Crisis capitalista, mentiras mediáticas y resurgimiento socialista
11/09/2011
- Opinión
Un huracán de grandes proporciones como es la actual crisis financiera y económica está modificando las estructuras políticas de los centros de poder capitalistas, de donde seguramente emergerá una nueva composición hegemónica imperial que enfrentará con mayor poder, por un lado, el avance asiático económico y político liderado por la República Popular China, y por otro lado, el avance de la región latinoamericana liderado económicamente por Brasil y Argentina, y marcado ideológicamente por el bolivarianismo aglutinador de diferentes corrientes del pensamiento emancipador en América Latina y el Caribe, e impulsado por la Revolución Venezolana, acompañada estrechamente por la Revolución Cubana y las revoluciones boliviana, ecuatoriana y nicaragüense, así como por los pueblos de la región y por otras potencias emergentes.
Mientras EEUU y Europa en su conjunto continúan sufriendo unas pésimas condiciones de crecimiento o recesión, China incrementó su crecimiento por encima del 10% y la región latinoamericana-caribeña creció por encima del 4%. En toda esa dinámica competitiva los contrastes entre ese mundo capitalista euroestadounidense y el mundo del socialismo de mercado del gigante asiático son muy significativos y ello tiene su expresión en las acciones y decisiones políticas del grupo BRICS
conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica que representan las potencias o principales fuerzas humanas, tecnológicas, económicas, militares y financieras emergentes en un mundo donde la globalización sufrirá también significativas modificaciones.
Cada día que ha transcurrido de este siglo XXI y sobre todo de la actual década ha sido testigo de la debacle capitalista y, al unísono, del resurgimiento socialista como expresión nítida, en la arena mundial, de la marcha de la contradicción histórica entre el trabajo y el capital sin resolver o resuelta, según el caso, dentro del sistema económico mundial, desde la producción y la circulación hasta el cambio y el consumo.
Esa debacle capitalista es la que contextualiza y condiciona la acción del Complejo Militar-Financiero-Comunicacional que gobierna en cada potencia capitalista, esté o no en quiebra.
He venido insistiendo en los últimos dos años, en varios de mis artículos, en esa nueva denominación que es pertinente para referirse ahora al llamado Complejo Militar-Industrial surgido a mediados del siglo XX, precisamente como consecuencia de los avances del socialismo europeo liderado por la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. En aquel, los dos grandes polos de la fuente del poder político fueron los sectores militares e industriales. En el actual Complejo son tres las grandes fuentes del poder:
a) El militar como fuente de recursos y como fuente de violencia,
b) El financiero donde se funden los capitales industriales y bancarios sin poder sobrevivir por separado para optimizar el rendimiento y hasta las ilusiones con
el alto componente especulativo que inunda ese mundo de las finanzas.
c) El comunicacional que actúa como un intermediario autofinanciado
por los incrédulos, ignorantes e incautos para que lo financiero y lo
militar rindan sus máximos frutos al deteriorado sistema imperialista.
Porciones cada vez mayores de las sociedades que no creen en sus gobernantes y no los reeligen, en Estados que maximizan sus funciones policiales y de seguridad para permear toda la sociedad y evitar la inestabilidad porque no pueden satisfacer las necesidades y expectativas de sus agitados pobladores que desestabilizan los sistemas políticos y hacen caer gobiernos, son características generales de esa debacle y deterioro del sistema capitalista, tanto en el “centro” como en la “periferia”, es decir, tanto en las sociedades que se autoproclaman “desarrolladas” como en los países subdesarrollados donde aún gobiernan grupos oligárquicos dependientes del sistema imperialista.
Precisamente, el resurgimiento del socialismo frente a tanta debacle es uno de los temas tabú que los aparatos comunicacionales (prensa escrita, radio, televisión e Internet) del Complejo Militar-Financiero-Comunicacional (CMFC) deben afrontar con el arma de la mentira o la falacia para alcanzar dos grandes objetivos: mantener en la ignorancia a las sociedades de todos los continentes o lograr confundirlas respecto a acontecimientos, personalidades o informaciones adversas a sus intereses. Tanto uno u otro estado del conocimiento (ignorancia o confusión) influirá sustancialmente en las conductas políticas de la ciudadanía en cada país del mundo, ante los retos de la dominación y hegemonía imperiales que les impactan.
