Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático
Condena al capitalismo depredador
06/05/2010
- Opinión
Esperanza: con propuestas concretas, asistencia de 120 países, gran participación popular y amplia repercusión se realizó en Bolivia la Primera Conferencia de los Pueblos sobre el Cambio Climático y la Defensa de la Madre Tierra. Hubo coincidencias en un razonamiento central: el deterioro progresivo del planeta no es otra cosa que el trágico desenlace de un modelo que no puede construirse en otro ámbito que no sea de degradación de los recursos naturales. Una de las principales resoluciones aprobadas en Cochabamba es la realización el 22 de abril de 2011 de un referendo mundial sobre este tema y la creación de un tribunal de justicia climática.
Dos razonamientos centrales dejó en evidencia la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y la Defensa de la Madre Tierra: el capitalismo depredador e imperialista es el responsable de la crisis climática que atraviesa el planeta, pone en riesgo la vida humana y los equilibrios de la naturaleza; y los pueblos del mundo deben luchar por construir alternativas sociales y políticas en defensa de la vida y forjando la igualdad de los hombres y de toda la humanidad.
Los presidentes Evo Morales y Hugo Chávez, y el vicepresidente de Cuba, Esteban Lazo, junto a ministros de Ecuador, México, Paraguay y Nicaragua dieron realce a la clausura de la Cumbre que se realizó en Tiquipaya, valle central de Bolivia, en el Departamento de Cochabamba, entre el 19 y el 22 de abril último. Representantes de todo el mundo debatieron en 17 mesas de trabajo los distintos aspectos vinculados a la crisis climática y medioambiental.
La Conferencia, convocada por el primer presidente indígena boliviano, recibió a más de 20 mil delegados de los cinco continentes, quienes demandaron que las propuestas debatidas sean asumidas en la próxima reunión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Cancún, México, en noviembre próximo. Morales hizo este llamado luego del fracaso de la Cumbre Climática de Copenhague en diciembre de 2009, tras la denuncia presentada por Ecuador, Venezuela y Bolivia acusando de manipulación a las potencias desarrolladas e industriales.
Fracaso desarrollado
“En su discurso, Evo Morales Ayma dijo que “el mal llamado entendimiento de Copenhague fue el fracaso de los países desarrollados y altamente industrializados por no conseguir acuerdos y consensos; y el triunfo de los pueblos que han generado nuevos escenarios para decidir en torno al futuro de la humanidad”. Añadió que las potencias capitalistas no cumplieron el Protocolo de Kyoto, firmado en 1997, que establecía la reducción de las emisiones de dióxido de carbono y la adopción de medidas de adaptación y mitigación efectivas para evitar el calentamiento global y la crisis del medio ambiente.
El presidente boliviano afirmó que la consigna es “Planeta o Muerte” y destacó que “el responsable es el capitalismo, que busca la máxima ganancia, que mercantiliza todo, hasta el agua y la tierra”. En ese contexto, dijo el Presidente, “los hombres sólo somos considerados como fuerza de trabajo y por eso los pueblos buscamos la armonía entre nosotros y con la naturaleza que es la Pachamama, nuestra Madre Tierra”.
Agregó que el socialismo comunitario será la alternativa humana que eliminará el capitalismo y el colonialismo y advirtió: “aquí hay dos caminos: muere el capitalismo o muere la Madre Tierra. ¿Con quién estamos de acuerdo? Si acabamos con el capitalismo defendiendo la Madre Tierra o miramos desde el palco cómo el capitalismo la mata, para que, por inanición, por hambre y por el calentamiento global, desaparezca la especie humana”.
Ofrenda a la Pachamama
Al iniciar la Conferencia, los delegados de 120 países (28 de áfrica, 35 de Europa, 17 de Asia, seis de Oceanía, 13 de Centroamérica y el Caribe, 12 de Sudamérica y tres de Norteamérica), entre gubernamentales, populares, científicos, expertos, de organizaciones sociales y no gubernamentales, participaron de un acto de ofrendas a la Pachamama, de acuerdo a los rituales andinos aymaras, que es considerada la deidad más importante de la cosmovisión indígena. En ese momento, paradójicamente, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunía en Washington con delegados de 47 países en la “Cumbre Nuclear” (ver Cómo matar rápido y mucho...).
