Destrucción histórica de los EE.UU.

18/08/2011
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"Quien controla el suministro de comida controla a la gente; quien controla la energía puede controlar continentes enteros; quien controla el dinero puede controlar el mundo".

Henry Kissinger.

 

El sistema capitalista, sin enemigos estratégicos, y su dinámica irreversible de destrucción histórica, solamente llega hoy de la mano de sus propias contradicciones, entre los propios países capitalistas (G7), dentro de una dialéctica de "autodestrucción", que tendrá como actores a sus propias masas de latinos y ciudadanos, hoy amenazados con los recortes de gastos sociales y el fin del sueño norteamericano y Europeo, abriéndose el de Latinoamérica y del Caribe.

 

Protegidas por el paraguas nuclear-militar del Estado imperial norteamericano (su gendarme mundial) las trasnacionales sionistas capitalistas extraen (roban) las riquezas y recursos naturales de los países dependientes, que luego transfieren y reciclan en forma de capital especulativo en el sistema financiero internacional con central operativa en Wall Street y la Reserva Federal de EEUU que controla el dólar y la dependencia de las economías que alimentan a un modelo malsano.

 

Los bancos y grupos financieros así como las transnacionales que operan en Europa y EEUU, son las mismas que operan en Asia, África y América Latina, y han convertido al mundo en un sistema de economía de enclave cuya gerencia central funciona en Nueva York protegida por el arsenal nuclear y convencional del Pentágono, que tanto daño han hecho al planeta y a la humanidad.

 

Según George Soros: “Actualmente hay una preocupación de que nos estamos aproximando a una recesión mundial, la suposición general es que es una recesión como cualquier otra, el hecho de que esta fase recesiva sea una declinación de un ciclo de largo plazo, no esta en los análisis. Todas las recesiones que existieron luego de la segunda guerra mundial ocurrieron mientras el ciclo del crédito estaba en expansión, pero la recesión que actualmente estamos o no enfrentando ocurriría cuando la capacidad de préstamo  en la economía real se esta contrayendo. Esto crea una situación que no tiene precedentes en la historia”.

 

Para el ALBA, MERCOSUR, CAN y UNASUR, la Alianza del Pacífico, la crisis capitalista, implica un límite claro a una hegemonía regional en bloques soberanos, y más aún al anhelo de desplazar la influencia estadounidense, que es una economía en crisis capitalista estructural.

 

Luego del fracaso estrepitoso del ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas) propiciada por los Estados Unidos, el continente ingresó en una etapa que podría denominarse “realismo plural”. Lejos de los sueños de integración a gran escala propios del auge neoliberal posterior al derrumbe soviético, la década que va de 2000 a 2010 parece haber incubado en silencio y con perfil bajo un nuevo proceso de integración en Latinoamérica y el Caribe: ALBA, MERCOSUR, CAN, UNASUR.

 

Los que toman las decisiones y manejan la economía mundial capitalista "dolarizada" (tanto en EEUU y los países centrales como en Asia, África o América Latina), son los grupos financieros sionistas y las corporaciones trasnacionales "sin fronteras" que tienen como baluarte principal de sus operaciones a la Reserva Federal de EEUU y a Wall Street, y controlan los resortes decisivos del FMI, el Banco Mundial, los bancos centrales de los cinco continentes, Silicon Valley, y el Complejo Militar Industrial norteamericano.

 

El déficit comercial estadounidense llega hoy a la increíble cifra de 500.000 millones de dólares y el dólar no se derrumba. ¿Por qué? Sólo en mayo y junio del 2011, el Banco de China y el Banco de Japón ¡compraron 100.000 millones de dólares del Tesoro estadounidense y otras deudas del gobierno! aún cuando el valor de esos bonos estaba bajando. Lo hicieron para salvar sus exportaciones manipulando el yen al dólar para evitar que subiera el yen.

 

Si bien el papel dominante del dólar en el comercio mundial ya ha sido amenazado por la creación del euro y el surgimiento de China como potencia económica, esta vez la crisis y la caída en el comercio de la primera potencia mundial deja en una situación muy débil al dólar. Las reservas de divisas en dólares han disminuido a un nivel récord del 62%, mientras las reservas en euros han aumentado al 27,5%.

 

EEUU es la mayor potencia militar (convencional y nuclear) mundial, y su presupuesto armamentista de US$1,2 billones se concreta con créditos y efectivo en moneda estadounidense, por lo cual una caída del dólar terminaría con la supremacía del poder militar del Imperio norteamericano, que siempre ha sido el arma letal contra la humanidad.

 

Según el Banco Mundial y el FMI, más de un 70% de las reservas mundiales están en dólares, frente a un 25% en euros de la Unión Europea, que también utiliza el dólar.

 

China, la tercera economía mundial, después de EEUU y la UE, tiene sus reservas en dólares (US$1,3 billón), le siguen Japón con US$ 987,93 mil millones, Rusia con US$ 300 mil millones, Taiwán con US$ 261, 82 mil millones y Corea del Sur con US$229,5 mil millones, India con US$ 200 mil millones, y Brasil está cerca de los US$ 100.000 millones de dólares.

 

La deuda pública norteamericana en dólares ronda los US$ 9 billones, y si a la misma le sumamos las del resto de sectores públicos y privados se llega a los US$ 50 billones (equivalente casi al Producto Bruto Mundial). Esa sola razón explica porqué si se desplomara el dólar, se derrumbaría todo el sistema mundial de la economía capitalista globalizada e interdependiente que hoy funciona con el dólar como moneda patrón.

 

El Sistema Dólar tiene que ver con los países deudores más pobres. Aquí la influencia estadounidense es estratégica en las instituciones clave multilaterales de finanzas -Banco Mundial y FMI, y Organización Mundial de Comercio. Países enteros como Argentina, Brasil o Indonesia son obligados a devaluar monedas en relación al dólar, a privatizar industrias estatales clave, a cortar subsidios, todo ello para cancelar la deuda en dólares, con mucha frecuencia a bancos privados estadounidenses. Cuando se resisten a vender sus mejores activos, se les acusa de ser corruptos. La riqueza de los centros de dinero de los paraísos fiscales en el Caribe, una parte clave del ciclo del dinero de la droga, también es una consecuencia directa de las decisiones de Washington en los setenta, y después, de liberalizar los mercados y bancos financieros. Mientras el dólar sea la moneda global, Estados Unidos gana, o al menos sus grandes bancos.

 

El colapso del dólar puede ser mucho antes de lo previsto dando cuenta del nuevo orden (o mayor desorden) mundial que comienza a emerger. Los países petroleros del Golfo Pérsico, junto a China, Rusia, Francia y otros países, han puesto en marcha un plan para dejar de usar el dólar para comprar y vender petróleo. Se trata del cambio más profundo de la historia reciente y en parte de sus declaraciones se pretende que el petróleo deje de financiar, vía dólar, las guerras que promueve Estados Unidos y que tienen mucho que ver en esta bancarrota mundial.

 

- Ubaldo Tejada Guerrero

Analista Global – utguerrero31@yahoo.es

 

https://www.alainet.org/es/articulo/151945?language=es
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