracción y 2 para relave), la eliminación de 100 hectáreas de bofedales o turberas y, por la capacidad de la planta que esperan implantar, generará alrededor de 80 mil toneladas de relaves tóxicos al día. Este proyecto contempla dos tajos abiertos (dos zonas de minería a cielo abierto) para extraer 92 mil toneladas de roca al día durante 17 años. Este sería el proyecto minero más grande del Perú, con una inversión aproximada de 5 mil millones de dólares.
 
Las organizaciones de campesinos (cuya posibilidad de mantener su actividad agropecuaria se pone en grave riesgo), de ronderos, de profesores, estudiantes y ambientalistas de Cajamarca han resistido y han logrado suspender momentáneamente este proyecto. Sin embargo, la posibilidad de que se ponga nuevamente en marcha es muy grande. Por eso las organizaciones Cajamarquinas han llamado a la región norte del país, a la Capital (Lima) y a todas las zonas del sur afectadas por la minería a levantarse y sumarse a la Marcha Por el Agua. Acción convocada desde el 1 de febrero de este año y que durará hasta el 11 de febrero. Las demandas de esta movilización son: 1) El reconocimiento del Agua como Derecho Humano, 2) La intangibilidad de las cabeceras de cuenca, 3) La prohibición de minería con cianuro y mercurio en el territorio nacional.
 
En el caso del Paramo de Santurbán, en el Departamento de Santander se trata de un complejo lagunar que produce el agua necesaria para una población actual de 2. 2 millones de personas y una población potencial de 10 millones El proyecto Angosturas de la Compañía Greystar hoy Eco Oro empresa canadiense, donde se planea realizar la explotación minera a cielo abierto en 1.104,19 hectáreas, realizará un tajo de 220 hectáreas con una profundidad de 200 m., 1.075 millones de toneladas de roca removida, de las cuales 775 millones de toneladas son estériles de excavación y 300 millones de toneladas va a las pilas de lixiviados. En las minas a cielo abierto, para extraer un kilogramo de oro se necesita remover entre 130 a 150 toneladas de tierra y se utilizan toneladas de cianuro, arsénico y mercurio. Como consecuencia se encuentran en grave riesgo 85 lagunas, 441 hectáreas de turberas y las cuencas de los ríos  Zulia y Lebrija que se encuentran en la zona de explotación minera. Con la consigna de Salvemos el agua, Salvemos la vida, una gran movilización ciudadana logró que el Ministerio de Medio Ambiente, negara la licencia Ambiental, a este proyecto, pero la empresa ha anunciado la presentación de un nuevo proyecto.
 
Los dos casos reseñados además de mostrar los efectos desastrosos sobre el medio ambiente y la vida de la gente, y de las formas de resistencia social, muestran al mismo tiempo una variable común en la lógica de la movilización: Se trata del valor que para la ciudadanía tiene el recurso agua.  Dicho de otra manera, si bien a nivel académico y de grandes procesos políticos y analíticos, el extractivismo en tanto que enfoque de intervención sobre la naturaleza, es el problema y que la rentabilidad capitalista es el asunto de fondo, la movilización social es posible a partir del llamado a la defensa del recurso vital del agua.
 
La locomotora minera del presidente Santos esta en marcha, mas del 50% del territorio colombiano o contempla o esta definido como títulos mineros con serios riesgos para el agua y la vida y será por lo tanto fuente importante de conflictos. En el Perú hoy el 50% de los conflictos son conflictos socioambientales. La movilización social en defensa de la Tierra y el Agua serán expresiones cada vez mas consolidadas y marcarán probablemente otra cara de la realidad colombiana que si bien en diversas regiones se hace mas compleja por sus interacciones con el conflicto armado interno, probablemente tengamos que hacer un esfuerzo para identificar su gravedad especifica, que a veces la degradación del conflicto no permite apreciar.
 
- Antonio Madariaga Reales es Director Ejecutivo Corporación Viva la Ciudadanía
 
Fuente: Semanario Virtual Caja de Herramientas Nº 289, Semana del 3 al 9 de Febrero de 2012. Corporación Viva la Ciudadanía. http://www.viva.org.co/
https://www.alainet.org/es/articulo/155703
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