Palabras del Presidente de la República, Evo Morales Ayma, en el Foro Permanente para las cuestiones Indígenas en las Naciones Unidas

10 mandamientos para salvar al planeta, a la humanidad y a la vida

21/04/2008
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Primero saludar a la Presidenta de la Directiva por la conducción de este evento importante por la vida, por la igualdad, por la justicia de los pueblos indígenas del mundo.

Agradecer por la invitación a este Foro Permanente, yo diría no sobre las cuestiones indígenas sino sobre los modelos de vivencia en colectividad en la comunidad, en solidaridad de los pueblos indígenas del mundo, organizada por las Naciones Unidas.

Y al ver algunos hermanos líderes indígenas de Latinoamérica, de Sudamérica, muy fortalecido por su presencia, tenemos muchos recuerdos con muchos de ustedes, o con algunos, por ejemplo, en la Campaña de los 500 años de Resistencia Indígena Popular. Empezaba a finales de la década de los 80, parte del 90, tantos eventos en Guatemala, en Quetzaltenango, en Nicaragua y otros países. La pelea por el Decenio de los Pueblos Indígenas del Mundo es parte de una permanente resistencia de los pueblos indígenas por la igualdad y por la justicia.

También tantos recuerdos de haber participado en muchas cumbres indígenas en Latinoamérica, en las Naciones Unidas, en Ginebra. Creo con algunos de los hermanos presentes acá tenemos muchos recuerdos, y a esta invitación vengo a compartir esa vivencia de la dirigencia sindical indígena campesina de Bolivia, también de la presidencia, compartir sobre un tema específico que programaron, como es: el cambio climático.

Estamos convencidos como movimiento indígena, somos también seres humanos, tenemos los mismos derechos, tenemos los mismos deberes, en cualquier Estado. Aunque ese movimiento indígena, especialmente en mi país, como también en algunos países de Latinoamérica, somos los más agredidos, los más humillados, los más despreciados, inclusive en algunos años condenados al exterminio.

Estoy seguro que en muchos países, en muchas regiones, ha habido mucha resistencia, comunidad, con la conciencia de cada uno de los hermanos, de las organizaciones, que a veces desde la comunidad, desde la capitanía, desde las mismas estancias, nos organizamos para defender la tierra, para defender los servicios básicos, y eso nos obliga a pensar mejor sobre el derecho de los pueblos indígenas.

Después de que se organizaron este Foro Permanente en las Naciones Unidas, como también otras instancias de organismos internacionales de los Estados, pues ahora aprovechando estos espacios como los Estados, los modelos económicos vigentes pueden entender los modelos económicos de evidencia en los pueblos indígenas del mundo.

Y si hablamos del movimiento indígena relacionado al tema ecológico, al tema del medio ambiente, últimamente llamado el cambio climático, yo siento que somos los pueblos indígenas los que tenemos moral y ética para hablar del medio ambiente.

Somos los pueblos indígenas que históricamente hemos vivido en armonía con la madre tierra. Somos los pueblos indígenas que hemos defendido esa madre tierra, por tanto, al Planeta Tierra. Son los pueblos indígenas sobre todo que han luchado y hemos luchado y sigue la lucha, y quiero decirles en el país, por lo menos yo pensé, llegando a la presidencia podemos rápidamente encontrar una igualdad y justicia.

Antes eran los movimientos sin tierra, o los hermanos con tierra insuficiente, que marchábamos movilizados, y ahora en mi país son los latifundistas, son los terratenientes, que hacen movilizaciones. Entiendo perfectamente que habrá resistencia de algunas familias que no quieren igualdad, que no quieren justicia, no quieren perder todavía sus privilegios, y eso había sido una lucha permanente.

Por eso siento que esta clase de conferencias, esta clase de eventos, sobre todo a la cabeza de los líderes indígenas del mundo, de organismos internacionales que apuestan también por la igualdad, de personalidades, de gente que se suma de los distintos países a cómo reparar daños de 500 años, saludamos a ellos para que de manera conjunta podemos buscar cierto equilibrio en el mundo.

Yo venía a expresar la forma de cómo recuperar la vivencia de nuestros pueblos llamado el Vivir Bien, nuestra visión sobre la madre tierra, porque para el movimiento indígena la tierra es nuestra vida, y no es posible que un modelo capitalista convierta en una mercancía a la madre tierra. Esas son nuestras profundas diferencias entre el movimiento indígena y muchas personalidades, organizaciones, que comparten una nueva visión sobre la vida, sobre la humanidad y sobre el planeta tierra.