Resulta parcial y superficial el análisis político (nacional o internacional) que termine solamente en detectar las mentiras, sin llegar a sus motivaciones, a sus causales y a comprender los objetivos que se plantea el CMFC con cada mentira o matriz de opinión previamente diseñada. La conciencia popular acerca de los graves problemas que amenazan la paz y la democracia de los pueblos puede ser seriamente dañada si el análisis de periodistas e investigadores o estudiosos se limita a la simple descripción como continuamente sugieren las metodologías neoliberales que tratan de monopolizar el llamado análisis cualitativo como la verdad metodológica eterna y absoluta, desechando los caminos del verdadero análisis científico donde la calidad y la cantidad son dos categorías unidas dialécticamente que no deben soslayarse y mucho menos separarse.
La ignorancia y la confusión son dos premisas básicas de las estrategias imperialistas actuales para lograr éxitos en las otras dos esferas-fuentes del poder imperial: la militar y la financiera (1). De ahí lo imprescindible en considerar lo comunicacional en cualquier análisis y estudio de los temas internacionales y nacionales relacionados con los Estados y sociedades que permitan diseñar políticas, estrategias y acciones antiimperialistas con alto grado de eficacia.
Torrentes de mentiras dirigidas a provocar conductas personales o estatales para incrementar el consumo de armas, aparatos de seguridad, equipos bélicos, juegos de guerra, ropa paramilitar o tecnologías de combate a escala global fortalecen al CMFC. Otro aluvión de mentiras sobre las bondades de los bancos y sus servicios, la ética y alta estética de los grupos financieros y sus instituciones, sobre el uso del erario público para cubrir necesidades “nacionales” cuando de lo que se trata es de resarcir las “pérdidas” o incrementar las ganancias de los grandes grupos financieros transnacionales y nacionales, o mentiras para hacer creer a los pobladores que la salvación a la grave crisis es la inversión privada, están destinadas también a fortalecer al CMFC. Lamentablemente muchas de ellas causan daños a las sociedades, en ocasiones irreparables, debido a la naturaleza inhumana que las animan.
Las insistentes exhortaciones del líder bolivariano y presidente de Venezuela, Hugo Chávez, a los revolucionarios a estudiar, encontrar, comprender y saber usar los argumentos en el debate político, está muy relacionado a esa necesaria acción estratégica para enfrentar con éxito la guerra asimétrica o guerra de 4ta generación que impone el CMFC a los pueblos del sur en su totalidad, sea para mantenerlos en su sistema imperial o para volver a incluirlos en él.
Los argumentos son la base cognitiva o del conocimiento que permiten el convencimiento acerca de la verdad de uno u otro acontecimiento o conocimiento que sirva para refutar las mentiras y las falacias con que el CMFC domina o trata de hegemonizar o sirva para construir la nueva sociedad. Sin poderosos argumentos no hay consolidación de la formación ideológica necesaria con que se debe crear y construir el socialismo y paralelamente combatir al poder imperial, sean con los instrumentos comunicacionales o con las armas defensivas frente a bombardeos o ataques militares terrestres.
Como la ignorancia y la confusión son dos premisas cortoplacistas, es decir, que son efectivas solo para las estrategias imperiales en el corto plazo, pues la verdad, aunque tarde, llega ahora más rápidamente al ser humano que una década atrás, dados los adelantos tecnológicos y las propias necesidades de subsistencia y de mercado del sistema capitalista que han extendido los medios de comunicación a muchos sectores sociales antes excluidos, las contradicciones que ello implica están conllevando a un juego peligroso para la propia dominación imperialista. Sus desesperados personeros juegan a diario con fuego y no están exentos de quemarse.
