Los cumplidores de profecías

23/04/2011
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“EEUU seguirá defendiendo la democracia y los derechos universales que todos los seres humanos se merecen, tanto en Siria como en todo el mundo” (Barack Obama, presidente de los Estados Unidos)
 
Muchas han sido las profecías que se han hecho a lo largo de la historia, de mayor o menor trascendencia, de mayor o menor proyección en el tiempo, de lugares más o menos cercanos al autor… Sus autores han sido videntes, adivinos, médicos, santones, campesinos, pastores… Las hay sobre enfermedades, catástrofes, reyes, papas, dictadores, conquistas, guerras, revoluciones, caídas y nacimientos de imperios…, las hay contemporáneas, antiguas y muy antiguas….
 
Pero hay un tipo de profecías que destaca por encima de las demás, son aquellas realizadas por personas muy poderosas (o cercanas a ellas), sobre hechos a ocurrir en el corto plazo, y que tienen una grave afectación para una persona o conjunto de personas ajenas al adivino, y muy frecuentemente defensoras de intereses contrarios a los del adivino. Es lo que en otro contexto solemos llamar “amenaza”.
 
Entre estas “profecías” destacan las realizadas por los Estados Unidos con respecto a las situaciones de conflicto bélico que se han dado en diferentes puntos del planeta en los últimos años. Poco después del 11 de septiembre de 2.001, según comenta en este video[1] el general estadounidense Wesley Clark, el gobierno de los Estados Unidos había trazado un plan para invadir 7 países de Oriente Medio y África: Irak, Siria, Líbano, Libia, Sudán, Somalia e Irán. Después de destrozar Somalia, Líbano, Sudán e Irak, ahora le llegó el turno a Libia, cuya destrucción se está llevando a cabo ante la consideración negativa de la mayoría de la población y la mirada atónita de los pocos que aún creían en una motivación “humanitaria” como base de esta guerra programada.
 
Siria e Irán
 
Sobre Siria ya se está cerniendo la sombra de una injerencia inminente por parte de los Estados Unidos. Obama ha acusado al presidente sirio[2], Bachar al Asad, de buscar la ayuda de Irán para reprimir las protestas en su país. Según parece, nada tiene de malo buscar la ayuda de Francia para la represión de las revueltas, tal y como hizo Túnez; o buscar la ayuda de Arabia Saudí, tal y como hizo Bahrein; ahora bien, si uno busca la ayuda de Irán, esto le convierte automáticamente en terrorista; lo que viene a ser tan estúpido como afirmar que “mis balas hacen justicia, mientras que las tuyas causan dolor y muerte.  El cumplimiento de esta profecía puede ser cuestión de tiempo, tal vez no mucho.
 
El mito de Irán como amenaza real para los Estados Unidos, se ha ido forjando en base a “informes de producción propia”[3], en base a medias verdades y a mentiras completas, en base a amenazas iraníes fantasma[4], y en base a amenazas estadounidenses reales[5]. Pero sea como fuere, el “crecimiento” de este supuesto “enemigo”, en el ocaso de otros enemigos que nunca lo fueron (Irak o Afganistán), ha legitimado el incremento constante del presupuesto militar de los Estados Unidos, verdadero motor de su economía y del terrorismo mundial, valga el bucle y la redundancia.
 
Egipto y Túnez
 
Los casos de Egipto y Túnez pueden considerarse especiales. No fueron incluidos en las profecías, ya que no han precisado de una injerencia militar, pues con la injerencia política, comercial y diplomática ha sido suficiente para que ambos países continúen siendo satélites de Washington como lo habían sido hasta antes de sus respectivas “revoluciones”.
 
Latinoamérica
 
Por merecer un denso y exhaustivo trabajo aparte, para otro día dejamos las profecías relacionadas con la interminable y abominable historia de las injerencias llevadas a cabo por los Estados Unidos contra la soberanía y los pueblos de casi todas las naciones de Centroamérica y Suramérica.
 
Notas
 
https://www.alainet.org/es/articulo/149249
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