La disputa por la justicia climática es de valores no de colores
10/10/2011
- Opinión
Artículo publicado en la Revista América Latina en Movimiento No. 468: El cuento de la economía verde 06/02/2014 |
Para enfrentar el cambio climático (CC) se requiere no solo cambiar la economía y reverdecerla, sino transformarla, reorientarla hacia propósitos sociales y de conservación y respeto armónico con la naturaleza. Y para ello se requiere una revolución conceptual, política y tecnológica.
En esa batalla, el concepto de economía verde lanzado internacionalmente por el G-8+PNUMA en 2008, y acompañado del informe para mercantilizar la naturaleza (La economía de los ecosistemas y la biodiversidad, EEB- Nagoya, noviembre 2010[i]), además de distorsionar los mandatos de desarrollo sustentable (Río 1992), se convirtió esencialmente en el nuevo programa ideológicamente maquillado de relanzamiento de la acumulación del capital.
Así, mientras para unos cuantos, sobre todo de países desarrollados, la economía verde es una oportunidad de oro para un nuevo aire discursivo y continuar lucrando con el futuro de todos; para otros muchos más, de los países en desarrollo, es un espacio de lucha y práctica contra hegemónico.
Más allá de la definición y contenido del binomio economía verde, el debate central continúa ubicándose sobre las respuestas políticas al cambio climático, sobre el papel que el Estado, el mercado, el capital y la sociedad y los movimientos sociales adoptamos.
La política tecnológica, como un componente de la política pública, es uno de los espacios menos atendidos del subdesarrollo y de la injusticia climática, no obstante que ella es parte sustancial de la política y la agenda hegemónica de la crisis climática y civilizatoria. No es casual que entre los compromisos prioritarios contenidos en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) el artículo 4 y sus incisos, se establezca: la cooperación, la transferencia gratuita de tecnologías, el apoyo al desarrollo de las capacidades y tecnologías endógenas y a proporcionar recursos financieros nuevos y adicionales.
La importancia estratégica del tema de política tecnológica la podemos apreciar cotidianamente con el incumplimiento del compromiso de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con su reiterada negativa a instrumentarlos durante las negociaciones internacionales de la COP en turno[ii], y con la persistente tergiversación de su contenido y la férrea oposición a aceptar propuestas alternativas que escapan al viejo y caduco orden internacional en crisis.
Pero también hay problemas conceptuales que impactan sobre la fuerza social que se necesita para lograr cambios en este espacio de la política tecnológica y la justicia climática. Por ejemplo, en paralelo al fundamentalismo de que el mercado es la solución y sustituto mágico de la política pública, es frecuente que a la política tecnológica se le confunda y limite con la política industrial, o la política educativa y científica, pues persiste la visión “instrumentalista” (supuestamente neutral) de asociarla a algunos de sus medios, “las técnicas y tecnologías”, entendidas como simples herramientas o artefactos construidos para una diversidad de tareas, o al razonamiento más dominante del desarrollismo de que si el factor fundamental del desarrollo tecnológico sería la Invención y la Investigación y Desarrollo (I+D), la política se centra en eso. Sin embargo, bajo la misma crisis climática y de su modelo tecnológico, hoy es más evidente que la política tecnológica es una construcción social compleja, que involucra los materiales, los artefactos y la energía, así como los agentes que la transforman Así, desde una perspectiva de política pública, el centro de la política tecnológica entraña la promoción del vínculo tecnología-sociedad, del desarrollo tecnológico basado en la Innovación Social y Cultural, la cual involucra no solamente a las tradicionales referencias al mercado, sino la primacía de los valores socio-ambientales, los aspectos organizativo-participativos, y al ámbito del papel del Estado.[iii]
La batalla conceptual y estratégica también se refleja a nivel de los organismos multilaterales de la ONU. Mientras los neoliberales del G-8+5 capturaron plenamente el PNUMA e hicieron de la Iniciativa de Economía Verde su punta de lanza ideológica-política, para enfrentar el CC (mercantilizando y privatizando la naturaleza), otros organismos de la misma ONU, como el DESA (Departamento de Asuntos Económicos y Sociales) continúan reivindicando la reforma y renovación de la política multilateral de cooperación política, financiera, comercial, tecnológica para destrabar los obstáculos al desarrollo de la mayoría de los países y enfrentar los retos que entraña una nueva política contra el cambio climático.