Si en estos últimos años permanentemente vemos factores climatológicos que empiezan a dañar en algunas regiones, terremotos, calentamientos, inundaciones, en mi país quiero decirles, que el primer opositor ha sido los desastres naturales el año 2006, y en el año 2007, empeora todavía los desastres naturales con las inundaciones llamado el fenómeno de El Niño.

Este año peor todavía llamada el fenómeno de La Niña, yo decía que la Niña había sido mucho más agresiva, atrevida todavía, porque hemos perdido muchas vidas, y cuando conversamos con muchas autoridades locales, departamentales, nacionales y llegamos a la conclusión de que estas autoridades no son culpables, sino viene de un modelo, de un sistema.

Y por eso yo traigo algunas reflexiones para con ustedes compartir, para debatir, no solamente a este nivel sino también debatir con nuestras comunidades, con nuestras organizaciones de base.

Quiero decirles hermanas, hermanos dirigentes y líderes que están presentes acá, que lo más importante en la vida es estar en permanentemente contacto con nuestros pueblos.

Y como presidente yo diría a veces llevar respuestas, a veces también recoger propuestas, de acuerdo a nuestras posibilidades atender las demandas que tienen nuestros pueblos, pero también quiero ser muy sincero es imposible atender las demandas de tantos años de exclusión, de marginamiento.

Y dentro ese marco vengo a compartir y proponer para un debate unos 10 mandamientos para salvar al planeta, a la humanidad y a la vida.

Primero, si queremos salvar al planeta tierra para salvar la vida y a la humanidad, estamos en la obligación acabar con el sistema capitalista, sino acabamos con el sistema capitalista, es imposible de pensar que va a haber igualdad, que va a haber justicia en este planeta tierra, que los graves efectos de cambio climático no son producto de los seres humanos en general, sino es del sistema capitalista vigente, inhumano, con su desarrollo industrial ilimitado.

Por eso, siento que es importante cómo acabar con la explotación a los seres humanos, cómo acabar con el saqueo de los recursos naturales, cómo acabar con las guerras destructivas para conquistar materia prima o el mercado finalmente, el despilfarro de energía, especialmente fósil, consumo excesivo de bienes, la acumulación de basura. El sistema capitalista lamentablemente nos permite sólo acumular la basura, y dentro de ese marco nos trae egoísmo, individualismo, hasta regionalismo, la sed de ganancia, la forma de vivir en lujo, sólo pensar en el lucro y no jamás en la igualdad de los seres humanos que vivimos o habitamos en el planeta tierra.

Si queremos salvar de verdad el planeta hay que terminar, acabar, erradicar, si es el término más exacto al modelo capitalista, y lograr que el norte pague la deuda ecológica en vez de que los países del sur paguen la deuda externa, y no solamente del sur sino con todos los países del mundo.

Segundo: renunciar a la guerra. Quiero decirles, que después de hacer unas profundas reflexiones en mi país mediante una nueva Constitución Política del Estado boliviano que hay que someterla a una consulta del pueblo, pues planteamos renunciar a la guerra.

¿Quiénes ganan de la guerra? De las guerras no ganan los pueblos, sólo ganan los imperios, de las guerras no ganan las naciones, sino las transnacionales. Las guerras benefician a pequeñas familias y no a los pueblos.

Seguramente aquí deben estar algunos hermanos de Paraguay, los guaraníes, esa guerra del año 1930, 1932, 1935, la Guerra del Chaco, si revisamos la historia, no eran guerras de los pueblos, ni siquiera de naciones, sino guerra de las transnacionales por el petróleo, por los recursos naturales, los hidrocarburos.

Y si de verdad estamos planteándonos esta clase de foro y qué mejor a la cabeza del movimiento indígena del mundo, es importante cómo decir a nuestros países que terminemos, acabemos, renunciemos a las guerras que sólo beneficia a grupos o pequeñas familias como son las transnacionales.

Podría poner muchos ejemplos, las intervenciones de carácter militar, la ocupación de algunos países a otros países con pretextos a veces, en la región andina, en la región sudamericana, de lucha contra el narcotráfico, a veces con otros pretextos, como por ejemplo armas de destrucción masiva, en el fondo son pretextos, pero sí traen muchos problemas de vida, muchos problemas sociales, y por eso es importante que desde esta clase de eventos plantearnos como acabar con esas guerras de las transnacionales.

