La sospechosa guarida de Bin Laden
03/05/2011
- Opinión
Llama la atención acerca del lugar donde se habría encontrado a Osama Bin Laden.
Durante una década los EEUU y sus aliados invadieron Afganistán (y luego Irak) ocasionando cientos de miles de muertos y billones de dólares en pérdidas materiales, siendo la excusa inicial querer dar con Bin Laden. Sin embargo, a él se le ubicó viviendo en una mansión en Abbottabad, una pequeña ciudad de militares en la periferia de Islamabad, la capital de Pakistán, el mayor aliado de EEUU en el Asia central y el único de los 55 países musulmanes que cuenta con bombas nucleares (además, sin que el Pentágono objete ello, como si pasa con Irán o Nor-Corea).
Abbottabad, que tiene hoy unos 120,000 habitantes, siempre ha sido muy apreciada por los uniformados. Esta fue creada por el mayor británico Abbot (de allí lleva su nombre) en 1853. Esta fue la base de una brigada y de 4 batallones gurkas (hasta hoy los mejores combatientes del imperio británico).
Hoy en sus inmediaciones está la Academia Militar de Pakistán, la cual entrena anualmente a 3 batallones, 12 compañías y otros 2000 oficiales de 34 países, siendo el equivalente local de las escuelas de oficiales norteamericanos de West Point, Sandhurst o Saint Cyr.
La zona goza de un buen clima y tiene un alto valor estratégico militar. Se encuentra a 50 kilómetros de la capita. Está rodeada al este por el borde con la Cachemira pakistaní, desde donde operan una serie de grupos armados que piden que la Cachemira india (donde reside una población mayoritariamente mahometana) se vuelva independiente o sea anexada a Pakistán. Al oeste están las zonas de las tribus pastúes, las mismas que son la principal etnia de Pakistán y el reducto de los talibanes.
Se dice que el amurallado fortín donde se ejecutó a Bin laden fue construido especialmente para él hace 6 años. Este destacaba por sus altos y alambrados muros, por su tamaño y costos (unas 10 veces mayores que los del resto de casas de la ciudad) y por carecer de servicios de telefonía o internet. Los satélites espías muy bien pudieron haber dado con ésta, a la cual solo le hubiese faltado un letrero luminoso que diga ‘aquí vive el jefe de Al Qaeda’.
El hecho de que el ‘hombre más buscado del mundo’ se hubiese escondido en ese fortín tan llamativo y en medio del corazón político y militar de la república musulmana pro-EEUU más poderosa genera sospechas. Los EEUU no quisieron notificar a su aliado de la operación que conducirían en su propio suelo. Esto no es solo una humillación a dicha nación sino un indicativo de lo contradictoria que es la guerra global contra el terrorismo musulmán.
Cuando en 1979 cayó el Sha de Irán los EEUU transformaron a Arabia Saudita y a Pakistán como sus dos grandes aliados que fomentaban el terrorismo fundamentalista islámico contra Moscú. Bin Laden, Al Qaeda y los talibanes fueron armados ideológica y militarmente por ellos.
Todos han jugado una doble política. Pakistán recibe con una mano billones de dólares en ayuda militar y en la otra mano protege a terroristas islámicos en sus ambiciones sobre India o Afganistán. Los EEUU, tras haber creado a Al Qaeda, han usado ésta como un demonio (sabiendo que su peso en las masas musulmanas es mínimo, tal cual lo demuestran la ola de protestas árabes) a fin de alentar una serie de intervenciones militares para desarrollar su poderío militar, diplomático y energético.
https://www.alainet.org/es/articulo/149465?language=en
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