La frustrante economía estadounidense

19/08/2011
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Antes de empezar
 
La quiebra de Lehman Brothers en la noche del 15 de septiembre del 2008, así como la caída de las Torres Gemelas en la mañana del 11 de septiembre del 2001, se volvieron hitos para la historia contemporánea mundial. La suma de los dos hitos moldea la transición de un mundo unipolar a uno multipolar.
 
La masiva inyección de dinero y el desempleo
 
Dado el eminente colapso del sistema financiero en septiembre del 2008, las autoridades financieras del gobierno estadounidense optaron por inyectar masivas cantidades de dinero a los grandes bancos y empresas. La inyección total de dólares durante el periodo del 2007 al 2010 al sistema financiero y económico estadounidense fue de 5.04 billones[1] de dólares -trillones en anglosajón-, esta inyección representa el 35% de su PIB[2] y equivale al total del PIB de Japón en el 2009.
 
La compra de activos tóxicos y acciones de las grandes industrias y bancos estadounidenses, se hicieron con el objetivo de mejorar sus balances financieros y con ello provocar un crecimiento acelerado de los precios de las acciones obteniendo al final la creación de buenas expectativas para el crecimiento económico.
 
Una parte de la masiva inyección de dinero ha sido realizada por parte del Tesoro de Estados Unidos, la cual provocó un crecimiento del déficit público como porcentaje del PIB llegando a un máximo del 12.9% en el segundo trimestre del 2009. Importante señalar que la aceleración del déficit público comenzó a partir del primer trimestre del 2007 cuando éste era del 2.5% siendo un trimestre anterior de 1.7%. Entonces tenemos que aproximadamente en tres años el déficit público aumentó en un 623%. 
 
La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha sido otra institución financiera que ha inyectado grandes magnitudes de dinero para contrarrestar los efectos de la crisis económica-financiera. El trimestre anterior a la quiebra de Lehman Brothers la Fed mantenía en su balanza de activos un valor de 0.9 billones de dólares –trillones en anglosajón- pero para el segundo trimestre del 2011 hay un valor aproximado de 2.7 billones de dólares, esto representa un aumento del 192% en tan solo tres años. Es importante mencionar que este aumento del valor de la balanza de activos de la Fed está dado por la compra de títulos financieros que le eran tóxicos a las empresas y bancos. También está influenciado por la compra de bonos del tesoro, llamando a estas operaciones como Flexibilidad Cuantitativa (EQ, por su sigla en inglés) que no es otra cosa más que la impresión de nuevos dólares sin respaldo económico. En noviembre del año 2010 se empezó el EQ2 el cuál termina en junio de este año.
 
Gráfica 1

 

Fuente: Buro de Análisis Económico de Estados Unidos, la Reserva Federal, y la Reserva Federal de San Luis.

 
Todas estas masivas inyecciones de dinero han sido, según desde la lógica del gobierno estadounidense, para amortiguar los problemas ocasionados por la crisis, acelerar el crédito bancario, alentar y mantener un crecimiento sostenido, así como disminuir la tasa de desempleo.
 
En la gráfica 1tenemos que en el tercer trimestre del 2008 hay un crecimiento acelerado de la tasa de desempleo oficial, del valor total de activos de la Fed y del déficit público. Según la lógica del gobierno la inyección masiva de dinero era para bajar la tasa de desempleo oficial pero como vemos en la realidad esto no pasa. La tasa de desempleo oficial sigue en niveles del 9%, el nivel del déficit público sigue alto, en promedio del 10%, con una importante desaceleración a partir del primer trimestre de este año, mientras que el valor total de los activos de la Fed sigue ascendiendo dado la actual compra de valores del Tesoro. En el tercer trimestre del 2007 el valor de los activos representaba en el PIB el 6.3% mientras que para el segundo trimestre aumento al 18.1%.
 
El fracaso de la política fiscal y monetaria para la clase asalariada y el éxito para la clase corporativa
 
Los datos del primer trimestre del año 2011 muestran una fuerte desaceleración de la economía de Estados Unidos. En ese trimestre el crecimiento fue de 1.8% mientras que un trimestre anterior fue de 3.1%, además tenemos que la tasa de desempleo aumentó al 9.1% en el mes de mayo siendo la de abril del 9%.
 