Repito, hermanas y hermanos, en estas guerras no mueren ni presidentes ni ministros, ni mueren dueños de empresas transnacionales, sólo mueren pueblos usados falsamente para defender ciertos intereses de países, cuando son intereses de las transnacionales.

Queremos también informarles y proponer que esos trillones de millones que se destinan a la guerra deben destinarse para reparar y para curar a la madre tierra que está herida por el tema del medio ambiente.

Tercera propuesta para el debate: un mundo sin imperialismo ni colonialismo. Es importante las relaciones bilaterales, relaciones multilaterales, somos de la cultura del diálogo, de convivencia social, pero estas relaciones no deben tomarse en cuenta como una dependencia, como un sometimiento de un país a otro. Lamentablemente, algunas relaciones de carácter bilateral sólo está condicionada, a veces condicionada, por ejemplo en mi país, a la privatización de los recursos naturales, a la lucha contra el terrorismo, cuando los movimientos sociales, la lucha de los movimientos sociales habían sido terroristas, los dirigentes sindicales.

Y si repasamos esa historia de mi vivencia como dirigente sindical, antes los sectores más movilizados con claridad ideológica, programática, de defensa de la dignidad, de la soberanía, de mi país, eran permanentemente acusados de comunistas, de rojos. El tiempo va pasando, en la década de los 90 especialmente ya no eran acusados de comunistas ni de rojos sino de narcotraficantes. Es el caso mío, que saben muchos hermanos bolivianos que están presentes. Pero, a partir del año 2.001, 11 de septiembre, los dirigentes sindicales indígenas acusados de terroristas.

Cuando algún país quiere cooperar con un país condiciona, lucha contra el terrorismo, que significa lucha a los movimientos sociales incluidos los movimientos indígenas. Y por eso, siento que hay que frenar esos intereses.

Y con cualquier pretexto, que con cualquier interés, tratan de convertir una colonia bajo un imperio, por eso el planteamiento de acabar con esta forma de sometimiento de algunos países que intentan todavía en este nuevo milenio.

Las relaciones siento que deben estar orientadas en el marco de la complementariedad, y no una competencia desleal entre pueblos o entre países, entre naciones, tomar en cuenta las profundas asimetrías que existe de familia a familia, de país a país, y de continente a continente.

Quiero decirles algo muy importante, en los últimos datos que revisé, que algunos hermanos y hermanas que viven en Estados Unidos, yo no sé por qué razón van retornando a su país. ¿Será que la economía estaba mejorando en Bolivia?, o ¿será que está empeorando la economía en Estados Unidos?, pero me alegra muchísimo que nuestras hermanas y hermanos residentes en este país retornen a Bolivia, muy pocos por cierto, pero sí hay muestras de cómo volver a su país.

Estoy seguro que acá habrán muchos observadores de la Unión Europea, saludamos que allá seguramente se vive mejor, aunque nuestra forma o nuestra política es Vivir Bien, pero estas asimetrías de un continente a otro continente, de Sudamérica o Latinoamérica hacia Europa son profundas.

Los últimos compatriotas, hermanos nuestros que se han ido a Europa, yo diría que una buena cantidad no han sido porque no tienen fuentes de trabajo. En Bolivia seguramente es muy mínimo el salario mínimo nacional, los que ganan por decir 200, 300 dólares, se van a Europa para ganar mil euros al mes. Por tanto, habrá migración todavía por esas diferencias económicas, por esas asimetrías de un continente a otro continente.

Siento que es importante, que los gobiernos, los estados, desde las Naciones Unidas, planteemos seriamente este problema de asimetrías de continente a continente, cómo buscar cierto equilibrio, cómo frenar o achicar estas profundas diferencias económicas.

Siento que es importante construir un mundo multipolar, y es obligación de nosotros, cómo plantearnos las formas que las naciones puedan empezar a desarrollar nuevas políticas a nivel mundial.

Estamos en Naciones Unidas, yo expresé en mis últimas intervenciones, en las reuniones ordinarias de las Naciones Unidas, algunas diferencias con las Naciones Unidas, y no puedo ocultar de expresar acá también, porque estas reglas de las Naciones Unidas, especialmente el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, deben ser democratizadas.