En tanto los primeros, encabezados por un banquero, enarbolan el neo-catecismo de su Economía Verde: “Ahora necesitamos un capitalismo “tridimensional”, incluidos los capitales natural y humano; Es preciso contar con una pauta combinada normativo–empresarial centrada en la reconstrucción del capital natural; Para que el capitalismo funcione, el propio capital debe reconocerse en todas sus dimensiones — física, humana, social y natural”.
- La innovación tecnológica está en el centro del desarrollo sostenible:
- Se requiere fuertes políticas de tecnología. Un sistema nacional de innovación (G-SNI) es parte de las estrategias para el desarrollo nacional.
- En la construcción de una economía innovadora, no se trata de superar las distorsiones de precios o la aplicación de los derechos de propiedad. Se necesita: Una ampliación sostenida y una reforma de la cooperación internacional. Es fundamental la restauración de las capacidades del Estado para el desarrollo tecnológico, especialmente en los países en desarrollo. Las disciplinas comerciales multilaterales, deben ser reformadas.
- Será indispensable la creación de un régimen público mundial orientado al intercambio de tecnología.
- Desplegarse una mayor variedad de modalidades multilaterales de propiedad intelectual.
- Es necesario el espacio de la política macroeconómica necesaria para el logro de mayores tasas de inversión necesarias para el desarrollo sostenible.
- Se requiere una mejor coordinación de la regulación financiera, controles efectivos sobre la volatilidad de los flujos de capital privado, y fortalecer los mecanismos internacionales de financiación para inversiones a largo plazo y de los choques externos.
Ambas son valores y estrategias contrapuestas que se debaten nacional e internacionalmente, y que actualmente se instrumentan o se profundizan. Una experiencia de política tecnológica exitosa y contradictoria, pero más cercana a la estrategia de desarrollo, partiendo de la definición de una política acorde con los intereses del Estado Nacional la podemos observar en China.
China: el valor y los retos de una política de Estado
Tanto los avances de talla mundial como los retos que enfrenta China, no son productos milagrosos sino resultado de una política de Estado y un régimen político, decididos a sacar a China del atraso e insertarla adecuadamente en el futuro. Los 30 años de apertura y reforma con planes quinquenales, los ha llevado de la industrialización intensiva a la actual reestructuración de su economía y de su sociedad para enfrentar los retos del CC, y de la crisis civilizatoria hegemónica.
La sugerencia de la ONU de una “Política nacional tecnológica y cooperación internacional para una gran revolución tecnológica verde” [v], bien podría estar viendo a China que se plantea:“Acelerar la transformación del esquema de desarrollo económico nacional y crear una nueva plataforma para el avance científico. Avanzar en la construcción de una sociedad ahorradora de energía y ecológica y elevar la conciencia ecológica en la ciudadanía. La inversión extranjera es bienvenida en los sectores de la agricultura moderna, las altas tecnologías y la protección ambiental. Las regiones costeras pasarán de ser "la fábrica del mundo" a ser centros de investigación y desarrollo, manufactura de alta calidad, y del sector de los servicios”. De los puntos destacados del "primer plan quinquenal verde de la historia de China", (2011-2015).[vi]
“El medio ambiente y el desarrollo económico van de la mano... Para hablar sobre protección del medio ambiente sin tener en cuenta el desarrollo económico es como "subir a un árbol para atrapar un pez". Para hablar de desarrollo económico sin respetar la protección del medio ambiente es como "vaciar el estanque para coger los peces"… Un desarrollo verde es el reflejo de las políticas de beneficio económico y ambiental”. Zhou Shengxian, Ministro de Protección Ambiental de China.[vii]
Botones de muestra sobre los retos: En 2006, el Balance del X Plan Quinquenal señalaba “El consumo de energéticos como carbón y electricidad por cada dólar del PIB en China es 4,3 veces el de EEUU, 7,7 veces el de Alemania y Francia, 11,5 veces el del Japón. El desarrollo económico chino ha dependido en gran parte de industrias de uso intensivo de energía, principalmente carbón. Actualmente el crecimiento del consumo de petróleo del país ya superó al de la economía en general, y China depende crecientemente de las importaciones de petróleo[viii].
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha estimado que la contaminación del aire y el agua mata a más de 750.000 ciudadanos chinos cada año. Además de que China es uno de los principales emisores de gases de efecto invernadero, el acelerando derretimiento de los casquetes glaciares en el Himalaya está causando volatilidad de los patrones del clima regional. La élite de China es, pues, consciente de que necesita la economía verde, y ha hecho grandes inversiones financieras.[ix]
En 2010, China hacía uso del 25% del total mundial de licencias de patentes de Tecnologías Energéticas Limpias. Situación que impacta crecientemente su balanza tecnológica de pagos.
