Las bases militares yanquis violan la soberanía de Colombia

22/08/2009
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La soberanía de Colombia está más pisoteada por la oprobiosa instalación de bases militares norteamericanas en siete lugares del suelo patrio.
 
El Libertador Simón Bolívar, condenó lo que hoy repite el imperialismo yanqui: sembrar la miseria donde pisa. Desde entonces, una sucesión de hechos desgarradores ratifican las denuncias del Libertador acerca del carácter salvaje de la política exterior yanqui, desatada con saña contra los pueblos de América Latina y el Caribe.
Bástenos recapitular para confirmar este aserto. Los cercenamientos de casi la mitad del territorio de México y del Departamento de Panamá en 1903, arrebatado a Colombia por presión yanqui, táctica separatista que hoy impulsa en Bolivia, Venezuela y Ecuador para combatir a los gobiernos alternativos. También son testimonio irritante de los abusos imperialistas las invasiones de Nicaragua, de Grenada, de República Dominicana, la toma de la martirizada Haití y convertir a Puerto Rico en un Estado más "de la unión" imperialismo norteamericano. Igualmente, es agresivo el saboteo constante y la imposición del bloqueo económico a Cuba para tratar de doblegar su independencia. 
 
El escritor colombiano Germán Arciniegas en su obra “Entre la Libertad y el Miedo” deja ver por qué los yanquis impusieron dictaduras militares y dieron los golpes de Estado en América Latina y el Caribe; guiados con la idea Monroe: "América para los Americanos".
 
Hoy el Imperialismo, en alianza con las burguesías criollas y representado por el gobierno demócrata de Barak Obama, ha lanzado una ofensiva para mantener "el patio trasero" a salvo de las decisiones de los pueblos que avanzan en una corriente democrática y de izquierda que ha establecido gobiernos progresistas, democráticos y patrióticos, en contravía de las políticas neoliberales e imperialistas. El golpe de Estado propiciado por los militares gringos en Honduras es muestra contundente de que el imperialismo combina todas las formas de acción para imponer su dominio económico, político y militar.
 
Colombia bajo el gobierno de Álvaro Uribe, peón de brega de los presidentes de la Casa Blanca, firma un tratado militar que deja al nuestro país en manos de fuerzas militares extranjeras, de los efectivos del Comando Sur que estarán en Cartagena y proximidades de Barranquilla en la Costa Atlántica; en todo el corazón de Colombia, en el Magdalena Medio, copando el llano y el amazonas desde Apiay y el Pacífico desde las cercanías del principal puerto marítimo del Pacífico, Buenaventura, en Bahía Málaga.
 
Las bases militares amenazan por el norte a Brasil, Venezuela, Ecuador y toda la América Andina, mientras la IV Flota Naval, recién activada luego de casi 70 años de suspendida, complete la labor de amedrentamiento desde los mares del sur.
Colombia queda como cabeza de puente de agresiones futuras y la coloca en peligro de ser golpeada por la legítima defensa de los países que se sientan agredidos desde las bases militares de los yanquis imperialistas.
 
Para este cometido el gobierno de Uribe ha mentido sin dar a conocer el acuerdo e ignorado las leyes que obligan a consultar al Congreso Nacional y del Consejo de Estado.
 
El establecimiento de bases norteamericanas en Colombia demuestra claramente que la burguesía es aliada incondicional del imperialismo, que no se ruboriza ante una flagrante violación de la autodeterminación del pueblo. El demócrata Barack Obama, con el pretexto de combatir el narcotráfico y el llamado terrorismo; aplica la tradicional teoría imperialista de la "seguridad nacional" quedando listo para intervenir rápidamente en cualquier país latinoamericano o caribeño.
 
 ¡Fuera las bases militares norteamericanas!
 
¡Que renuncie Uribe por apátrida!
 
Bogotá, 20 de agosto de 2009
 
Movimiento por la Constituyente Popular, MCP-POLO
https://www.alainet.org/es/articulo/135909
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