México D.F., 2 de mayo de 2010.- Alrededor de medio día y con un lleno total en la carpa central, dieron inicio las actividades del Foro Social Mundial Temático México 2010 (FSMT), en el corazón de la Ciudad de México.

Los trabajos de esta mesa inaugural estuvieron a cargo del destacado intelectual y activista mexicano Pablo González Casanova, el sacerdote y sociólogo belga Francois Houtart, y la activista china Lau Kin Chi.

En una primera instancia, Francois Houtart, se refirió a la crisis actual como una conjunción de factores, no sólo financieros, sino también de carácter económico, alimentario, ambiental y energético. Haciendo una remembranza histórica, Houtart señaló que “la crisis ha sido siempre saludable para el capitalismo, pues le sirve para sanearse y purificarse, en pos de buscar siempre el perfeccionamiento de la explotación del hombre por el hombre, pero que en esta lógica del progreso sin fin no toma en cuenta los límites del mismo”. Como parte de estos límites, el sociólogo mencionó a la sociedad civil, a la que criticó por estar todavía “muy dispersa y demasiado apolítica”, por lo cual es urgente buscar una convergencia de todas las organizaciones, por el bien de la humanidad, subrayó.

Como parte de la búsqueda de alternativas, enfatizó en atacar la parte cultural de la crisis, al proponer una “teoría crítica coherente, apropiarse del discurso multicultural, para que a partir de ahí se genere el buen vivir de toda la comunidad, al no explotar el planeta, sino de convivir con él”, puntualizó.

Por su parte, Pablo González Casanova dedicó sus palabras al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), a los campesinos de San Juan Copala y Atenco. Inició respondiendo a su colega Francois Houtart, al enfatizar que “el capitalismo no tiene soluciones ni para él mismo”, y criticó su actuar, por tratar de ganar terreno ideológico al dividir a la izquierda con “mentiras atroces sobre Cuba”, a la cuál consideró como parte de la solución a la crisis capitalista actual.

Apasionado y enfático, González Casanova enfocó también sus baterías a examinar a la izquierda actual. Llamó a “no ensañarse sólo con nuestros enemigos, ni solidarizarse con nuestros compañeros, hay que generar capacidad constructiva, para dar un paso adelante”. En este sentido, alarmó sobre la falta de conciencia de los problemas que acarrea el sistema actual, al mencionar la ingenuidad de la gente sobre creer en la viabilidad y disposición del capitalismo para atacar los problemas que él mismo genera.

González Casanova conminó a buscar un proyecto común basado en “las sanas diferencias que existen entre nosotros”.

Por último, Lau Kin Chi, reflexionó sobre Asia, al proyectarlo como “una máscara que esconde la cara oculta de la globalización”. Identificó a su continente como la nueva cara del capitalismo global, teniendo a China y a la India como sus representantes principales. Habló también sobre la problemática común entre los pueblos, la cual va más allá de cuestiones de razas y culturas, “pues todos compartimos el mismo recurso, el planeta tierra” y se sumó al llamado de generar nuevos paradigmas, basados en el aprendizaje de las culturas marginadas, “al ser ellas, las resultantes del límite del capital, como se puede observar en la China desigual de hoy”, denunció.

- Daniel Ostaszewski.

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