Adonde vas siglo XXI

26/01/2011
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“Donde el hombre pone su planta pisa siempre cien senderos”

La direccionalidad mediática, los columnistas de opinión de diarios centrales que en su mayoría no son periodistas y la acción estratégica de los colectivos políticos ya sea en el gobierno o en la oposición apuestan claramente a la inmediatez. Se construyen ciertas noticias matrices y sobre ellas se construye toda opinión y reflexión.

A fines del siglo XVIII Túpac Amaru, en un acto horroroso tuvo que ver como sus amigos, su esposa y sus dos hijos eran asesinados para luego ser descuartizado por los españoles invasores.

En el siglo XX, en la segunda mitad del siglo, 1961, Lumumba es ejecutado por soldados belgas en el Congo, nación que pudo ser un gigante dentro de África, y luego destruido con ácido sulfúrico.

¿Realmente nuestra especie es capaz de un desarrollo de la conciencia moral?, ¿no ha pasado con la idea de moral lo que pasó con la razón de la Ilustración que había prometido un progreso permanente de nuestra civilización y que lo único que se demostró que tanta fantasía era desmentida por la realidad, por el mundo fáctico?

En lugar de leer novelas le recomiendo a los jóvenes leer a Max Weber este brillante sociólogo y filósofo alemán para entender que desde una parcial mirada intelectual sobre la razón se puede caer, como lo ha hecho nuestra especie en una brutal irracionalidad. Basta recordar que el NAPALM, esta vergonzante y escalofriante arma para destruir con llamas de mucha duración vidas en Corea y Vietnam y Japón, tiene como creadora a la Universidad de Harvard, el Ejército y un laboratorio.

Hoy en España se discute la ley para impedir atentar contra la propiedad intelectual en Internet. Los creadores, cualquiera sea su valor e importancia venden sus creaciones y se encuentran en el circuito mercantil. Me pregunto si los millones de cesantes en la Unión Europea, más los llamados mileuristas (los que ganan 1000 euros por mes) y los parados que recibirán 350 euros por mes deberán quedar al margen de la cultura. Porque leyendo una conversación que un periodista del diario El País de Madrid soportó entre Humberto Eco y Javier Marías, ambos escritores, aunque Eco se destacó también en el ámbito de la semiótica. Nunca leí algo más narcisista, cínico y de apreciaciones simplistas como lo referente a Wikileaks o los medios que según Eco nos informan plenamente. Y sorprende en Eco su desdén hacia sus lectores por ser estúpidos. La gente no sabe nada de diplomacia, nada de literatura, y ellos son esos Hércules de feria que muestran sus bíceps culturales como escribía Ortega pensando en aquellos que usan la cultura como una cola de pavo real.

Los profetas siempre les contaron historias a los reyes con la esperanza que se reconociesen en ellas sin el menor resultado. La cultura de mercado, con profundos matices publicitarios y con los datos de técnicas de mercado pueden vender sus productos como obras máximas. Cantantes, escritores, actores, actrices se ofrecen como maneras de estar en forma, de ser culto y ser parte de la cultura de mercado y adorar a sus popes lo demás es pura contabilidad.

Podemos enumerar desde Irak muchas situaciones donde la vida es una banalidad en este milenio que la publicidad occidental lo pronosticó como un milenio del progreso, de derrotar la pobreza y del valor de la vida. Un relator de noticias de CNN al comentar los casi 1000 muertos de los cuales más de 300 son niños en Río de Janeiro, habló “… de cerca de 1000 muertos y monedas…” Una descripción nada feliz para referirse a la vida de personas que aparecen de vez en cuando en los medios. En esta gramática narrativa con una sintaxis sorprendente una conductora muestra el caso en una villa miseria donde un joven es abatido por la policía y la cámara encima a una madre destruida que resignada baja su rostro y termina en una imagen congelada, inmediatamente parece la conductora sonriente anunciando una gran exposición de nuevos modelos de automóviles en París….

La aritmetización de la vida en sociedad a veces es impactante. En Portugal la mitad de la población con derecho a voto no lo hace y delega irresponsablemente la direccionalidad de su país a lo más conservador del mismo.

Günter Grass en el Tambor de Hojalata relata el encuentro de Oskar el chico que no quiere crecer porque lo que ve le resulta inaceptable y lo manifiesta con sus gritos que por la potencia rompe los vidrios y un día va al circo y ve una familia de enanos que tienen su rutina en ese lugar y luego de la función se acerca a ellos y les comenta que el tiene un talento y grita fuertemente y se quiebran todas las lamparitas cercanas del circo. Ellos se maravillan y le recomiendan venir a mostrar su talento y él no acepta. Entonces el jefe de familia le dice que si el no ocupa su lugar otros lo harán. El nazismo en Alemania, donde según el filósofo Horkheimer el pueblo apostaba por la democracia… fue quien ocupó el lugar y su historia ya lo sabemos.

Adonde va el siglo XXI. Es indudable que merece una respuesta más universal, participativa, horizontal y donde nadie sobre porque el lugar de toda la humanidad está siendo ocupado por un pequeño sector con poder inmenso y acción constante y decidida que se llama “mercados” y que construye su cultura ad hoc, sus medios masivos omitiendo, distorsionando, desviando la atención mientras las mayorías marginales y mal organizadas no se atreven a ocupar su lugar.

- Walter Dennis Muñoz es Periodista

https://www.alainet.org/es/articulo/147057
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