Al saber lo anterior podemos comenzar a dilucidar un cierto fracaso de las masivas inyecciones de dinero, pero la pregunta es: ¿Para quién es un fracaso? Es cierto que después de la gran caída del PIB en el 2008 hubo una aceleración de la tasa de crecimiento pero eso solo duró un año. Ahora nos enfrentamos a una fuerte desaceleración económica y a un muy probable escenario de crecimiento negativo económico en algún trimestre de los que queda de este año o a principios del año 2012. Es más, según el libro Beig de junio, (el cual es publicado por la Fed) menciona, que el mes de mayo existe cuatro distritos (Nueva York, Filadelfia, Atlanta y Chicago) de los doce que hay en Estados Unidos que presentan una desaceleración económica.
 
No se olvide decir que en lo que respecta a la contratación de trabajadores de forma mensual tenemos un grave dato. La información más reciente, la del mes de mayo; publicada por la Reserva Federal de San Luis, menciona que en este mes se crearon tan sólo 38 mil nuevas plazas no agrícolas mientras que en el mes anterior fue de 177 mil plazas, lo que representa una caída de 365.8%.
 
Al ver el fracaso de la política monetaria y fiscal en la reactivación del mercado de trabajo, la pregunta es ¿Quiénes se han beneficiado de la estas políticas? y la respuesta es: el sector corporativo y más que nada el sector financiero.
 
En el gráfico 2 hay dos índices: el de las ganancias corporativas después de impuestos y el de los salarios y sueldos. Como se puede observar el primero de ellos sufre una fuerte contracción en el 2008 a causa de la crisis económico-financiera mientras que en el segundo índice existe una leve caída provocada por el aumento del desempleo.
 
Después de la fuerte contracción en las ganancias corporativas, éstas comienzan a crecer de forma muy acelerada, mientras que los salarios se mantienen de forma estable.
 
Pero, ¿Qué es lo que determina la aceleración de estas ganancias? Una parte es por el consumo de los estadounidenses, la otra es por una caída del cobro de impuestos por parte del gobierno como una política para mantener la productividad de las empresas, pero sus mayores ganancias la obtienen en el mercado financiero a través del crecimiento de la valoración de los títulos respaldados y resguardos de las empresas. Tan solo el índice bursátil Dow Jones Industrial (DJI)[3] presenta una ganancia del 93% desde su punto más bajo (6 de marzo del 2009) hasta el máximo del día 29 de abril del 2011.
 
La política fiscal y monetaria estadounidense sólo tuvo éxito en el aumento de las ganancias de las empresas financieras y no financieras a través de la inflación de los valores en las bolsas bursátiles por medio de la compra por parte de la Fed y el Tesoro de títulos tóxicos y acciones de las empresas.
 
Gráfico 2
 

Fuente: Buro de Análisis Económico de Estados Unidos
 
La “frustrante” economía
 
El día 7 de junio del año en curso en la Conferencia Internacional Monetaria celebrada en Georgia, Ben Bernanke comentó que: “La recuperación económica parece continuar a un ritmo moderado, aunque a una tasa desigual en todos los sectores y frustrantemente lenta desde la perspectiva de millones de desempleados y subempleados”
 
Como lo vimos en el capítulo anterior, el que se ha beneficiado de la política monetaria y fiscal es el sector corporativo mientras que la clase asalariada ha tenido que aguantar altos niveles de desempleo así como pagar los rescates de las grandes empresas financieras y automotrices.
 
La política monetaria y fiscal aplicada por Estados Unidos también ha sido un fracaso en el sentido de no haber impactado de forma importante en la aceleración del otorgamiento de crédito por parte de la banca comercial dado que existe un crecimiento decepcionante del crédito total bancario. Una de las causas de no prestar dinero es que los bancos han entendido que no se debe prestar dinero a personas o entidades que sean insolventes financieramente, algo que sí pasaba antes del estallido de la burbuja de las hipotecas. Era muy fácil en ese tiempo conseguir un crédito; con tan sólo hipotecar la casa a un banco, éste le daba un préstamo al valor del bien inmueble, el cual estaba inflado por la burbuja financiera hipotecaria. Pero en la actualidad los estadounidenses ya no pueden conseguir fácilmente préstamos bancarios hipotecando sus casas. En primera porque ya están hipotecadas y en segunda porque el valor de las casas ha comenzado nuevamente a descender.
 
La actual desaceleración que vive la economía de Estados Unidos está determinada por dos cosas: La primera es por la caída del consumo, a causa de una contracción muy fuerte del crédito individual (ver gráfica 3)así como también por haber entrado a un nuevo ciclo negativo de la recuperación del valor de las casas. Los estadounidenses entendieron la lección del problema financiero de las hipotecas, que cuando cae el valor de forma constante, les da una señal negativa del rumbo del crecimiento económico y lo que prefieren es comenzar a restringir su consumo para mantener en un cierto grado de liquidez para cualquier contingencia económica-financiera. 
 
