H…de P… o la sinfonía de las bestias

23/10/2011
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La secuencia televisiva mundial del linchamiento y asesinato del “dictador” Mohamar El Gadafi, reciente monstruo recreado por EE.UU. y la OTAN para justificar el bombardeo a civiles, la destrucción total del país por medio de sus medios aéreos y el apoyo a las hordas de “disidentes” que conforman un denominado consejo Nacional de Transición (CNT) cuyos honorables combatientes, miembros de Al Qaeda y mercenarios, fueron entrenados y financiados por los servicios de Inteligencia y Fuerzas Especiales de los EE.UU, tiene varios objetivos, a saber:
 
1) Desatar una brutal campaña de acción psicológica compulsiva ante el mundo todo utilizando previos elementos de propaganda negra y gris, fundamentalmente. La filmación del linchamiento y posterior asesinato del Gadafi por parte de una turba y su difusión en nuestro país y el resto del orbe tiene la finalidad de conminar a todos los contestatarios a portarse bien, so pena de terminar de esta forma. El mensaje es claro: “nosotros tenemos razón porque tenemos la fuerza, poseemos las mejores armas y contamos con una comparsa que siempre nos seguirá precisamente por eso”. Y al que no le gusta, que se joda. La campaña de acción psicológica compulsiva – forma propagandista que apela al terror para paralizar voluntades y conciencias- ejecutada por los medios informativos que responden a los auspiciantes de los guerreristas de la OTAN, EE.UU. e Israel, entre otros menores, han utilizado a la vez elementos de la denominada propaganda negra- de la cual no se conoce la fuente emisora o se falsea la misma- y gris- mediante la cual se emiten mensajes desde una fuente emisora difusa y/o que reproduce verdades a medias-. El caso de los famosos bombardeos de la fuerza aérea Libia a civiles, nunca comprobados; de las supuestas mazmorras en las que el régimen de Gadafi confinaba a los opositores, tampoco comprobadas y otras minucias parecidas se constituyeron en operaciones de manual en cuanto a la desinformación masiva, elemento esencial de la Guerra Psicológica desatada contra las masas desde las usinas ideológicas del imperialismo norteamericano y europeo, incluidas sus mas “serias” agencias de noticias.
 
2) Sacar de agenda al tema de los “indignados” que a lo largo y lo ancho del mundo capitalista desarrollado, incluido EE.UU. y Europa, prosiguen su rebelión masiva contra la etapa final el sistema capitalista, signada por la especulación financiera, el capital ficticio y el guerrerismo bestial, rebelión que, aunque carente de una dirección política revolucionaria, corroe los cimientos de la realidad virtual que las democracias occidentales y sus instituciones políticas, financieras, económicas y culturales pretenden reproducir para consumo de los pueblos.
 
3) “Salvar” la imagen del inquilino de la Casa Blanca, sirviente de los capitales mas concentrados y el complejo militar industrial de su país, en cuanto a su accionar en el genocidio libio, anunciando en las tapas de los periódicos y los avances televisivos y radiales su decisión de “sacar las tropas norteamericanas de Irak”, a la par de enrrostrarle a la Organización Tratado del Atlántico Norte(OTAN), conformada por las potencias y otros países europeos y Turquía, la autoría de la masacre aérea del pueblo libio, como si esta simpática institución no fuese la sucursal europea del militarismo norteamericano en esa región.
 
4)     Reproducir las hipócritas declaraciones de líderes mundiales y de las Naciones Unidas en cuanto a “investigar” el asesinato de Gadafi, como si los civilizados occidentales se opusieran y condenaran la actitud de los linchadores del ex mandatario libio, mandaderos y ejecutores de la sucia política planificada y declarada por los “democráticos” capitalistas norteamericanos, europeos y demás contra el pueblo libio y su fallecido ex líder.
 
