Se ahonda el conflicto antes de Copenhague

09/11/2009
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Las negociaciones de las Naciones Unidas de la semana pasada sobre el clima en Barcelona terminaron decepcionantes, ya que hubo pocos avances en las cuestiones políticas importantes, y algunos eventos dramáticos mostraron la profundidad de la situación de estancamiento.
 
Fue la última sesión de negociación antes de la conferencia de Copenhague, en diciembre, y se perdió la última oportunidad para cerrar las brechas en las numerosas cuestiones aún pendientes.
 
Pero no todo fue pesimismo. Hubo algún avance en el esclarecimiento de algunos temas, por ejemplo, algunos de los nuevos textos sobre financiación y la tecnología fueron discutidos.
 
Las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), no superar las diferencias, pero la reunión de Barcelona ayudó a los países para clarificar mejor sus posiciones y, por tanto ha habilitado decisiones sobre cuestiones clave que se harán en Copenhague. Estas incluyen la creación de un Fondo directamente bajo la CMNUCC , y la posibilidad de crear un nuevo órgano ejecutivo para decidir sobre cuestiones de transferencia de tecnología también dentro de la CMNUCC.

Sin embargo, las diferencias en algunas cuestiones clave se mantuvieron y, en algunos casos, se profundizaron, lo que no es un signo positivo para Copenhague.
 
Lo primero es el futuro del Protocolo de Kyoto, un tratado bajo la dirección de la CMNUCC en que se detalla el carácter jurídicamente vinculante los objetivos de reducción de emisiones gases de efecto invernadero para las Partes que son países desarrollados. Lo que fue señalado en Bangkok a principios de octubre se confirmó en Barcelona, que casi todos los países desarrollados han decidido abandonar el Protocolo
 
Al parecer, quieren establecer un nuevo acuerdo, que es probable que sea un retroceso, desde el régimen internacional jurídicamente vinculante del Protocolo de Kyoto, a una colección de los esfuerzos nacionales y la revisión de rendimiento, en el nuevo acuerdo.
 
Los países en desarrollo en Barcelona dejaron claro que no aceptarían esta escalada hacia abajo y que los países desarrollados tienen que dejar en claro que seguirán en el proceso del Protocolo de Kioto y que negociarán seriamente en Copenhague un segundo período de compromisos de reducción de emisiones (que comienza en 2013).
 
Lo segundo es el muy bajo nivel de ambición de los países desarrollados en la reducción de emisiones. Los países en desarrollo han pedido una reducción global de al menos el 40% en 2020 respecto al nivel de 1990.
 
Las últimas cifras reveladas en Barcelona demuestran que la cantidad –conforme a los anuncios nacionales- es de sólo 16-23% (excluyendo a los EE.UU., conforme los datos de la Secretaría de la CMNUCC) y de 11-17% (incluidos los EE.UU., según una estimación de la Alianza de los Pequeños Estados Insulares). Los países en desarrollo están horrorizados de tan bajos niveles de compromiso, pues no constituyen una base para lograr un resultado ambiental ambicioso en Copenhague, como lo exigen las evaluaciones científicas.
 
Lo tercero es el intento continuo de desplazar la carga de responsabilidad a los países en desarrollo, en violación de los principios y disposiciones de la CMNUCC y del Plan de Acción de Bali, adoptado por las Partes en 2007.
 
En la reunión de Barcelona, los países desarrollados propusieron borrar la distinción entre las responsabilidades diferenciadas de los países desarrollados (los compromisos de mitigación que son jurídicamente vinculantes) y los países en desarrollo (acciones de mitigación permitidas y apoyadas por las finanzas y la tecnología).
 
El intento es conseguir que los países incluidos países en desarrollo se adhieran a un nuevo y amplio reporte y a los procedimientos de verificación, similares a los de los países desarrollados, para obtener  que algunos "países avanzados en desarrollo" se adhieran a los objetivos de reducción de emisiones, y para que las emisiones de los países en desarrollo en general queden sujetas a la "desviación acostumbradas en los negocios, de 15 a 30 por ciento " [deviation from business as usual by 15 to 30 percent”.en el original en inglés, con énfasis añadido : N T.]. Estos no fueron acordados en Bali, ni están en las disposiciones de la Convención. ¿Y qué es "business as usual"?, tampoco está determinado.
 