Exacerbar -como lo han hecho los grandes medios de comunicación capitalistas- la atracción por las “revueltas populares” o “revoluciones árabes” para eliminar y sustituir a la fuerza a aliados inoperantes o adversarios debilitados con flancos vulnerables, ocasionará en el mediano y largo plazo un nuevo cambio en la conciencia social de los pueblos y ella a conductas políticas que propiciarán nuevos cambios estructurales. La demagogia y el cinismo de los voceros del CMFC terminan revelándose al más incauto que cada día se suma más a la opción democrática del voto universal.
En medio de la criminal agresión de la OTAN contra el pueblo libio de la cual el movimiento revolucionario mundial debe extraer la mayor cantidad de experiencias (2) y del torrente de mentiras que a diario inundan los despachos de prensa, notas informativas y artículos de opinión de agencias, instituciones y autores ganados para la causa imperial, resultan muy sintomáticas las conclusiones a las que llegaron los expertos internacionales y fueron aprobadas en el Informe de la UNCTAD-ONU en los primeros días de septiembre (3) relativas al “desastre” que ocasionará a los pueblos del mundo (por la vía de la economía mundial) la implementación de medidas de austeridad que los gobiernos de las potencias capitalistas están decidiendo para satisfacer las apetencias de los grupos oligárquicos que controlan y dominan el mercado financiero.
Desde hace más de dos años las sociedades europeas se movilizan, protestan, aguantan las represiones, el panorama perspectivo se les presenta cada vez más gris mientras que en Estados Unidos se espera que las protestas sean más intensas a las protagonizadas en Wisconsin y otras siete ciudades a fines del 2010. Mucho daño a la familia norteamericana se ha acumulado en cada rincón del país y en algún momento estallará masivamente de una u otra forma. Hasta ahora, sólo destellos han anunciado el crudo porvenir.
Por supuesto, el Informe de la UNCTAD, aún cuando esconde las verdaderas causas estructurales de la crisis capitalista actual, no formará parte de la línea editorial de CNN, de Euronews o de Fox News, ese trío de medios televisivos y digitales manipuladores de las informaciones, y tampoco de los periódicos impresos y digitales El País, El Nacional, El Mercurio, El Universal o El Tiempo por citar sólo algunos de la red de medios del CMFC que ensalzan al capitalismo como si este estuviera en el apogeo del siglo XIX o del XX y así impactar sobre los educadores, cineastas, diseñadores gráficos, músicos, empresarios y hasta de pintores para recrear la cultura bélico-terrorista necesaria para la supervivencia imperial.
De manera que en contraposición a la realidad capitalista, el resurgimiento socialista brota acompañado de la firme batalla por la paz a nivel nacional o internacional, la desestructuración del sistema capitalista en cada país, la lucha integral antiimperialista desde diversos sectores de la vida y las políticas integracionistas al nuevo estilo marcado por la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y sus pueblos junto a sus líderes.
NOTAS
1) Para un conjunto interesante de evidencias respecto al tema mediático y la guerra de la OTAN contra Libia consúltense las ponencias y exposiciones presentadas por Estela Callón (Argentina), Alfredo Jalife-Rahme (México), Julio Escalona (Venezuela), Rolando Segura (Cuba) y Jordan Rodríguez (Venezuela) en el Foro “Artillería del Pensamiento contra Mentiras Mediáticas” organizado por el periódico venezolano El Correo del Orinoco y celebrado en el Celarg del 4 al 6 de septiembre de 2011.
2) En un próximo artículo me referiré a algunas experiencias que deben extraerse del modelo imperial diseñado y aplicado intensamente de forma encubierta durante los últimos tres años (coincidentes con la gestión de Obama-Clinton) para lograr modificar en los últimos siete meses del presente año 2011 el mapa político del norte de África y Medio Oriente que ya había sido previsto desde el primer quinquenio del presente siglo.
3) UNCTAD son las siglas en inglés de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo que sesiona en Ginebra, Suiza, y en las reuniones de la primera semana de septiembre del presente año adoptaron el referido Informe.
Fuente: Barómetro Internacional
https://www.alainet.org/es/articulo/152517?language=en
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