El desafío de las tecnologías de extensión colectivas

01/12/2010
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  • Opinión
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Se trata de bañar al bebé y que el agua sucia se vaya por el caño y no el bebé.
 
Los medios constituyen por su disponibilidad tecnológica un espacio de construcción de acuerdos o consensos que el disenso o conflicto permanente que determina el funcionamiento de la sociedad actual, nos plantea cotidianamente.
 
La mayor o menor significancia del proceso democrático determinará al mismo tiempo el pasaje democrático de los diversos actores sociales al plano de la exposición pública de argumentos susceptibles de crítica, a ese espacio simbólico que los medios proponen. Dicho de otro modo, a mayor conciencia personal, social y cultural del valor de la democracia y teniendo estructuras operativas de participación más grupos sociales accederán al debate público, ese más apunta a un criterio discursivo y no necesariamente a más tecnologías con sentido aritmético, o se mantendrá el mecanismo actual sustentado en la capacidad de sostenimiento financiero aparcado en sectores que ideológicamente son fácilmente ubicables.
 
Esta meridiana estrategia mediática que determina unilateralmente el discurso social confunde a las mayorías que piensan que allí está todo lo que se puede saber incluyendo la crítica a ese saber que algunos medios terminan por ceder ante ese principio comunicacional ya conocido que dice que en la batalla discursiva lo importante es quien constituye a quien. Dicho de otro modo, las grandes tecnologías globales dividieron al mundo conceptual en dos lados, o comunistas o liberales. Populismo o democracia, medios capitalistas o medios alternativos. De allí nadie se escapa. Alternativo se siente un medio cuando es desprolijo, sin diseño gráfico creativo, calificador y descalificador. Donde todos están equivocados menos ellos. Los criterios y metodologías comunicacionales no existen. Salvo muy honrosas excepciones los medios estrictamente digitales (me refiero a medios, blogs, portales, muros, etc) pretenden escribir breve, con estilo abierto, participativo “en el medio” y no “desde el medio”. La comunicación se produce entre y no desde un lugar productivo y un lugar pasivo receptivo.
 
Esos espacios que generan las tecnologías son los que permiten que no sea la tecnología la dominante sino que lo sea la mayor amplitud de participación de sectores sociales con capacidad de discurso soportado en la razón y una praxis social coherente.
Por eso es realmente desagradable y desalentador ver la estrategia de “participación” que grandes medios ofrecen para que “su” público opine en forma anónima lo que permite ver dos cosas muy claras. El nivel menos que mediocre de los opinadores que hablan como decía mi padre porque tienen boca, estos escriben y mal porque tienen computadora personal. La segunda cosa es que esos opinadores legitiman a los opinadores profesionales dando la imagen que los lectores, auditores, televidentes son tontos. 
 
De tal manera que admiro a quienes por escapar de los medios tradicionales recurren a los medios virtuales. Los admiro por la inocencia. La paciencia y la esperanza. Cuando cierran la pc tienen que entrar a lo fáctico y darse cuenta que aquí no pasa nada y que las reglas del juego personal, social y de poder se escriben diariamente sin que seamos tomados en cuenta incluidos aquellos que piensan que algo de razón tenemos.
 
- Walter Dennis Muñoz es Periodista.
https://www.alainet.org/es/articulo/145926?language=es
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