En cuarto lugar, los medios adecuados para que los países en desarrollo tomen medidas de acción aún no están próximos. Sobre las finanzas, los países desarrollados aún cuentan con un grupo para responder a las propuestas de financiación de los países en desarrollo, que varían de 1 a 5 por ciento del PNB. El reciente anuncio de la Unión Europea acerca de la buena voluntad de considerar entre 22 hasta 50 mil millones de Euro para el año 2020, de las finanzas públicas internacionales, es insuficiente y se necesitan más detalles sobre esto, así como la parte propiamente europea.
 
Sobre la transferencia de tecnología, hay una renuencia de los países desarrollados a aceptar la creación de un órgano ejecutivo en virtud de la Convención Marco para decidir sobre cuestiones de tecnología y para efectuar su transferencia. El grupo asesor que ellos proponen no es suficiente, sobre todo porque ha habido muy poca transferencia de tecnología, realizados en el marco de la Convención Marco para la última década y media.
 
En quinto lugar, hay una diferencia sobre la "visión compartida" y sobre el objetivo a largo plazo global de reducción de emisiones. Algunos países desarrollados han confirmado su propuesta de recorte global de 50% de las emisiones en 2050, respecto a 1990, y de una reducción del 80% para ellos. Sin embargo, lo que no quedó establecido es que esto requiere que los países en desarrollo también las reduzcan en un 20% en términos absolutos y un 60% en términos per cápita. Algunos países en desarrollo tendrían que reducir de forma significativa más del 60% respecto al nivel de 2009.
 
Así, la "carga" en términos porcentuales, tanto para países desarrollados y países en desarrollo es prácticamente el mismo. Sin embargo, la financiación masiva y la transferencia de tecnología que puede permitir a los países en desarrollo a asumir una parte de este reto no está próxima. Las cifras deberán ser más debatidas, los países desarrollados tienen que adoptar "emisiones negativas" (lograr la reducción de las emisiones netas, por debajo de cero, considerando que se han utilizado más de su parte justa del espacio atmosférico para su propio crecimiento), y la financiación y la tecnología tienen que ser resueltas de antemano.
 
Las anteriores son algunas de las cuestiones que tienen que ser resueltas si se desea que Copenhague sea éxitoso. Cualquiera que sea la naturaleza o forma del resultado (ya sea un acuerdo completo o un marco de un acuerdo o una decisión de continuar con las conversaciones), los aspectos de medio ambiente, la equidad y el equilibrio Norte-Sur tienen que ser atendidos.

En la sesión plenaria de clausura en Barcelona, el jefe de la delegación de China, Su Wei, dio un mensaje directo. "Para los países desarrollados que están de pie allí, esperando que los países en desarrollo actúen, por favor, miren hacia adelante", dijo. "Nosotros, los países en desarrollo, ya los hemos dejado atrás, no puede utilizar a los países en desarrollo como una excusa más para su falta de acción”.
 
"Por favor, despierten  y vean que Copenhague está a sólo kilómetros de distancia, usted tiene que correr para ponerse al día. De lo contrario, fracasarán en la carrera hacia Copenhague y más allá ".
 
El enviado especial de la India sobre el cambio climático, Shyam Saran, rechazó los intentos de declarar el fracaso de Barcelona y de rebajar las expectativas de Copenhague.
 
"Hablar de un acuerdo político en lugar de un resultado jurídicamente vinculante, sugerir que –sólo-podemos ser capaces de lograr un resultado hasta finales de 2010, son profecías que debemos desechar", dijo.
 
Las advertencias de los dos mayores países en desarrollo indican que en la conferencia de Copenhague veremos una gran batalla, a menos que las reuniones informales y conversaciones entre algunos países contribuyan a reducir las brechas+ [A.V./RMALC]
 
-Martin Khor es el Director Ejecutivo del South Centre, ubicado en Ginebra.
https://www.alainet.org/es/articulo/137626
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