Hasta dónde llega el cáncer financiero?
12/07/2011
- Opinión
La metástasis de este cáncer financiero que amenaza la viabilidad, la existencia misma de la sociedad tal y como la conocemos, ha ido contaminando y destruyendo órganos más o menos sensibles para el organismo europeo, como millones de familias, pequeñas y medianas empresas y estados cuyos habitantes creían soberanos.
La virulencia de esta enfermedad conocida como sistema financiero, es tal que hasta el momento no se ha encontrado, no ya la cura, sino que tampoco se ha encontrado un maldito tratamiento que lo contrarreste y alivie de sus efectos. Es más, yo diría que ni tan siquiera se ha estado buscando un remedio.
Ahora parece que la UE amaga con tomar medidas contra las agencias de rating, esas células terroristas del sistema financiero que operan al margen de la ley. Ahora!, cuando la propia Comisión elaboró hace casi tres años una propuesta para la creación de una agencia de rating europea y pública, como demuestra este documento de propuesta (descargar[1]) que ha permanecido dormido en algún cajón olvidado todo este tiempo. Ahora! Según la agencia EFE la propia Comisión Europea «descarta crear una agencia europea de calificación antes de 2012[2]». Después de todo, parece que la burocracia no era un mal exclusivo de algunos experimentos comunistas. ¿Y si tal despropósito no tuviera su origen en la burocracia?, ¿y si tuviera su origen en la intencionalidad de los intereses ocultos?
Pero las instituciones supranacionales, incluso las nacionales, sobre las que ya no recaen más que sospechas de connivencia y complicidad con el cáncer financiero, no son los únicos factores coadyuvantes de la propagación del cáncer, los medios de comunicación representan su papel con una máscara de inocencia tres tallas más pequeña que deja ver lo que hay detrás. Si analizamos, no lo que dicen, sino cómo lo dicen, al respecto de este asunto, inmediatamente nos daremos cuenta:
«La UE exigirá transparencia a las agencias[3]», según El PAÍS; «La UE arremete contra las agencias de rating[4]», según la agencia Reuters; «La UE quiere prohibir a las agencias de rating que califiquen a los rescatados[5]» según El Economista; «Comisaria de la UE critica duramente a las agencias de rating[6]», según Deutsche Well. Y no falta quien, además critica al propio enfermo, como titula El Universal: «Italia agudiza crisis de deuda pública en Europa[7]».
¿Por qué han esperado tanto los medios?, ¿por qué siguen esperando tanto las instituciones europeas?, ¿por qué los medios solo pueden hablar de intenciones y de acciones futuras de esas instituciones?, ¿qué o quién les impide tomar medidas de forma inmediata?, ¿hasta dónde llega el cáncer financiero?, ¿está extendido a los “grandes” medios de comunicación?, ¿está extendido acaso por las instituciones europeas que se supone nos representan? Si así fuera, la extirpación de los órganos afectados puede ser el tratamiento más efectivo.
Tanto en Italia como en España se está probando con expectativas ilusionantes un tratamiento de choque consistente en denunciar las prácticas mafiosas de las agencias.
En España ya se han tomado acciones contra los abusos de posición e información privilegiada cometidos por las agencias de rating, aunque tal acción se ha visto frenada en seco por la Fiscalía Anticorrupción, donde la querella duerme el sueño de los corruptos desde hace cuatro meses, un tiempo que el colectivo de abogados querellantes considera excesivo para establecer diligencias y emitir un pronunciamiento sobre competencias, tal y como denuncia dicho colectivo en este comunicado de prensa[8].
En Italia también se han parapetado contra los ataques de las células cancerígenas que son las agencias[9], aunque sin una ayuda clara por parte de las instituciones del país, al igual que en España. Por algo será.
Puede que solo sean impresiones mías, pero creo que la metástasis de este cáncer parasitario que se produjo en Irlanda, Portugal y Grecia, no llegará a España ni a Italia mientras el cáncer financiero pueda acabar con nuestra salud económica tan solo a base de amenazas y amagos de contagio[10]
https://www.alainet.org/es/articulo/151155
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