 Como el tero
 
Ave de las pampas argentinas, el tero es conocido por proteger a sus pichones haciendo bulla lejos del nido, a fin de confundir a los depredadores. Sin querer comparar a este noble animalito con los subhombres que masacraron al pueblo libio, destruyeron bienes y establecimientos educacionales, de salud., etc. y financiaron, entrenaron y auspiciaron a las hordas que asesinaron a Gadafi, quien hasta último momento combatió junto a su pueblo para impedir la indignidad de la ocupación extranjera en su país, cabe destacar lo que subyace con relación al ataque y conquista de Libia a sangre y fuego.
 
 1)   Apropiarse de las reservas energéticas, acuíferas y mineralógicas existentes en Libia en el marco de la nueva conquista y colonización de ese país, que sufrió desde 1911, con el apoyo de Francia, la ocupación italiana. En la década del 20 del pasado siglo los italianos utilizaron gases asfixiantes y deportaciones en masa para quebrar la voluntad de liberación de ese pueblo, vuelto a ser reprimido y masacrado en 1932 durante la ocupación de las hordas militares del tragicómico fascismo comandado por Benito Mussolini, quien pretendió recrear al antiguo Imperio Romano. Cabe destacar que hasta el presente, y luego de la revolución Libia comandada por Gadafi en 1969, el país se apropió de su petróleo, base del 98% de sus exportaciones, contó con el PBI más alto de África, ocupó el primer puesto en cuanto al índice de desarrollo humano del continente negro, el segundo puesto en relación con el PBI per cápita vinculado al poder adquisitivo, alcanzó una alfabetización del 82,6% de la población, una esperanza de vida de 77,65 años y formó parte de la Organización de Unidad Africana (OUA), compuesta por 52 países, a la que planteó la creación de una moneda única para toda África, ajena al dólar y al euro.
 
2) Confiscar los 150 mil millones de dólares depositados e invertidos por el Estado libio en el extranjero, a fin de utilizarlos en el salvataje de bancos y Estados europeos y de EE.UU. con el fin de evitar la bancarrota y la crisis terminal del mundo capitalista desarrollado. Paradoja de la vida, las divisas de un país del Tercer Mundo saqueado por los poderosos del orbe pretenden ser utilizadas para apagar el fuego de la indignación, causada por la crisis, de los habitantes del país cuna de la “civilización occidental” y la “democracia”: Grecia.
 
3) Utilizar, como en el caso de Libia, las convulsiones sociales de la llamada “primavera árabe” para remover a aquellos gobiernos no afines a la política de saqueo y conquista europea y norteamericana proyectada para la región. Desde el estrecho de Gibraltar, paso marítimo obligado del Atlántico al Mediterráneo, hasta el canal de Suez, válvula de tránsito del Mediterráneo al Mar Rojo, cuyos puertos engolfan el petróleo que fluye de estados satélites yanquis como Arabia Saudita, Qatar, Barheim y Kwait y que, vía Mediterráneo y Atlántico desembocan en las tragonas fauces energéticas de EE.UU., además de Canadá, los norteamericanos y sus aliados europeos se hallan abocados a provocar y/o aprovechar las tempestades sociales de Túnez, Argelia, Egipto y Siria, además de los países que conforman el Cuerno de África y son vías de salida al Océano Indico, a fin de hacer prevalecer sus intereses económicos y geopolíticos. Israel, principal aliado norteamericano en la región, no es ajeno a estas movidas, más bien es uno de sus arquitectos, sobre todo en los casos de Siria e Irán, a quienes querría ver “libres” de “dictadores” que cuestionen su política expansiva. Un Mediterráneo libre de acechanzas arábigas y bajo la férula de títeres occidentalizados es esencial a los norteamericanos para derivar el fluido energético desde la península arábiga hacia su redil sin mayores problemas. Reatlantizarse y afianzarse en ese espacio es parte de la jugada yanqui para neutralizar la influencia en esa zona de China y otros competidores no deseados, que ahora mismo disputan la hegemonía norteamericana en el Pacífico.
 
