Voces Ciudadanas en las Negociaciones de CC en Bonn

02/06/2010
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Quiero comenzar recordando que los impactos del cambio climático que estamos viviendo hoy en día no son un castigo que cae del cielo. Los responsables tienen su historia: son aquellos que tomaron nuestros recursos, nuestros derechos y nuestra riqueza y ahora tienen el deber de honrar su deuda con el fin de permitir a la humanidad vivir con dignidad y sin la amenaza permanente a su vida.  Ese es el desafío que se debe afrontar en esta reunión entre períodos de sesiones de la CMNUCC en Bonn.
 
Hoy en día, el calentamiento global muestra las relaciones de desigualdad que han enriquecido sólo a una pequeña proporción de personas en el mundo. Muestra las inequidades y cómo los países ricos se han desarrollado mediante la ocupación de nuestros territorios, de nuestras vidas y de la atmósfera, donde sus emisiones ocupan la mayor proporción, mientras que los peores impactos caen sobre las personas más pobres de los países en desarrollo. Por eso, esta crisis debe enfrentarse con la equidad, a fin de devolverle humanidad y tranquilidad al mundo.
 
Por eso, las voces que deben ser escuchadas ahora son las que provienen del pueblo, y las que provienen de los reclamos de la Madre Tierra.
 
En abril de este año, más de 35.000 personas se han reunido en Cochabamba para discutir sobre la crisis climática, tratando de descubrir las bases estructurales del cambio climático y dar algunas respuestas a la falta de resultados de la Conferencia de Copenhague para el mundo, debido a los intereses unilaterales de algunos ricos países desarrollados.
 
Miles de organizaciones de base, algunos gobiernos del sur, cientos de la sociedad civil, activistas de organizaciones no gubernamentales, personas de alrededor de 140 países han contribuido a un resultado que refleja las voces de aquellos que son excluidos de este proceso trascendental, que atañe no sólo a los científicos, ni sólo a los negociadores, sino a todo el mundo, especialmente a aquellos que más sufren.
 
Esta conferencia trató de recuperar el sentido del multilateralismo que se había perdido en Copenhague, y trató de recuperar también el sentido común que nos dice que esta crisis debe enfrentarse con responsabilidad y con honor. Eso nos dice que tenemos que detener la desigualdad del consumo de los bienes mundiales, que debemos detener la desigualdad, que debemos dejar de concebir que el mundo es un "recurso" en lugar de nuestro hogar que debemos respetarlo y cuidarlo.
 
La petición oficial de Bolivia (sumbmission a la CMNUCC) contiene muchas propuestas innovadoras derivadas de la Cumbre Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra, porque reflejan lo que el mundo real quiere y lo que la tierra realmente necesita, y esto no debe ser ignorado como ocurrió con el último documento base de negociación de la Presidencia. Las Propuestas de los muchos gobiernos han sido completamente descartadas de los preparativos de las negociaciones de Bonn.
 
La Cumbre Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra demanda que los países desarrollados reduzcan sus emisiones en 50% en el período 2012 a 2017. Exige estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero a 300 ppm. También exige iniciar un proceso en el marco de la ONU para colocar algunos de los principios para recuperar el equilibrio perdido en nuestra relación con la Madre Tierra.
 
Los resultados también piden proporcionar recursos financieros de manera justa y transparente para enfrentar los impactos del cambio climático, sin condicionantes ni sentido de lucro. Evitar los mecanismos de mercado y mercantiles para enfrentar esta crisis, ya que profundiza las causas estructurales e impactos y la empeora.
 
La Conferencia también recupera las voces de la gente sobre la necesidad urgente de crear un Justicia Tribunal Internacional de Justicia Climática para mostrar la magnitud de los impactos, las causas y contribuir a la fortalecer los mecanismos de control de los Grupos de Trabajo y los compromisos vinculantes en virtud de la CMNUCC y el Protocolo de Kyoto. Pero especialmente para dar la voz a la gente que está sufriendo en el sur y cada vez más en el norte.
 
Es inaceptable que en la base oficial de que esta negociación no se esté tomando en consideraciones algunas de estas propuestas.
 
Soy de La Paz, Bolivia, y es realmente doloroso ver que nuestros glaciares se derriten quitándonos nuestro derecho al agua, los derechos de miles y miles de campesinos a sus medios de subsistencia, debido a que sus comunidades están rodeadas de glaciares y ver amenazados nuestro paisaje, nuestra identidad y derechos culturales. Ha sido muy triste ver que en Brasil cientos de personas han muerto a causa de las sequías en abril pasado. También es muy doloroso ver lo que está sucediendo en Polonia. Mientras tanto las voces oficiales dicen que nada de fondo va a ser alcanzado en las negociaciones de Cancún.
 
¿Qué están esperando? ¿Están esperando que esta crisis empeore para sólo así llegar a enfrentarla con esquemas de emergencia? ¿Están esperando que esta crisis se le enfrente como un problema de seguridad? ¿Están esperando que muchos de nosotros desaparezcamos para reaccionar? Ni la tecnología, ni el dinero, nos dará un nuevo planeta. Eso esta muy claro.
 
Sólo la solidaridad, la justicia, la equidad y el pago de la deuda climática histórica nos dará la oportunidad de enfrentar esta crisis mundial
Bonn a 30 de mayo de 2010
 
- Elizabeth Peredo Beltrán
Fundación Solón
 
https://www.alainet.org/es/articulo/141959
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