En la evaluación de la situación climática planetaria, las mesas de trabajo de la Conferencia establecieron que los cambios acelerados en el clima, el medio ambiente y los eventos extremos están produciendo daños irreversibles e invaluables a la Tierra afectando la vida de los pueblos, sus derechos básicos, los recursos naturales y la cultura, poniendo en riesgo el futuro de las nuevas generaciones, las mismas que enfrentarán profundas crisis, guerras regionales, migraciones masivas y enfrentamientos cada vez más agudos.
Asimismo, los efectos que ya se observan son la crisis del sector agrícola, la hambruna y miseria por falta de alimentos en muchos países, así como el déficit de los recursos hídricos, la salud, los ecosistemas, la biodiversidad y los recursos marítimos que van sufriendo modificaciones que repercutirán fuertemente en las condiciones de vida de los seres humanos, animales y vegetales.
Calentamiento global
Los eventos extremos que hoy sufre la naturaleza, como inundaciones, sequías, catástrofes, retracción de glaciares, elevación de las aguas oceánicas, heladas y granizadas, pérdida de cultivos y de acuíferos, tendrán efectos sobre la población, especialmente de los países pobres que no están preparados para enfrentar tales situaciones.
El calentamiento global que alcanzó en las últimas décadas 0,7 grados, irá en aumento geométrico si no se adoptan acciones y medidas drásticas al respecto, en el marco de los compromisos del Protocolo de Kyoto y del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre Cambios Climáticos (Cmnucc), ya que existe el peligro de que el calentamiento global Nota de tapa · 7 alcance más de 2 grados en los próximos 50 años, poniendo en grave riesgo el planeta y la vida.
La mesa encargada de analizar las políticas de Adaptación, estableció que “las medidas de adaptación son una cuestión urgente, esencial, prioritaria y obligatoria de los países desarrollados para enfrentar los impactos, con la finalidad de proteger y defender la Madre Tierra tienen que adoptar acciones como la restauración de los recursos naturales y tienen la obligación moral, financiera y técnica de cambiar sus formas de vida, sus modelos económicos de desarrollo y consumo basados en la acumulación sin límite y la opulencia”.
Ante la emergencia planetaria corresponde que las potencias industriales paguen la deuda climática a través de mecanismos vinculantes de su responsabilidad histórica con la conformación de un fondo exclusivo para la adaptación, manejado de manera soberana y equitativa por los Estados del Tercer Mundo y con el establecimiento de un fondo sostenible en el tiempo, formado con el 2% del PIB anual de los países desarrollados, dice el documento.
Los representantes ecuatorianos presentaron el modelo de defensa del planeta frente al calentamiento, evitando la explotación de recursos naturales que emiten y provocan desequilibrios ambientales. Un caso emblemático de esto es el proyecto Yasuni-ITT que reclama a los países industriales contribuir con recursos para el desarrollo armónico a cambio de mantener regiones en estado natural. Esto evitará la emisión de gases de efecto invernadero, reducirá la explotación de los recursos naturales, favorecerá a los pueblos ancestrales, fortalecerá la conservación de la biodiversidad y favorecerá la utilización de los fondos con total soberanía.
Pueblos indígenas
Los delegados de los pueblos indígenas que debatieron en la Cumbre de Tiquipaya plantearon que la actual situación climática tiene como causas estructurales y sistémicas la crisis del capitalismo, del colonialismo y de la dependencia. Estos tres instrumentos, aplicados durante siglos, son los responsables de explotar los recursos naturales, las culturas, los saberes y conocimientos de los pueblos, y la fuerza laboral, sobre la base de la división internacional de trabajo, que prácticamente ha dejado en la miseria a grandes poblaciones del mundo.