Gráfica 3

 

Fuente: Reserva Federal de San Luis

 
La segunda variable económica que está afectando la recuperación económica es la disminución del gasto gubernamental el cual se ha contraído en -5.1% en el primer trimestre de este año. Dentro de este gasto, el rubro que se ha contraído más es el de la defensa nacional en un -11.7%. Cabe señalar que el gasto que realiza el gobierno estadounidense en defensa nacional equivale al 42.8% del gasto mundial esto en el año 2009, según la Stockholm Intenational Peace Research Institute.
 
En la conferencia del 7 de junio, Bernanke comenta que la recuperación ha sido “obstaculizada” por el Tsunami ocurrido el 11 de marzo en Japón. A este comentario se han sumado muchos analistas. Pero la realidad es que este hecho no es tan relevante en el impacto de la desaceleración del crecimiento económico estadounidense ya que las importaciones de Japón en el total de Estados Unidos representa en el primer trimestre de este año, el 7%, mientras que las exportaciones el 5%. Y con respecto al PIB es del 0.4% y 0.2%, respectivamente. Mientras que el gasto militar equivale al 5% del PIB.
 
Un dato interesante de la “frustrante” economía de Estados Unidos nos la da el Institute for Supply Managment al publicar el dato del índice ISM compuesto, el cual refleja el comportamiento económico, del mes de mayo. En este mes este índice cae a los 53.5 puntos estando en el mes anterior en los 60.4 puntos, lo que representa una desaceleración del -11.24%. Resaltemos que esta desaceleración es marginalmente mayor a la que se vivió durante la peor parte de la crisis económica-financiera y me refiero a los meses de septiembre-octubre cuando se da la quiebra del banco de Lehman Brothers y este índice cae en un -11%. Cabe mencionar que este índice lleva tres meses consecutivos (marzo-abril y mayo) con tasas de crecimiento negativo. Si el ISM compuesto cae por debajo de los 50 puntos eso nos quiere decir que la economía se está contrayendo y que es muy posible una recesión.
 
La nueva restricción crediticia (credit crunch)
 
Al darse la quiebra del Banco Lehman Brothers en septiembre del 2008 lo que le pasó al crédito, siendo este el motor financiero de cualquier economía, fue que se contrajo (credit crunch). Los bancos comenzaron a cerrar la ventanilla de préstamos interbancarios, (siendo éstos de vital uso para las operaciones diarias de un banco), y prefirieron guardarlo en el Sistema de la Reserva Federal. (ver gráfica 4)
 
Al contraerse los préstamos interbancarios se crea la alta probabilidad de una corrida bancaria, es decir una quiebra generalizada de los bancos. Es por ello que la Fed salió a rescatar e inyectar dólares de forma masiva a diferentes instituciones financieras.
 
Si observamos en la grafica 11 tenemos que a partir del inicio de este año ha comenzado un fenómeno semejante al vivido en septiembre del 2008. Entiéndase, los bancos en Estados Unidos han comenzado a guardar el dinero provocando el inicio de una restricción crediticia.
 
Este acelerado aumento de las reservas nos da una referencia de que los bancos comerciales desconfían de la recuperación económica que tanto se ha dicho.
 
¡Sospecho que ellos no compran la idea del tsunami! El problema no es un tsunami “obstaculizador”: la realidad es la “frustrante” economía de Estados Unidos y con ella su moneda internacional, el dólar.
 
Gráfica 4
 

Fuente: Reserva Federal de San Luis
 
Leonel Carranco Guerra, Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México, México Distrito Federal.
 

Publicado en América Latina en Movimiento, Ajustes y desbarajustes, No 466
junio de 2011




[1] El monto es calculado a partir del déficit fiscal público y de los créditos otorgados por parte de la Fed por medio de los diferentes canales crediticios principalmente por programas de apoyo financiero, créditos primarios, secundarios, de ventanilla de descuento y créditos estacionarios. Para mayor referencia ver el documento titulado: “Estados Unidos del 2007 al 2010 inyectó dólares equivalentes al 35% de su PIB”, en Obela.org
[2] El dato de referencia del PIB estadounidense que se utilizara en todo el documento es de 14.3 billones de dólares. Este dato es calculado como el promedio del 2007 al 2010. La Fuente es del Buró de Análisis Económico de Estados Unidos.
 [3] Es el índice bursátil más importante; refleja el valor de las acciones de las empresas que cotizan en esa bolsa.
https://www.alainet.org/es/articulo/152007
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