XXIVº Encuentro Nacional de Mujeres en Tucumán

Miles de voces se hicieron oir

05/11/2009
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Protagonismo: provenientes de toda la geografía argentina, más de 20 mil mujeres acudieron a estas jornadas que entre el 10 y el 12 de octubre debatieron un amplio arco temático. A la lucha por el aborto seguro, legal y gratuito y la campaña contra el tráfico de personas, se sumó con nuevo vigor el sentir antimperialista y la unidad de los pueblos y movimientos populares del continente. El repudio al golpe en Honduras, a las bases militares desplegadas por Estados Unidos en todos los países de la región y en Colombia en particular, fue unánime. El conflicto en la fábrica Kraft (ex Terrabusi), en la provincia de Buenos Aires, las denuncias contra los despidos y la persecución de la multinacional imperialista, la complicidad de la burocracia sindical y el papel jugado por el gobierno en la represión desatada en la planta, atravesaron también los días de discusión.
 
Desde 1986, estos encuentros han recorrido distintas provincias argentinas. De 600 participantes en los inicios, el crecimiento ha sido multitudinario,. Hoy cuenta con una composición diversa, plural y con una presencia cada vez mayor de jóvenes y sectores populares. Bajo el lema “Algo cambia en cada mujer que participa”, la Comisión Organizadora saludó desde la “tierra de Manuela Pedraza, heroína de la lucha por la independencia, y de Hilda Guerrero de Molina, asesinada en una manifestación en las grandes luchas contra el cierre de los ingenios en 1966”. Durante las jornadas no faltaron los cuestionamientos al gobierno actual por su conducta frente a la crisis capitalista, el desempleo, la precarización laboral y la ausencia de avances en las demandas históricas de género. Tampoco estuvo ausente la denuncia a la contaminación “por los ingenios, la papelera y las minas a cielo abierto como la Alumbrera”. “Somos una de las tres provincias –explicitaron desde el palco– que aún no tiene ley propia ni adhesión a la Ley Nacional de Salud sexual y Procreación responsable, por lo tanto exigimos su adhesión y aplicación”. Y añadieron: “al año se registran más de 500 mil abortos, convirtiéndose esta práctica en la primera causa de muerte de mujeres en nuestro país y en nuestra provincia. Las que mueren son las mujeres pobres. Exigimos cumplimiento del aborto no punible y aplicación del tratamiento post aborto. Ni una muerta más por aborto clandestino”. Tucumán fue apuntada como terreno de “origen, reclutamiento, alojamiento y traslado de mujeres por las redes de prostitución. Mafias que conviven con la complicidad del Estado, sean políticos, funcionarios judiciales y policías con proxenetas y tratantes”. Especial mención tuvieron las trabajadoras de la salud pública, que se encontraban en lucha por la situación insostenible de las condiciones de trabajo y los bajos salarios. Por otra parte, la emoción fue descollante al nombrar a las compañeras de 10 países de América Latina presentes. Una sola voz vibró: “En pos de la integración latinoamericana repudiamos la militarización del continente. ¡Fuera el imperialismo de América Latina!”. De las 55 comisiones previstas, llegaron a 200 al desdoblarse en varios talleres. Las mesas sesionaron sobre Trabajo, Desocupación, Sindicalismo, Identidad, Integración y solidaridad latinoamericana, Feminismos, Estrategias por el aborto seguro, legal y gratuito, Salud, Identidad, Sexualidad, Partidos políticos, Violencia, Trata de personas, Trabajadoras rurales y campesinas, Organización barrial, Derechos Humanos, Pueblos originarios, Migraciones, Medio ambiente, entre otras. Los pueblos originarios de distintas comunidades plantearon las problemáticas en torno al territorio y los desalojos compulsivos. La experiencia de la Minga en Colombia, marcha que frente a la matanza de luchadores indígenas recorrió gran parte del país sumando organizaciones y movimientos, reforzó la certeza de que la lucha trasciende cualquier especificidad y localismo. El 11 de octubre, las originarias, rodeadas de un enorme colectivo de mujeres, conmemoraron el último día de libertad. En el taller de Integración y Solidaridad latinoamericana, una compañera de la Plataforma Continental de Mujeres Paz con justicia para Colombia, leyó una declaración que señalaba el sufrimiento agravado de las mujeres a consecuencia del terrorismo de Estado, de las migraciones forzadas, de la acción paramilitar, de las violaciones, del uso de sus cuerpos como trofeos de guerra y exhortó a la democratización del continente para hacer de América Latina un territorio de paz. A modo de alerta, concluyó: “Cada día que pasa se cobran nuevas vidas y se reactivan los riesgos de guerra en el continente”. En la Facultad de Derecho tuvo lugar la Mesa Abolición de la explotación sexual, motorizada por la Campaña “Ni una mujer más víctima de las redes de prostitución”. Ubicadas en el abolicionismo, las integrantes de este espacio desenmascararon el lugar de “los clientes” y el negocio de la prostitución en el capitalismo.
 
Marcha por la ciudad
 
Las campanas de las iglesias intentaron silenciar la movilización masiva. No pudieron. “Qué momento, qué momento, a pesar de todo les hicimos el Encuentro”, fue el grito contenido que aunó las voces de miles de mujeres que durante casi tres horas desplegaron en la caminata miles de pancartas y banderas con la identificación de organizaciones, localidades, regiones y países de origen. Con pitos, bombos y redoblantes, la marcha recorrió el centro de la ciudad. Un inédito operativo policial actuó durante los tres días, con cordones integrados por personal femenino de las fuerzas de seguridad y brigadas antimotines con palos y escudos. Las iglesias y la catedral habían montado un dispositivo con muchachos de colegios privados que rezaban el rosario de manera frenética y en situación de trance. La marcha se pronunció: “ustedes se callaron cuando se los llevaron”, en referencia a la complicidad de las cúpulas de la iglesia con las desapariciones de la dictadura militar. Y con efecto multiplicador, retumbó la consigna histórica del feminismo y el Movimiento de Mujeres: “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”. La multitudinaria columna fue recibida en el edificio de la Maternidad por la madre de Marita Verón, quien fue vista allí por última vez, antes de ser víctima de las redes de trata. El lunes 12, en el Club Tucumán Central se dio lectura a las conclusiones de los talleres y se eligió la nueva sede: el próximo encuentro será en Paraná, provincia de Entre Ríos.
 
América XXI, Año VII, No. 55, noviembre 2009
https://www.alainet.org/es/articulo/137515

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