Identificaron como responsables del acelerado calentamiento global y cambios climáticos a las grandes corporaciones transnacionales, los Bancos y centros financieros y a estructuras multinacionales como la Organización Mundial de Comercio (OMC), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) que están al servicio de las potencias imperialistas. Asimismo, denunciaron que los países que producen los mayores porcentajes de gases de efecto invernadero, como Estados Unidos con el 10% mundial, y los más desarrollados, con el 80%, tienen solamente el 20% de la población y afectan a los que menos contaminación producen y son las víctimas de los resultados de la crisis. Frente a estas responsabilidades, los pueblos indígenas demandaron que sean drásticas las medidas de reducción de emisiones.
Los delegados vincularon la aceleración de los cambios climáticos con el mantenimiento de las relaciones coloniales que afectan a los países del Sur y especialmente a los pueblos indígenas, que han perdido el control de su medio natural en beneficio y control mercantilizado de las empresas del Norte. De esta manera, los principios de la vida como son los recursos agua, aire, fuego, energía, han sido mercantilizados alcanzando niveles de sobreexplotación, extinción y agotamiento. Los delegados de la Mesa de Asuntos Indígenas manifestaron que el objetivo de la lucha de los pueblos es la “desmercantilización de la naturaleza”.
Responsabilidades históricas
Varias mesas de discusión consideraron las responsabilidades históricas respecto a las consecuencias de los daños ecológicos. Todas coincidieron en que los países contaminadores deben asumir su responsabilidad pagando una Deuda Climática definida en términos de “la deuda acumulada por los países del Norte industrial hacia los países del Sur a causa del saqueo de recursos, daños ambientales y la ocupación libre del espacio ambiental como depósitos de gases de efecto invernadero”.
Las delegaciones indígenas afirmaron que saldar esta obligación, a través de programas vigilados de mitigación, reducción de emisiones, adaptación, pago de deuda por emisiones y pago de deuda por desplazamientos humanos fuera de todo control como efecto de los eventos extremos, permitiría, aunque parcialmente, desarrollar proyectos de mejora en el bienestar de la población en las regiones más afectadas.
Reivindicaron, a su vez, la superioridad ancestral de los pueblos en su relación con la naturaleza considerando el equilibrio y la armonía entre los seres humanos, la naturaleza y el universo. El Ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, David Choquehuanca, señaló que el Suma Qamaña (Vivir Bien, para los pueblos quechuas y aymaras), es la alternativa válida frente a la modernización capitalista que está destruyendo la Pachamama.
La alternativa frente al manejo monopólico del agronegocio, degradante, concentrador de la tierra y con la utilización de agroquímicos peligrosos genéticamente, es el principio de la soberanía alimentaria, sobre la base de la producción orgánica de alimentos por los campesinos del mundo y la distribución democrática de la tierra laborable.
Geopolítica ambiental
Los asistentes a las discusiones durante los tres días de la Conferencia manifestaron su preocupación por los niveles de migración climática que actualmente desplaza a casi 50 millones de personas. Se estima que para 2050 llegará a movilizar a 200 millones de personas, sobre todo migrantes del Sur al Norte, donde reciben tratos racistas y xenófobos complementados con legislaciones restrictivas y políticas gubernamentales cada vez más discriminadoras.
Con esta postura coincide la declaración realizada por el jefe de Estado, Mayor Militar de Gran Bretaña, Jock Stirrup, quien al reconocer que se presentarán mega-migraciones indicó que “los cambios climáticos y la disputa por los recursos escasos pueden aumentar la incidencia de la crisis humanitaria, la expansión de las zonas desérticas, la escasez de agua, la erosión costera, la disminución de tierras cultivables, los daños a la infraestructura y pueden socavar la seguridad”.
En este marco, en su exposición el ex Canciller nicaragüense Miguel Descoto manifestó que “la Organización de las Naciones Unidas, al estar sometida a la voluntad del imperio, se ha convertido en un fraude, una mentira, una dictadura”, razón por la cual los pueblos deben reinventar la Carta de las Naciones Unidas en una cruzada contra el dominio de las naciones desarrolladas.
