Crisis en plural

02/12/2010
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Imposible no ver en la fase actual de la crisis financiera que afecta a países europeos y en los drásticos programas de austeridad aportados por el FMI, el Banco Central Europeo y la mancuerna Ángela Merkel y Nicolás Sarkozy –gobernantes de los países dominantes de la Unión Europea (UE)- una ofensiva total del especulativo y dominante sector financiero para hacer pagar por el pueblo trabajador, los cesantes, los jubilados, los estudiantes y los enfermos la factura de riesgosas inversiones efectuadas por bancos privados alemanes, estadounidenses, franceses y de otros países, como es el fondo del problema en Irlanda, Grecia, y los países que están siendo arrastrados hacia esta destructora espiral por la “mano invisible” del mercado de obligaciones.
 
El economista Rick Wolf escribe que los bancos europeos, que concedieron tantos préstamos riesgosos a los bancos irlandeses, no aceptan la posibilidad de que Irlanda se muestre incapaz o no dispuesta, por la presión popular, a pagar las deudas que “el gobierno irlandés asumió de los bancos privados. Por eso los bancos europeos repitieron el número de los bancos irlandeses: forzar a los gobiernos de la UE para que den prestamos al gobierno irlandés y éste pueda cubrir la deuda socializada de los bancos irlandeses”. Wolf, profesor de la Universidad de Massachusetts y autor de “Capitalism Hits the Fan: The Global Economic Meltdown and What to Do about It”, recuerda que el éxito de esta “operación” dependerá de si las masas irlandesas aceptarán o no la situación y sus consecuencias.
 
Cesación de pagos y el destino de la UE en la mesa
 
 En un análisis para el banco Citigroup que pone al día la “crisis de la deuda soberana”, el conocido economista británico Willem Buiter (1) afirma que varios países de la zona del euro son insolventes, incluyendo a Grecia, Irlanda, Portugal y España, y que “a pesar del reciente drama, creemos que solo hemos visto el primer acto de una historia que gira en torno de la “morosidad soberana” en la zona europea “desde la cesación de pagos de Alemania Occidental en 1948”. El riesgo de una cesación de pagos sobre la deuda soberana se manifiesta hoy día en Europa Occidental, en particular en su periferia, según Buiter. Y las preocupaciones de esta posible cesación de pago sobre la deuda soberana es extendida por el economista a Japón y Estados Unidos. En la conclusión del análisis de 11 páginas Buiter dice que en materia de deuda soberana no existe tal cosa como la “seguridad absoluta”, y que la situación en Irlanda subraya que en una situación de crisis se puede convertir en borrosa la distinción entre los balances de la deuda pública y privada.
 
 El economista Wolfang Munchau (eurointelligence.com y Financial Times) afirma que la política aplicada a Irlanda no solo será incapaz de resolver el problema sino que lo agravará, porque “ahora los mercados se están enfocando en la insolvencia, mientras los gobiernos (de la UE) enfocan la liquidez”, y opina que la agravación de la situación “garantiza –en la ausencia de una improbable unión fiscal- que algunos Estados miembros abandonarán la eurozona en algún momento en el futuro”. Esta dinámica, según Munchau, irá hasta el final, y por ello “están en peligro de rompimiento tanto la zona euro como la UE en sí misma”.
 
La crisis actual y la posición asumida hasta el momento por la UE, o para decirlo en claro por los dos países que deciden –Alemania y Francia-, se resume a dar prioridad a salvar a sus grandes bancos privados y a los riesgosos inversionistas antes que dar soluciones a las naciones y pueblos que han salido afectados por la especulación financiera que llevó a la crisis actual y ahora son sometidos a una austeridad que los condena a una o varias décadas de retrocesos y sufrimientos sociales. Y como dice Munchau, esta dinámica augura rompimientos en la zona euro y en la UE.
 
Y también la olvidada lucha de clases
 
Un creciente número de economistas y analistas políticos también previenen que las políticas de austeridad tan drásticas como las que están siendo aplicadas en Grecia, Irlanda, Portugal y España llevarán a una respuesta social y política de parte de los sectores populares más afectados, que los gobiernos conservadores y socialdemócratas que apliquen estas políticas serán debilitados o derrotados, y que por la presión social y política estará sobre la mesa la opción de la cesación de pagos y una reestructuración de la deuda con un importante descuento, y el reemplazo de los programas de austeridad con medidas de estimulo para la economía real.
 
 La plutocracia dominante, observan analistas estadounidenses y europeos, creyó haber ganado definitivamente la lucha de clases, y como escribe el profesor Rick Wolf, todos los gobiernos de la UE piensan que “pueden comenzar el proceso de exprimirle el jugo a todos los europeos para pagar el costo de esta socialización de los masivos errores del sector privado del capitalismo”.
 
Difícil predecir cual será el desenvolvimiento de esta crisis plural, porque es tanto de orden económico y financiero como político, social y cultural.
 
 Al analizar la actitud del pueblo frente a los dos mandatos de George W. Bush el filosofo estadounidense Richard Lichtman (2) se interroga sobre cómo fue posible que una mayoría del pueblo haya escogido la pesadilla de subordinarse a las terribles políticas de ese mandatario y llama a estudios y análisis multidisciplinarios para entender la situación en Estados Unidos: En este momento la corriente de movimientos hacia la ‘derecha’ es explicada a partir de la bases del caos económico, por la pérdida de empleos y de las casas, y la consiguiente ansiedad vivencial. No se puede negar que este particular asalto en las vidas de tanta gente durante la actual recesión es una parte importante en la explicación de la pasividad y de nuestra incoherente realidad política. Empero, escribe Lichtman, esta ocasión necesita en sí misma ser explicada, y en consecuencia nos vemos forzados a volver a fijarnos en las coyunturas históricas pasadas que asimismo llevaron a masivas apatías populares: circunstancias tales como el rápido declive del movimiento sindical, el surgimiento de manipulativas medios de información, la creciente tendencia hacia una fragmentación del trabajo, la autonomía de la tecnología, la desintegración de la familia tradicional y la ‘compra y venta’ de la vigente mitología política por las elites capitalistas y sus entupidamente llamados ‘think tanks”.
 
Lichtman no es el único insatisfecho con la falta de estudios sociales y políticos que expliquen no solo las posibles causas de la apatía popular sino también y entre muchas otras cosas la impotencia e irrelevancia de los partidos políticos en esta grave coyuntura. Quizás, como elabora un viejo amigo, el problema reside en que el mundo cambió tanto y tan rápido que no sabemos dónde nos encontramos ni cómo llegamos a esta alienación total. Y agrega que lo positivo es que como nunca en las últimas tres décadas hay ahora un creciente número de viejos y jóvenes intelectuales, militantes y observadores de la realidad que comienzan a plantear las buenas preguntas y a explorar las disciplinas que pueden conducir a obtener las buenas respuestas.
 
 Notas
 
(1)        Buiter es profesor de Economía Política en la London School of Economics, fue economista en el Banco de Inglaterra y del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, y actualmente es economista jefe del Citigroup (http://www.nber.org/~wbuiter/sdcupdate.pdf).
 
 
https://www.alainet.org/es/articulo/146042?language=en

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