Basta ya de tanto crimen e impunidad

20/12/2011
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No hay caminos hacia la paz, la paz es el camino”
Mahatma Gandhi
 
La paz es el bien preciado que todos deseamos; no una paz aparente, falsa, basada en el miedo, el silencio, la miseria y la impunidad, sino una verdadera y plena, aquella que se basa en el respeto mutuo entre las personas.
 
En estos momentos de inmenso dolor de tantas familias en todo el país, desde la más humilde que ha perdido un ser querido, hasta los connotados y recientes asesinatos como los son el de la compañera periodista, Luz Marina Paz, y más recientemente el del ingeniero Alfredo Landaverde, un verdadero héroe de la patria, es imprescindible hacer un llamado a la unidad de toda la sociedad hondureña para ir construyendo un movimiento por la justicia, en su expresión más amplia frente a este escenario de terror que se nos pretende imponer.
 
La moraleja de este experimento ominoso que vive la sociedad hondureña, es que este tipo de acontecimientos antecedieron y generaron más consecuencias debido al golpe de Estado del 28 de junio de 2009 contra el Presidente Manuel Zelaya Rosales y que todo esto permanece en impunidad.
 
Este es el mensaje que está en boca de todos los sectores de la prensa y de la sociedad nacional, sin deslindar y esto debemos decirlo, la responsabilidad que tienen los promotores del atraso para que el nivel de inseguridad llegue a la insostenibilidad que enfrentamos hoy.
 
Me refiero a la prensa tradicional hondureña identificada con el golpe de Estado y defensora del estado de cosas injusto prevaleciente; y la otra, la prensa que pese a la falta de protección personal y gremial, aboga contra la injusticia, los derechos humanos, en todas sus categorías y conserva la visión reconfortable de transformar la patria por las rutas de la paz.
 
Esa es la triste realidad que compartimos con nuestro pueblo hondureño, por algo esta patria sangrante lleva el triste rótulo de país más peligroso del mundo, con 116 muertos al día.
 
Ante esta dramática realidad es necesario llamar a la unidad de todos los sectores sociales, gremiales que abogamos por la vida, para poder construir la verdadera paz que demanda el pueblo hondureño, paz con justicia, paz sin impunidad.
 
A los que construyen el terror y la muerte, el pueblo les llama a que depongan su soberbia, que se vean hacia adentro, que vean al rostro de sus pequeños y pequeñas hijos e hijas, que se alejen de ese poder auto conferido sobre la vida, para que cambien de actitud.
 
Hoy es el pueblo humilde el que en tumultuosas protestas exige un basta ya, un no más a la barbarie criminal que pretende arrinconarnos y hundirnos en una caverna.
 
Hoy demandamos respeto a la vida, respeto al derecho de tener libertad de prensa, de opinar conforme a esta realidad y nuestros pensamientos, pero sobre todo, respeto a la vida porque de ella dependen los niños y las niñas que en este momento no podemos ver, de nuestros hijos e hijas, de nuestros seres queridos y de los de ustedes, criminales anónimos, por cada uno de ellos pasa el futuro de la patria.
 
Nosotros, trabajadores, padres y madres de familia, personas comunes y corrientes que somos los periodistas nos movilizamos hoy para exigirle a los poderes constituidos de este Estado fallido, a que dejen su complicidad, que salgan del cómodo confort del poder para que tomen decisiones claras, adecuadas, oportunas y valientes.
 
Es necesario destituir a todo juez, magistrado y funcionario judicial cuya labor ponga en evidencia una actitud manifiesta de complicidad u omisión dolosa en delitos de toda naturaleza, pero, enfáticamente, los que afectan la seguridad e integridad de las personas.
 
Demandamos valentía para destituir a las autoridades del Ministerio Público, porque es una institución nefasta que olvidó el motivo de su creación y ahora, cobijado en su inoperancia y en los grupos de poder, se ha transformado en un enemigo del pueblo y de la sociedad en su conjunto.
 
Demandamos al gobierno a que escuche al pueblo, que haga caso lo que la sociedad suplica para que asuma la intervención efectiva y supervisada de la Policía Nacional Preventiva, de la Dirección General de Investigación Criminal, de otros cuerpos de inseguridad y de los estamentos de las Fuerzas Armadas infiltrados por la corrupción y la criminalidad.
 
Demandamos que el Poder Ejecutivo asuma la propuesta para intervención y depuración de los cuerpos de inseguridad surgido desde la comunidad académico-científica de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, por ser justa y oportuna.
 
No queremos injerencia o la ayuda interesada del gobierno estadounidense, porque demostrado está que su política exterior juega en función exclusiva de sus intereses políticos, militares, estratégicos y económicos en la región y en el continente.
 
Abogamos por una apertura hacia América Latina, nuestro reducto natural y con cuyos pueblos compartimos destinos, luchas, sufrimientos, ideas y aspiraciones de algún día ser la hermosa patria grande que soñaron los verdaderos padres de la patria, y el pueblo que en aquel entonces los acompañó.
 
Por el respeto a la vida; a la libertad de prensa; a la libertad de pensar, opinar, creer y ser, basta ya de tanto crimen e impunidad.
 
Esclarecimiento de cada uno de los 18 asesinatos cometidos contra periodistas hondureños en el marco de esta administración.
 
¡No les tememos, no retrocedemos, no nos callarán¡
 
Carlos Roberto Zelaya es periodista, representante en Honduras de Profesionales Latinoamericanos/as Contra el Abuso de Poder (PLCAP)
https://www.alainet.org/es/articulo/154817
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