Rapiña de territorios: el olor a saqueo de los frijoles importados de Etiopía
De productor a importador de alimentos
20/06/2011
- Opinión
La reciente noticia en Honduras sobre la importación de frijoles de Etiopía, ha causado conmoción entre los productores locales de alimentos, quienes señalan la inconsistencia de la supuesta política estatal en relación a la seguridad alimentaria.
El Banco Central de Honduras indicó que durante el año 2010 Honduras importó 427 millones de dólares en alimentos (1), mientras los productores nacionales agonizan por la falta de créditos y una estrategia nacional de producción que vaya más allá del apoyo a los agrocombustibles. "Supuestamente existen los fondos, pero no se puede acceder a los créditos" señala la Asociación de Productores de Granos (2). Por otro lado la FAO en Honduras señala que el 60% de los hondureños no tiene acceso a salarios, formas de producción, ni conocimiento para acceder a una adecuada alimentación (3).
La capacidad de improvisación en materia de seguridad alimentaria, por parte de las ultimas administraciones gubernamentales, está ligada a la estrategia impuesta por el Banco Mundial y la USAID, quienes vienen promoviendo los agrocombustibles en detrimento de la producción de granos básicos.
Mientras tanto de forma silenciosa, el Estado de Honduras por intermedio de la ley de Regiones Especiales para el Desarrollo (RED) conocida además como las "ciudades modelos", crea la apertura para una rapiña de territorios, en detrimento de las poblaciones locales y al servicio del capital internacional.
El Fantasma de Gambella y los frijoles provenientes de Etiopía.
Es bastante curioso que Honduras, un país que a pesar de los efectos del cambio climático, puede ser autosuficiente en la producción de alimentos, se haya convertido en la actualidad en un importador de granos básicos.
Más lamentable es que los frijoles rojos en proceso de importación al país se obtengan nada menos que de uno de los países más pobres del mundo: Etiopía, el que cuenta con 13 millones de personas dependientes de ayuda alimentaria de la comunidad internacional, mientras existe una política de rentar enormes extensiones de tierra a compañías extranjeras, y se expulsa a las poblaciones locales de los territorios que han utilizado durante milenios.
En el último año ha circulado información sobre desplazamientos poblacionales en la región de Gambella, generados por el otorgamiento de concesiones de enormes cantidades de tierra a precios irrisorios a compañías extranjeras dedicadas a la producción de alimentos y de flores ornamentales
El irrisorio precio exigido por el gobierno etíope a la compañía Karaturi de la India es de Usd$245 por 2.500 kilómetros cuadrados a la semana (4), con un contrato cerrado a 50 años. Karaturi es uno de los 25 agronegocios más grandes del planeta, con presencia en África desde hace más una década en Kenia, donde predomina en el contaminante mercado de la producción de flores para la exportación al mercado europeo.
La provincia de Gambella se encuentra localizada en el sureste de ese país, en la frontera con Sudan del Sur y es una de las regiones más fértiles de Etiopía, contando con una variada composición de pueblos indígenas que comprende los Nuer, Anunuak, Mezhenger, Apanay Komo. En Gambella se dio la experiencia de la represa Abobo, supuestamente destinada a abastecer de irrigación una zona que hasta la fecha posee precipitaciones suficientes para la agricultura.
Las poblaciones afectadas por la presencia de la empresa hindú karaturi, señalan que no fueron en ningún momento consultados. Karatiru Global Ltd. posee alrededor de 3,000 kilómetros cuadrados de tierra, considerado el mayor banco de tierras del planeta, que van desde la India, pasado por Etiopía, Kenia, Uganda y República Democrática del Congo. En ningún momento la producción de comida de Karaturi representa seguridad alimentaria para los países donde se encuentran sus filiales, al contrario suele apoderarse de las tierras más fértiles, destinando su producción para la exportación.
Según el Banco Mundial, se han transado 35 millones de hectáreas en detrimento de los países más pobres. El gobierno de Etiopía indica que 36 países incluyendo India, China, Paquistán y Arabia Saudita han alquilado tierras para agronegocios.
El fenómeno de rapiña de tierras en África también se esta dando en Latinoamérica, tal es el caso de Provincia de Rio Negro, Argentina, donde empresas Chinas se han apoderado de 320.000 hectáreas de tierra (5).
Ciertamente los frijoles importados de Etiopía, están perfumados por la carroña del saqueo. Mientras tanto los productores nacionales, carecen de acceso a créditos y asistencia técnica, encontrándose Honduras en la antesala de la hambruna, provocada en gran parte por la desidia gubernamental y la especulación internacional de los precios de los cereales.
Honduras y las Regiones Especiales de Desarrollo.
Un siglo después de la entrega de Honduras a Sam Zemurray, financista de la invasión perpetrada por Manuel Bonilla en 1911, el Congreso Nacional en el mes de enero del 2011, creó la Ley de Regiones Especiales para el Desarrollo (RED) conocida también como ciudad modelo (charter city), ley que permite ceder parte del territorio a inversionistas extranjeros.
La RED ha sido manejada con un gran sigilo por parte del Estado y la elite de poder nacional, sin que hasta a fecha por razones "desconocidas" se señale el lugar preciso del territorio de 100 kilómetros cuadrados que será subastada al capital foráneo.
Parece ser que el modelo de expulsión efectuada en Gambella de las poblaciones nativas, lo quieren repetir en la Costa Garífuna. Honduras posterior al golpe de Estado del año 2009, se ha convertido en un laboratorio social y político, donde se han venido implementado una serie de leyes de corte neoliberal que han retrocedido los pocos avances sociales del último medio siglo.
En relación a los pueblos indígenas y negros del país, desde hace varías administraciones gubernamentales se viene creando las condiciones para atomizar la propiedad comunitaria e inducir al efecto domino de ventas de tierra. Una vez el promotor numero uno de la pobreza, el Banco Mundial, financió la actual Ley de Propiedad que en su Capitulo III, auspicia la destrucción de los títulos comunitarios.
La rapiña de territorios y los desplazamientos poblaciones en el planeta, se convierten en un afianzamiento de la nueva visión en la producción industrial de alimentos que a todas luces es un retroceso para la lucha en contra del cambio climático. Los organismos financieros apuestan a este modelo de producción, señalando al campesinado como improductivo, sin tomar en cuenta que esa agricultura en pequeña escala es la llamada a salvar el planeta.
La Ceiba 21 de Junio del 2011
Organización Fraternal Negra Hondureña, OFRANEH
https://www.alainet.org/es/articulo/150674?language=en
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