Otro escándalo más y van…

Néstor García Iturbe

03/12/2010

Opinión

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WIKILEAKS le ha quitado a Estados Unidos los últimos argumentos que esgrimían para mostrarse al mundo como un estado preocupado por el bienestar internacional, el orden mundial, la paz y la democracia.

Los que ilusamente hacían referencia a una u otra administración, ya fuera esta demócrata o republicana, para tratar de establecer diferencias entre el tratamiento que una u otra le daba a cierto asunto en el terreno internacional, ahora pueden llegar a la conclusión de que todas utilizan los mismos métodos y tratan de obtener los mismos resultados amparados en la tantas veces cacareada Seguridad Nacional de Estados Unidos que en realidad significa la defensa de los intereses económicos de la clase dominante de dicho país.

Los llamados “halcones” y las “palomas” tienen el mismo comportamiento en el campo internacional, se apoyan en las operaciones encubiertas de la CIA, en las actividades del Pentágono, en la actividad de espionaje y subversión que realiza el Departamento de Estado y en la presión que ejercen las distintas agencias del gobierno estadounidense sobre los “países amigos”.

No debe sorprendernos que en este contubernio de política exterior, que ahora conocemos gracias a las revelaciones de Wikileaks, se encuentren involucrados personajes catalogados de reaccionarios que van de la mano con otros que se titulan como liberales o moderados.

Puede decirse que este es el escándalo del momento. En otros momentos los escándalos han sido las torturas en las cárceles de la CIA, el vejaminoso tratamiento a los prisioneros en Abu gabi, la utilización de los “drones” para masacrar al pueblo Pakistani, la organización del golpe de estado en Honduras y el intento en Venezuela, los planes para asesinar a distintos Jefes de Gobierno de América Latina, el contubernio y protección a terroristas internacionales y otros tantos que sería muy larga la lista para exponerla en un solo artículo.

El pragmatismo y despotismo estadounidense se pone de manifiesto una vez más, como lo ha hecho en tantas oportunidades y pasa por encima de la honestidad, la decencia, la honradez y el respeto a las leyes internacionales. En resumen, consideran que para lograr un objetivo, todo vale.

Vuelve a ponerse de moda aquella frase que dijo un alto funcionario de Estados Unidos. Convence a unos, engaña a los otros y compra a los que quedan.

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