El problema del empleo y reempleo para un país con una población activa de 780 millones (en 2010) es crucial. La tasa de desempleo registrada en China se elevó al pasar del 2,9% en 1995 al 4,3% en 2003 y estabilizarse, alcanzando el 4.1% en 2010. Ese porcentaje ronda los 9-10 millones de personas. En la pasada década pasada se crearon alrededor de 8 millones de nuevos empleos por año, pero crece el desempleo urbano y de población universitaria, pese a la demanda de mano especializada en nuevas industrias.
No obstante: "Un problema dividido entre 1,300 millones no es todavía un problema'': Premier Chino Wen Jiabao,
Una política de Estado frente al CC y de futuro
La escala de los problemas del desarrollo y de la crisis climática de China es enorme. Pero también lo son las escalas de las oportunidades económicas y sociales de China, asociada con una transición a un desarrollo ecológico, como ellos mencionan. Así, es cada vez más claro para los analistas occidentales que China está tomando la delantera y poniendo el ejemplo de los efectos de una verdadera política donde los intereses sociales no se subordinan a los falsos mecanismos ideológicos del mercado.
El gobierno comenzó a promover activamente las fuentes de energía renovables en el año 2004. Con una Ley de energías renovables, introducida en 2006 y actualizada en 2011 plantea alcanzar que el 15% de la energía provenga de fuentes de combustibles no fósiles para el año 2020 (comparable al Plan de la Unión Europea de 2020, que pretende que el 20% de energía renovable-ER). La ley estableció un Fondo de Energía Renovable, para subsidiar los costos de integración de fuentes renovables a la red de empresas chinas, con un porcentaje creciente de electricidad proveniente de ER. Sólo en 2009, la inversión de China en tecnología energías renovables (ER) fue de aproximadamente $ 34,6 mil millones, casi el doble de lo invertido por los Estados Unidos. Y en 2010 la aumentó 30% con US$ 51,1 mil millones., China es ahora un actor central en materia de ER. Adicionalmente, se prepara a inyectar unos US$ 753 mil millones en el desarrollo de ER en la próxima década. Además, conforme al XII Plan quinquenal, de aquí al 2015 la media de gasto en investigación y desarrollo en el PIB aumentará del 1.75% actual hasta un 4%.
China hoy ocupa el primer sitio en el gasto en estímulos verdes, el 39 por ciento a nivel mundial (una porción mayor al estímulo verde conjunto de los EE.UU. y de la Unión Europea); una impresionante cantidad de 105 mil millones de dólares EE.UU. invertidos en ER en el 2010. China cumplió con su meta ambiciosa de mejorar la intensidad energética de la economía china en un 20 por ciento en los últimos cinco años y se ha fijado el objetivo de reducir su intensidad de carbono 40-45 por ciento para el año 2020 en relación con el nivel de 2005 (junto con una serie de objetivos muy ambiciosos para la capacidad de las energías renovables).
Específicamente, en 2010, China se convirtió en el país con mayor capacidad eólica del mundo de energía; 16 giga vatios (GW) de capacidad eólica se instalaron el año pasado (sólo cinco GW en los EEUU). Así, La industria manufacturera nacional de aerogeneradores de China es la más grande del mundo. La energía eólica ha reemplazado 150 millones de toneladas de consumo de carbón, con la posibilidad de que la energía eólica sea la fuente principal de energía de China, y espera superar a Europa en energía eólica para el año 2013.
Los subsidios del gobierno chino han acrecentado el poder de la ER. En 2010, el Banco de Desarrollo de China prestó un total de $ 17 mil millones a las tres mayores empresas chinas que producen productos de energía limpia: Yingli, Suntech y Trina. El programa central del gobierno, el Golden Sun (Sol Dorado) fue desarrollado para subsidiar al 70% de los proyectos de las empresas de energía solar. En 2010, China posee el 43% del mercado global de paneles solares.