En este marco, en su exposición el ex Canciller nicaragüense Miguel Descoto manifestó que “la Organización de las Naciones Unidas, al estar sometida a la voluntad del imperio, se ha convertido en un fraude, una mentira, una dictadura”, razón por la cual los pueblos deben reinventar la Carta de las Naciones Unidas en una cruzada contra el dominio de las naciones desarrolladas.
Tribunal de justicia
Una advertencia de los participantes resultó ser el eje central en el que se apoya el futuro de las iniciativas que surgieron de la Conferencia de Bolivia: las determinaciones y acuerdos adoptados serán viables y tendrán sentido sólo si se establece una instancia internacional, reconocida por las naciones, para ejecutar, vigilar, fiscalizar y sancionar los delitos y las infracciones contra la naturaleza que, se considera, tiene sus derechos exclusivos, tan importantes o más, que los derechos humanos.
El canciller Choquehuanca manifestó que los derechos de la naturaleza son la culminación de un proceso de reconocimiento que, a partir de los derechos individuales, humanos, sociales, económicos, alcanza a la Madre Tierra para defender la vida y el destino mismo del planeta. Reivindicó los valores de la complementariedad, la reciprocidad, el respeto mutuo a la soberanía de los países, la justicia social, la equidad y el respeto a la diversidad cultural, para vivir en armonía plena con la naturaleza.
La Cumbre consideró que los principales derechos de la naturaleza a ser establecidos en la Carta Universal de la Madre Tierra son: no ser contaminada, bioregenerarla, no extraer recursos naturales de manera irresponsable, no dañarla con agroquímicos, restaurar su equilibrio y defenderla de todos los daños irreparables de la que pueda ser víctima.
El canciller señaló al capitalismo como responsable de los males que afectan a la naturaleza y al hombre. “Corresponde a los pueblos sustituirlo por un sistema que permita la vida armónica y equilibrada”, sostuvo.
Propuestas para la cumbre en México
Los documentos y determinaciones aprobados en el evento de Bolivia, contenidos en la llamada Declaración de Tiquipaya, serán la base de la Agenda de Negociación de la reunión de presidentes convocada por las Naciones Unidas para fin de año en Cancún. Paralelamente a este encuentro de jefes de Estado se realizará una Cumbre Alternativa de movimientos sociales y populares.
Los delegados de la Conferencia de Tiquipaya demandaron que en Cancún se apruebe la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero como acción imperativa sobre las potencias industriales, la aplicación de la Justicia Climática con la participación de los pueblos y la transparencia en las negociaciones para evitar la manipulación de los países más poderosos.
Al mismo tiempo, se determinó construir un Movimiento Mundial de Defensa de la Vida y la Madre Tierra y, a sugerencia del presidente boliviano, realizar la Segunda Conferencia Mundial de los Pueblos sobre los Cambios Climáticos y la Defensa de la Madre Tierra en algún país europeo.
En la clausura de la Cumbre de los Pueblos, el 22 de abril, en coincidencia con el Día Mundial de la Tierra, los delegados entregaron a los jefes de Estado las resoluciones adoptadas, para ponerlas en práctica en la región y presentarlas oficialmente en la reunión mundial de presidentes a realizarse en Cancún, México, en noviembre próximo.
El presidente Hugo Chávez valoró los resultados de la Cumbre y dijo: “aquí están las propuestas de los pueblos, aquí están las alternativas para la humanidad”. Reconoció el liderazgo asumido por Evo Morales en este asunto estratégico y reivindicó la lucha por un socialismo indoamericano, como anunció el pensador peruano José Carlos Mariátegui. Los presidentes se comprometieron a defender las posiciones adoptadas e invitar a los jefes de Estado de todos los países del planeta a defender la naturaleza y la humanidad ante el peligro de una catástrofe mundial.
América XXI, Año VIII, No. 61, mayo de 2010
https://www.alainet.org/es/articulo/141243?language=en
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