Lo que viene
 
 La irrisoria operación de propaganda negra que EE.UU. ha pergeñado contra Irán en cuanto a acusar a ese país de preparar un atentado contra los embajadores de Arabia Saudita e Israel en Washington- que también rozó a la Argentina, que se apresta a negociar con Irán en torno al caso AMIA, en cuanto posible destinataria de supuestos ataques persas- no es tan cómica si se la analiza al calor de los momentos que se viven. El tratar de enfrentar a países musulmanes, en este caso Irán y Arabia Saudita, y el intento de frustrar el diálogo iraní con Argentina, se conjuga con la operación de fracturar a las fuerzas palestinas que Israel ejecuta desde siempre y consumó una vez mas hace pocos días. Luego del discurso de Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina en la ONU, solicitando la creación de un Estado palestino, propuesta a la que adhirieron la mayoría de los países y a la vetó, en el Consejo de Seguridad, Barack Obama, Israel, en el marco de nuevos asentamientos de colonos judíos en Palestina ocupada, negoció con Hammas, fracción dura palestina en pugna con la ANP y Al Fatah, el cambio de cientos de detenidos palestinos por un soldado israelí prisionero de los hammasistas hace unos años. Esta negociación fue una jugada israelí en cuanto a fortalecer a Hammas, núcleo duro y fundamentalista de los palestinos frente a la ANP-Al Fatah, a la vez que opacar la influencia de este último grupo entre los palestinos y por lo tanto difuminar el pedido de reconocimiento del Estado hecho público por Abbas en la ONU. Ante este hecho y la recreación de antagonismos entre los palestinos, el Estado sionista se beneficia, por cuanto estos antagonismos impiden la unidad en la acción táctica y estratégica del pueblo oprimido en su conjunto. No es nueva la táctica de “dividir para reinar”, aunque siempre hay formas nuevas de ponerla en práctica.
 
Las aventuras guerreristas norteamericanas, junto a las de sus compinches, son posibles de escalarse luego de lo ocurrido en Libia. Ningún país miembro del Consejo de Seguridad de la ONU, incluida China y Rusia, salió a contrarrestar en forma enérgica la escalada terrorista de la OTAN/EE.UU. contra el pueblo libio, que culminó con el linchamiento y asesinato de Gadafi. Deseosos de participar en la “reconstrucción el país” y/ o en la repartija del botín petrolero que los aventureros y pillos de la “nueva era” libia llevarán a cabo, casi todos los países del mundo, salvo algunos del Tercer Mundo como Venezuela, Ecuador, Cuba, Nicaragua, Bolivia y aún Argentina, que sostuvo en su momento que hacía falta una negociación antes de proseguir con la escalada aérea de la OTAN, además de los que conforman la OUA, se hicieron los zonzos frente a la intervención armada colonialista e imperialista en Libia. Hasta cierta izquierda miope pretendió justificar las atrocidades de la aviación imperial y sus protegidos mercenarios “rebeldes” recreando la teoría remanida de los “dos demonios”. Pues bien, se podrían hacer críticas a Gadafi en cuanto a errores u horrores cometidos, pero nunca, nunca, esas críticas deberían haber servido para fomentar la pasividad y supuesta indiferencia de pueblos y gobiernos frente a la masacre que los interventores yanqui-europeos, sus socios israelíes y los traidores arabistas y de la misma confesión religiosa que los libios pergeñaron, auspiciaron, financiaron y llevaron a cabo contra ese pueblo, que ahora deberá pagar las consecuencias de querer ser libre de la dominación extranjera.
 
Gadafi no era marxista ni comunista, pero hoy es considerado por todos nosotros como un mártir de su pueblo en la lucha contra el colonialismo. Y punto.
 
Se vienen tiempos duros, porque las aventuras imperiales en esa parte del globo han de incentivar su bestialidad para con los pueblos y gobiernos de Nuestra América que intenten neutralizar sus apetencias e insolencias.
 
Una vez mas, los pueblos deberán reconocer al enemigo principal en la etapa y combatirlo unidos en el marco de sus diferencias.
https://www.alainet.org/es/articulo/153474

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