Buena señal nos ha dado Otto Pérez con los nombramientos de destacadas mujeres al frente de responsabilidades. Ya hemos percibido los conocimientos y experiencia de Lucy Lainfiesta, la ministra sin cartera por el momento y, aunque su propuesta es insuficiente, seguramente sabrá articular su práctica con otras políticas sociales, para alcanzar el objetivo del combate de la pobreza. Roxana Sobenes, en medioambiente, un área que conoce y es deseable que impulse un programa idóneo, de no alineamiento con las empresas mineras.

Adelita de Torrebiarte vuelve a lo suyo y llega con parte del camino trazado por Helen Mack, quien seguramente apoyará para que logremos tener una Policía Nacional Civil como corresponde, profesional, digna y respetada por la sociedad. Marta Estrada, Máster en Auditoría Gubernamental, deberá asumir tremendo reto para recuperar el prestigio mancillado de Sepaz, y Cynthia Del Águila, para el ministerio más grande, con más recursos y dificultades, especialmente con la dirigencia del gremio magisterial. Ratifico mi reconocimiento a la integración del gabinete con destacadas profesionales.

La licenciada del Águila tiene el perfil idóneo: es una profesional con amplio conocimiento en la materia, con poder de negociación, respetada en el ámbito universitario, tiene expertis en administración educativa, es una persona serena, negociadora, capaz y con carácter, algo que le ha hecho tanta falta a los titulares de esa cartera. Es deseable que la dirigencia magisterial evolucione y que, sin claudicar en sus luchas, trascienda los liderazgos desgastados, como el del señor Joviel Acevedo.

Algunos de los resultados que reportan las pruebas que se han aplicado a maestros de primero y tercer año de primaria de 600 escuelas a escala nacional dan congoja. En matemáticas, el promedio para los de primer año fue de ¡80% de aciertos! en los exámenes que se pasan a los alumnos de ese grado: sumas y restas. O sea que los docentes no saben lo que enseñan; necesitan acompañamiento directo para mejorar. Esta es una prioridad y no dejarse alucinar por la sola defensa de sus reivindicaciones gremiales, sin importarles el costo para la educación nacional.

Es sabido que la educación en nuestro país es deficitaria, que este año los alumnos ganaron casi por decreto, que recibieron la mitad del tiempo estipulado de clases, que la carencia de insumos, material didáctico, el deterioro de la infraestructura y la poca continuidad de la refacción escolar, agravan el panorama. Sin educación de calidad no vamos a salir de este atraso.

Siendo optimistas podemos tener esperanza, no solo con ese nombramiento, sino porque contamos con una agenda construida por la Gran Campaña Nacional por la Educación que, de seguirla, se podrán hacer los cambios urgentes acorde a las necesidades. Urge poner en práctica el sistema de actualización de docentes en servicio, orientarlos y acompañarlos con visitas al aula, para que logremos que la niñez reciba lo que necesita y merece.

La educación es determinante para el desarrollo humano integral y abre caminos para las oportunidades.

Guatemala, 23 de noviembre de 2011

- Ileana Alamilla, periodista guatemalteca, es directora de la Agencia CERIGUA

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