Entrevista a Aucán Huilcamán
El ALBA puede ser una alternativa
23/03/2009
- Opinión
Artículo publicado en la Revista América Latina en Movimiento No. 442: América Latina en Movimiento No 442 06/02/2014 |
El encargado de Relaciones Internacionales del Consejo de Todas las Tierras de la Organización Mapuche de Chile, Aucán Huilcamán, en días pasados concedió una entrevista a ALAI para hablar de integración. Esto fue lo que nos dijo.
- Hay una coincidencia de diversos sectores sociales respecto a que frente a la crisis uno de los pasos necesarios es avanzar en los procesos de integración. Al respecto, ¿qué tratamiento se ha dado a este tema en los diversos espacios que comparten los pueblos indígenas?
Los pueblos indígenas tenemos el desafío de propiciar la integración, pero, como también los gobiernos han estado hablando al respecto, el asunto pasa por clarificar sobre qué base, sobre qué intereses, sobre qué objetivos. Hay todo un discurso de integración del lado de los gobiernos cuando, a la vez, ellos mismos han desarrollado un conjunto de estrategias para impedirla, porque yo creo que los gobiernos son los más interesados que no haya integración. El día en que haya integración de parte de los pueblos, de los pueblos indígenas y de algunos gobiernos progresistas en América Latina, el asunto va a ser diferente.
De hecho, la integración ha estado simplemente dada en un marco más de orden económico porque todos estos acuerdos de libre comercio que se están impulsando lo hacen bajo el pretexto de integración, y son acuerdos de libre comercio con todas las consecuencias que tienen en territorios indígenas, en la extracción de los recursos de suelo, subsuelo, las mineras, las petroleras, las empresas forestales, en proyectos de infraestructura, etc.
- La expresión más cuestionada de estas iniciativas, sin duda, es la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA)…
Es que el capital necesita áreas en cualquier región y en cualquier país del mundo y el IIRSA es un caso concreto donde no se observa un beneficio para los pueblos indígenas, al contrario hay más temor.
En Chile, por ejemplo, el IIRSA tiene grandes consecuencias porque el acuerdo de la salida bi-oceánica entre Chile y Argentina pasa por tierra indígena, el petróleo que allí se obtiene sale de tierra mapuche en el sur y se va a depositar en Valparaíso, el puerto principal para llevar el gas y el petróleo. Está claro que en una infraestructura de esa dimensión los indígenas no tienen ningún nivel de participación, por lo que en este proceso se estaría vulnerando el derecho a la consulta que está en el Convenio 169 de la OIT, los derechos contenidos en la Declaración de Naciones Unidas sobre el Derecho de los Pueblos Indígenas, por lo tanto eso se entendería como una nueva forma de violación a los derechos indígenas. Situación que se agrava porque las propias organizaciones indígenas no disponen de información y, por lo mismo, hablan de manera muy genérica.
- Insinuabas que sería diferente una integración desde los pueblos, con gobiernos progresistas. ¿Se puede encontrar una respuesta a esta perspectiva en el proceso del ALBA?
Creo que el ALBA de alguna manera tiene un sentido diferente, pero tampoco se aleja extremadamente de lo que es el capitalismo y el neoliberalismo. Sin embargo, puede ser una alternativa en la medida que incluya nuevos componentes, desde los derechos e intereses del Buen Vivir de los pueblos, que puede ser como un principio que puede incluir. Tampoco lo veo como algo acabado, pues busca mirar la integración no únicamente desde el punto de vista comercial como se ha estado llevando hasta el momento.
Entonces, ahí necesitamos un diálogo, todavía no se ha dialogado lo suficiente, a pesar de que hemos andado acerca de ese proyecto. Hay cosas útiles que hay que recoger y se tienen que implementar. Hay un desafío de los pueblos indígenas para sostener un dialogo más activo con quienes están a la cabeza de este proceso del ALBA, a fin de establecer algunos parámetros para decir: en esto estamos de acuerdo y vamos a impulsar. Es una idea naciente, saludable, y que tiene sus riesgos como cualquier idea, y por eso tenemos que incidir positivamente. Ahí tenemos un gran desafío, una gran responsabilidad, porque hasta el momento no hemos sido suficientemente activos. Todos sabemos que está pasando algo aquí en Sudamérica, sin embargo no hemos tomado un papel activo en ese proceso, ahí hay un desafío que tenemos que atender.
