Intervención militar y montajes de TV

La nueva doctrina imperialista

04/09/2011
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Los rebeldes de la OTAN dieron plazo a las tropas leales a Kadafi que se encuentran en Sirte para entregarse. La nueva doctrina de Responsabilidad de Proteger, implementada por la Casa Blanca, no es más que una forma de “legalizar” las intervenciones militares destituyentes.
 
Mientras que los rebeldes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) dieron plazo para entregarse a las tropas kadafistas que se encuentran en Sirte, último baluarte de Muammar Kadafi y su ciudad natal, el vocero del líder señaló que el jefe de la Revolución Verde estaría dispuesto a negociar la transición del poder.
 
Poe toda respuesta, el Consejo Nacional de Transición (CNT) dio una rotunda negativa. Ali Tarhouni, ministro de Petróleo de la CNT afirmó que “ninguna negociación está en curso con Kadafi”. Y agregó: “Si quiere rendirse, entonces negociaremos y lo capturaremos”.
 
Claramente la respuesta de Tarhouni es la postura inicial del CNT, la OTAN y Estados Unidos. En ningún momento tuvieron la intención de entablar el diálogo con el régimen de Kadafi y llegar a una salida política, lo que hubiera evitado una carnicería en territorio libio.
 
Cuando a fines de mayo el comité especial de la Unión Africana (UA) presentó una propuesta de solución pacífica, que había sido bien recibida por Kadafi, sólo encontró trabas por parte del Consejo Nacional de Transición.
 
En aquella ocasión, Jalal El Gallal, uno de los voceros del CNT, había señalado: “Es muy difícil hablar con cualquiera que tenga las manos manchadas de sangre”; abortó así cualquier posibilidad de diálogo.
 
Sin embargo, la postura de evadir una salida pacífica e inclinarse por una militar fue el plan original que los países imperialistas y sus aliados árabes tuvieron desde el primer momento.
 
La aprobación de la Resolución 1973 por parte del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, no hizo otra cosa que “legalizar” la intervención militar en Libia.
 
Aunque nada dice dicha resolución de la posibilidad de bombardear y derrocar al régimen de Muammar Kadafi, tanto Washington como el bloque europeo llevaron adelante más de 10 mil misiones de bombardeo con el fin de llevar la “libertad” y la “democracia” a Libia.
 
Si finalmente los rebeldes de la OTAN logran tomar el control total del territorio libio, esto no representará más que la cristalización de una nueva forma de invasión militar, a partir de la emergente doctrina estadounidense denominada Responsabilidad de Proteger (o R2P).
 
A partir de esta nueva doctrina, tanto Estados Unidos como el bloque europeo tienen el deber de intervenir en los asuntos internos de naciones soberanas, si consideran que sus gobernantes representan una amenaza para sus pueblos.
 
Si bien la revuelta destituyente en Libia comenzó el 15 de febrero, su gestación se produjo unos meses antes, cuando el jefe de Protocolo de Kadafi se alejó del régimen y se exilió en Francia en octubre de 2010, donde comenzó a germinar el golpe de estado libio.
 
De esta forma, el bloque imperialista europeo-estadounidense, con la Liga Árabe como cómplice, generaron las condiciones propicias para implementar la doctrina R2P.
 
Tanto Francia como Gran Bretaña fueron parte de la conformación de la CNT; Arabia Saudí envió hombres y armas antes del 15 de febrero, y como miembro principal del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) fue el primero en pedir una intervención militar sobre Libia.
 
Así, mientras que la operación política y militar comenzaba a encaminarse, lo que quedaba por hacer era legitimar los reclamos de los rebeldes; por lo que la operación mediática no tardó en perpetrarse.
 
Las grandes corporaciones mediáticas imperialistas no demoraron en crear un relato en el que prácticamente se trató de invisibilizar el rol fundamental tanto de la OTAN como de Estados Unidos y de la Liga Árabe: los rebeldes libios, que luchan por la libertad y la democracia, derrocan al sucio dictador asesino; el bien se impone sobre el mal.
 
Y la operación mediática no se detuvo en la creación de un “relato oficial”, sino que recurrió, lisa y llanamente, al montaje.
 
Cuando los enfrentamientos armados llegaron a Trípoli, rápidamente las grandes corporaciones mediáticas difundieron imágenes desde la Plaza Verde, mostrando al mundo que el régimen de Kadafi había caído y anunciando las detenciones de los hijos de Kadafi.
Pocas horas después, la operación mediática había sido desmontada. En primer lugar, se descubrió que las imágenes de la Plaza Verde se trataban de un montaje de estudio en Qatar. En segundo lugar, Saif al Islam, uno de los hijos de Kadafi supuestamente apresado, se presentó públicamente en las calles de Trípoli.
 
Sin embargo, el objetivo ya había sido cumplido: luego de conocerse las imágenes falsas de la Plaza Verde tomada por rebeldes, 11 países reconocieron al CNT como el verdadero gobierno libio.
 
El accionar imperialista en Libia no sólo afecta al país del norte africano, sino que también constituye un llamado de atención para aquellas naciones que no se encuentran alineadas a los intereses de Estados Unidos y el bloque europeo.
 
La implementación de la doctrina de Responsabilidad de Proteger, y la carta blanca otorgada por el Consejo de Seguridad de la ONU para bombardear Libia, otorgan vía libre para aplicar estos métodos en cualquier país que sea seductor para las grandes potencias, debido a sus riquezas no sólo económicas, sino también a nivel de recursos naturales, o por su importancia geopolítica.
 
Por lo tanto, no resultaría descabellado que los países sudamericanos con gobiernos nacionales y populares, en su mayoría no alineados con Estados Unidos, con grandes riquezas naturales, y cuyos partidos opositores recurren a la embajada del Imperio para denunciar supuestas dictaduras, sean próximas víctimas de la doctrina R2P.
 
Agencia Periodística de América del Sur (APAS)
 
https://www.alainet.org/es/articulo/152334
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