En materia de transporte, el gobierno chino planea invertir miles de millones de dólares de aquí al 2020 para que el sector de transporte sea más ecológico, respondiendo tanto a la creciente demanda de automóviles, como a la necesidad de mejorar el transporte público. China puede crear una media de 2 millones de empleos por año entre 2011 y 2020 mediante su sector de transporte ecológico, acelerando la fabricación de vehículos de combustible alternativo y el desarrollo de los ferrocarriles de alta velocidad. Además, la expansión prevista de las redes ferroviarias urbanas en Beijing, podría traer hasta 420.000 empleos al año durante la próxima década.
Estimulado por estas políticas, en 2010 se invirtieron hasta 8,5 mil millones de yuanes (US$ 1.3 mil millones) en la industria de vehículos eléctricos de China. “Si el gobierno sigue priorizando el desarrollo de vehículos de combustible alternativo en el período 2011-20, su producción nacional y de eléctricos podrían llegar a 16,6 millones (un 15 por ciento del total de vehículos producidos) y crear 1,2 millones de empleos al año en promedio. Aun cuando el gobierno puso menos énfasis en los vehículos de combustible alternativo, el empleo promedio anual en la industria podría alcanzar los 640.000 durante este período” En paralelo, China lidera el mundo, con 7.431 kilómetros de ferrocarriles de alta velocidad - una red que está pensando ampliar a 13.000 kilómetros para el 2012. “Estas tendencias en el sector de transporte de China sugieren que la estrategia de desarrollo verde del país no sólo es compatible con el crecimiento económico, sino que puede ser un motor económico de gran alcance” (Varios autores).
En reforestación:“Tenemos la intención de aumentar el volumen de masa forestal en 1,3 millones de metros cúbicos y la cobertura forestal en 40 millones de hectáreas, equivalente a más del tamaño de diez Bélgicas”, declaran los funcionarios chinos.
Las relaciones internacionales marcadas por la complejidad, la profundidad y la naturaleza estratégica de su propia política interna
Con una claridad sobre la importancia de una verdadera política de cooperación internacional, China ha venido propiciando silenciosamente importantes proyectos de cooperación conjunta en investigación y desarrollo y difusión, de asistencia técnica y capacitación, lo mismo que sobre el sensible tema de protección de los Derechos de Propiedad Intelectual, de preferencia con los EEUU y la Unión Europea; todo ello inserto en la posibilidad de acrecentar su propia capacidad y competencia en la revolución tecnológica contemporánea. En esa lógica, China “debe prestar más atención a la importación de tecnología avanzada, experiencia directiva, talentos de alta calidad y marcas internacionales, en lugar de simplemente utilizar capitales extranjeros”, declaro el Vice primer ministro chino Wang Qishan.
Más allá de la retórica del miedo hacia los chinos, Washington y China han desarrollado políticas y proyectos ambiciosos de cooperación energética limpia, como el paquete de Cooperación Energética EEUU-China (2009), o el bilateral Dialogo Estratégico y Económico (2011) que parecen debilitarse con la actual crisis presupuestal y estructural de los EEUU, como les sucede a los urgentes llamados de los propios innovadores estadounidenses. En paralelo, China es consciente de que sus relaciones con EEUU son las más importantes de tipo bilateral en el mundo del siglo XXI, no únicamente por su interdependencia comercial o incluso su ventajosa posición de acreedor mayor, sino por la propia estabilidad política en esta etapa de ascenso-descenso. "Estoy totalmente convencido de que la estabilidad del mundo depende en gran parte de la cooperación entre Estados Unidos y China", subrayó el Vicepresidente Joe Biden en reciente visita a Pekín.
Con la Unión Europea desde 2007 tienen el conocido proyecto IPR2. Tan solo con Alemania, “El año pasado, 2010, más de 7.000 empresas alemanas se han establecido en China, con una prima de inversión superior a 17 mil millones de dólares EE.UU., el más alto entre los países de la UE. Con más de 15.000 contratos de transferencia de tecnología a China por valor de más de 50 mil millones de dólares EE.UU., Alemania es la mayor fuente de importación de tecnología de China en Europa”.
Las advertencias y las lecciones de China son claras: "Europa, sin ninguna acción adicional, pronto será rebasada por países como China y Corea del Sur, que realizan enormes inversiones en tecnologías de bajo carbono": Nicholas Stern “Así que nos quedamos con la pregunta no de lo "verde" que Europa puede enseñar a China, sino lo que la Europa tartamuda puede aprender de China. Aunque la UE no puede emular esta gigantesca inversión del Estado, tenemos que encontrar una manera de hacer inversiones similares en nuestra infraestructura energética. “Recientes acontecimientos apuntan a una creciente preocupación en Washington sobre los movimientos tecnológicos de China, por eso puede ser imparable.” De ahí que:”1. El desarrollo económico nacional es ahora una preocupación ambiental global. 2. Los desafíos económicos mundiales exigen una investigación inmediata sobre la energía verde más sostenible.3. La inversión mundial en tecnologías limpias y la agricultura puede mitigar el cambio climático e impulsar el empleo, y 4. Una economía sostenible depende de la cooperación entre Estados Unidos y China (y Euro-China).”