- Al hablar de integración poco se habla de la existencia de pueblos ancestrales que están cortados por fronteras establecidas entre los Estados. ¿Qué planteamientos tienen al respecto?
El concepto de integridad territorial e institucional de los Estados hoy día tiene que tratar de resolverse con el derecho de autodeterminación que se estableció en la Declaración de Naciones Unidas sobre el Derecho de los Pueblos Indígenas cuyo artículo 3 establece que los pueblos indígenas tienen derecho a la libre determinación. Por tanto, a partir del 13 de septiembre de 2007 los pueblos indígenas tenemos que entender que somos titulares del derecho a la libre determinación. Mientras no asumamos la titularidad de ese derecho simplemente los Estados se van a mantener de igual manera.
El día en que los pueblos indígenas entendamos la dimensión de ese concepto, como derecho fundamental de los pueblos indígenas, va a cambiar la relación de los Estados nacionales y va a tener que haber cambios estructurales particularmente en aquellos Estados que se instalaron arbitrariamente. Esa es la historia de gran parte de América Latina. Es así que los mapuches estamos divididos entre mapuches argentinos y chilenos; los aymarás entre bolivianos, argentinos y chilenos.
Nosotros, en Chile, a partir del derecho de libre determinación como sujetos de ese derecho, hemos estado discutiendo por donde partir, y hemos partido, para ser responsables, entrando a una escuela para autogobierno, en definitiva: crear una mentalidad de gobernante desde ese derecho, y que ese principio sea la guía rectora de hacia donde queremos restablecer derechos perdidos a raíz de la instalación de la estructura del Estado nacional.
Hoy día la pelota está en la cancha de los indígenas, porque la rueda de la historia, desde el punto de vista jurídico, del derecho y del derecho internacional, cambió 100 y tantos grados a partir de la adopción de la Declaración. Es decir, hay una oportunidad y una responsabilidad, una oportunidad de que el Derecho Internacional nos devuelva el derecho perdido cuando se instalaron los Estados, y la responsabilidad que hablemos colectivamente cómo implementamos eso. Hoy día tenemos la gran posibilidad de establecer, de instalar, de construir gobiernos indígenas, no organizaciones con características de gobierno, sino de gobierno en el sentido pleno. El día en que instalemos gobierno en América, o en cualquier parte, el mapa político en la región tiene que cambiar. A partir de ese principio vamos a ir a la propia Organización de Estados Americanos, a Naciones Unidas, que son organizaciones que existen, nos guste o no, para decir nosotros queremos ser reconocidos como gobierno, y ahí va a tener un problema la propia ONU.
- Hay países donde los indígenas reivindican el concepto de Estado Plurinacional. ¿Cuál es tu parecer?
Me parece sumamente riesgoso y limitado para el futuro de los pueblos indígenas porque en definitiva el Estado es un Estado colonial, y no porque se autodeclare como un Estado Plurinacional deja de ser un Estado colonial. La única manera de confrontar esa situación es entendiendo y ejerciendo el derecho de libre determinación.
En la misma Bolivia, no porque un indígena administre una parte del Estado, deja de ser Estado colonial, si así fuese la ruta de todos los indígenas sería mejorar esa estructura que en su esencia fue colonial y sigue siendo. El derecho de libre determinación nos da la oportunidad de instalar, de crear nuestra propia estructura, será la tradicional o tendremos que hacer una combinación entre lo tradicional o lo clásico que hay, para decir esta es la nueva forma para generar una nueva forma de relaciones institucionales desde el principio de libre determinación.
https://www.alainet.org/es/articulo/141212
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