Fracasada la cumbre mundial climática de Copenhague en diciembre pasado, el presidente Evo Morales, se convirtió en líder mundial al oponerse con energía a las tibias propuestas de  Estados Unidos, China, Brasil, India y Sudáfrica sobre reducción de las emanaciones de dióxido de carbono.

Morales defendió al planeta de su devastación imponiendo el concepto de la Pachamama, logrando que el 22 de abril sea declarado “Día Internacional de la Madre Tierra”. Invitó a una “Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el cambio climático y los derechos de la Madre Tierra” que se celebraría en Cochabamba entre el 19 y el 22 de abril de 2010.

Hace pocos días, su iniciativa de defensa planetaria, llegó a los bolivianos con una propuestas para plantar un árbol de tal forma que nuevos 10 millones de plantines sean el ejemplo de la recuperación.

Los cambios climáticos, el calentamiento global, las fuertes lluvias, la erosión y la tala de árboles parecen estar condenando al planeta a vivir sin árboles. Los científicos, aseguran que cada minuto que pasa desaparece un rectángulo de 90 por 240 metros, producto de los desbosques.

Según datos de la FAO referidos a la década 1990-2000, la deforestación se produjo al ritmo de 14,6 millones de hectáreas por año. La tala, según ese informe, es la segunda fuente de producción de dióxido de carbono atmosférico, a su vez el principal gas de efecto invernadero.

¿Un mundo sin árboles?

Los bosques están desapareciendo de tal forma que aparentemente los nietos de nuestros nietos, vivirán en un planeta erosionado al extremo. Para comenzar por casa, en Bolivia, la deforestación marcha a la velocidad de 180 mil hectáreas por año.

Casi el 80% de los bosques chilenos están degradados, pues 120 mil hectáreas de bosques son talados anualmente. La Argentina, que no se caracteriza por tener bosques, presenta un 30% de sus bosques amenazados. El Paraguay logró salvar apenas el 10% de sus selvas.

Brasil, conocido como país amazónico, está condenado a perder sus bosques pues sólo el 8% de ellos está en pie. Su mercado ilegal de maderas es cuatro veces mayor al que se produce dentro de las leyes.

Esto está ocurriendo en América, que es ya la reserva forestal planetaria. En Europa la situación es realmente trágica. En sólo mil años, la cobertura boscosa europea se redujo del 90 al 20% actual. El viejo continente, era un inmenso bosque desde el océano Ártico hasta el Mediterráneo. Ahora, eso es sólo historia.

¿Qué provoca la deforestación?

El presidente Evo Morales, parece no estar muy alejado en su concepto de acusar al capitalismo de todo cuanto le está ocurriendo al planeta. La deuda externa, obligó a los países del Tercer Mundo a incrementar sus exportaciones.

Como no poseen tecnología, se han visto en la necesidad de talar los bosques para habilitar sitio a la agricultura y la ganadería para exportar. Los campesinos se vieron perjudicados, pues la necesidad de sembrar, les llevó a utilizar fertilizantes y pesticidas nocivos para la salud.

Es urgente la reforestación

Sin árboles, la eliminación del dióxido de carbono será imposible y el calentamiento global terminará siendo fatal. Un mundo sin árboles, será una realidad incontestable. Por eso, la invitación de Evo Morales para que cada boliviano se comprometa a plantar un árbol, no es broma.

Es preciso defender a la Pachamama y su diversidad biológica. Y pese a que nadie sabe cuántas especies existen en la Tierra, es urgente preservar el hábitat de todas ellas, porque su destrucción, significa al mismo tiempo la extinción de especies.

La FAO, sostiene que entre 1980 y 1995, se han destruido 200 millones de hectáreas de bosques tropicales. Si esa tasa se mantiene, el año 2050 desaparecerá el 40% de las selvas amazónicas.

En todos los continentes están encendidas las señalas de alerta roja, si no las tenemos en cuenta, el hombre, será definitivamente el causante de la muerte del planeta. El llamado de Morales para defender los derechos de la Madre Tierra, se convierten en una dramática convocatoria a parar las agresiones a la Pachamama.