Por todo lo anterior: “El desarrollo económico de China en los últimos 30 años ha corroborado que pronosticar el futuro del país recurriendo a la ley –y a la vía de desarrollo político y económico occidental no tiene éxito”. Qiao Xinsheng, catedrático de la Universidad Zhongnan.
Para nuestros países latinoamericanos, la experiencia china nos reafirma, al menos, la necesidad de definir nuestra propia vía a partir de una política de Estado construida y controlada socialmente.
Alejandro Villamar, economista mexicano, es miembro de Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio (RMALC) y de la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA).
[i] TEEB (2008) The Economics of Ecosystems and Biodiversity: An Interim Report’, European Commission, Brussels. http://www.teebweb.org/LinkClick.aspx?fileticket=u2fMSQoWJf0%3d&tabid=1278&language=en-US. Y para más detalle véase: La nueva ola ofensiva de los falsos mecanismos de mercado. 2010. A. Villamar / RMALC. Ponencia presentada en el Foro Peoples Week of Collective Action in Seul, Korea, organizado por los Sindicatos Coreanos y OWINFS frente a la reunión del G20, Seúl, Korea, Noviembre 2010 en su versión en inglés The new wave of false market solutions to the climate change./ Disponible en http://www.rmalc.org.mx
[ii] Technology committee tussles over issue of chair. 2 Sept/11/01; Technology committee concludes meeting with compromise. SUNS #7213 / 6 September, 2011; Divergences emerge on design of Green Climate Fund.15 September 2011. Todos en: TWN Info Service on Climate Change www.twnside.org.sg
[iii] La discusión actual sobre este tema, tanto en las instituciones multilaterales, como en los países dominadores de la innovación tecnológica, entre ella la energética, ha producido importantes materiales, como por ejemplo los siguientes:
UNEP, 2011, Towards a Green Economy: Pathways to Sustainable Development and Poverty Eradication,www.unep.org/greeneconomy
Climate Pragmatism: Innovation, Resilience and No Regrets. July 26, 2011. Robert D. Atkinson, et al. http://www.itif.org/files/2011-climate-pragmatism.pdf ; “Two Degrees of Innovation—How to seize the opportunities in low-carbon power: Tawney, Letha et al. 2011
WRI Working Paper. World Resources Institute, Washington DC. http://pdf.wri.org/working_papers/two_degrees_of_innovation_summary.pdf ; Inducing Innovation - What a Carbon Price Can and Can't Do. March 2011. Matt Hourihan and Robert D. Atkinson. The Information Technology & Innovation Fundation (ITIF) http://www.itif.org/files/2011-inducing-innovation.pdf; A Business Plan for America`s Energy Future. AEIC.2010
[iv] World Economic and Social Survey 2011. The Great Green Technological Transformation. DESA-UN. E/2011/50/Rev. 1, ST/ESA/333 http://www.un.org/en/development/desa/policy/wess/wess_current/2011wess.pdf. Estudio Económico y Social Mundial, 2011. La gran transformación basada en tecnologías ecológicas. Sinopsis. http://www.un.org/en/development/desa/policy/wess/wess_current/2011wess_overview_sp.pdf
[v] World Economic and Social Survey 2011.
[vi] De los puntos destacados del "primer plan quinquenal verde de la historia de China", (2011-2015). 2011-03-05http://spanish.news.cn/especiales/2011-03/05/c_13762265.htm
[vii] Zhou Shengxian, Ministro de Proteccion Ambiental de China. 22 Feb, 2011. http://neurope.eu/greenchina/articles/promote-green-development-uplift-ecological-civilization-2011
[viii] Expertos advierten sobre creciente dependencia de China de petróleo importado. 2011-08-15
[ix] (Graham Watson MEP, Liberal Democrat Member of the European Parliament for South West England and Gibraltar, in The EU, China and the green economy. 22 Feb. 2011.)
https://www.alainet.org/es/articulo/153234
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