La democracia va creciendo en toda Latinoamérica, pero no democracias sometidas ni subordinadas al imperio, sino democracias liberadoras. Ayer ha habido elecciones nacionales en la hermana y vecina república de Paraguay, y esta madrugada me informaron que el hermano compañero Fernando Lugo ganó. Saludamos a un revolucionario, un padre de la Iglesia Católica, que se suma a la lucha de los pueblos con una u otra forma de pensar desde ser autoridad y como autoridad de servicio al pueblo y a los pueblos.

Yo siento que esas democracias liberadoras van surgiendo, y por qué no se puede democratizar entonces a las Naciones Unidas. No es posible que haya en Naciones Unidas países de primera y países de segunda, por ejemplo. No es posible que en las Naciones Unidas hayan miembros vitalicios y con derecho de veto. Eso tiene que terminar hermanas y hermanos. No es posible que algunos países tengan todo el poder y otros no.

Si bien hay una organización de Naciones Unidas, yo plantearía, si eso no cambia, si no se democratiza, porqué los pueblos originarios indígenas podemos tener una especie de Naciones Unidas.

Yo diría, en vez de ONU, UNO, Unidad de Naciones Originarias del mundo, originarias indígenas. Habrá que debatirla de verdad, pero sí necesitamos organismos, organizaciones que puedan democratizarse, y en el marco de la democracia, cómo expresar la vivencia de las distintas regiones y países del mundo.

El cuarto punto está orientado a un tema, el tema del agua, el agua como un derecho humano y de todos los seres vivientes de este planeta, ustedes saben, que una hermana me decía, hasta sin luz podemos vivir, sin foco, sin energía podemos vivir, pero no podemos vivir sin agua, por lo tanto, el agua es vida.

Y no es posible que hayan políticas que permitan sólo privatizar el agua. Al margen de la defensa de la hoja de coca, al margen de la defensa de la tierra, el territorio, el año 2000 un grupo de compañeros obreros, campesinos, indígenas, inclusive compañeros de la ciudad de Cochabamba nos organizamos para evitar la privatización del agua.

Y así vienen muchas experiencias de movilizaciones. Ustedes saben, para los hermanos indígenas que no hemos podido acceder a estudiar en las universidades. Nuestra mejor universidad son las movilizaciones, nuestra mejor escuela son los debates permanentes en los congresos y ampliados, y esa movilización realizada el 2000 en la ciudad de Cochabamba, Bolivia, nos ha permitido identificar a los enemigos internos que privatizan el agua, y a los enemigos externos que viven del negocio del agua.

Pero también, no solamente, el agua como un recurso natural de vivencia, sino lamento mucho estas políticas de un modelo económico que no está basada en la igualdad de los pueblos, pues nos trae cambio climático en las fuentes de agua. Nuestros nevados, montañas van desapareciendo, problemas en glaciares, también van desapareciendo, la sequía está provocando la desforestación.

Siento hermanas y hermanos reunidos en este foro, desde acá como plantearnos una convención internacional del agua para proteger las fuentes de agua, garantizando como derecho humano y evitar su privatización y el acaparamiento en manos de pocas manos.

Quiero decirles además de eso, como un quinto punto: desarrollo de energías limpias y amigables con la naturaleza, acabar con el derroche de energía. En 100 años estamos acabando con la energía fósil creada durante millones de años.

Cometen un grave error los que promueven los biocombustibles, yo no puedo entender que algunos presidentes, algunos modelos de desarrollo económico puedan reservar tierras para automóviles de lujo y no para el ser humano.

No se puede entender cómo algunos movimientos pueden usar la tierra para chatarras y no para la vida humana, siento que es nuestra obligación como movimiento indígena crear una conciencia en nuestras naciones, debates con nuestros gobiernos para que la tierra beneficie a los seres humanos, a los seres vivientes, y que la tierra no sea usada para las chatarras.

Este tema de cómo reservar las tierras para biocombustible o agrocombustible está causando problemas en la economía de las distintas regiones del mundo, afectando las economías familiares. Por ejemplo en mi país, el trigo va subiendo, por tanto el pan va subiendo, y es un problema internacional, no solamente un problema de un país.

Todo porque en algunas regiones, masivamente van reservando tierras para el llamado agro o biocombustible. Aquí, perdonen la expresión, seguramente a muchos no les guste, pero después de escuchar alguna versión del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional, ellos reconocen que el alza de precios a nivel mundial de algunos productos es producto de los biocombustibles.

Yo diría que es la primera coincidencia que tengo con el Banco Mundial como también con el Fondo Monetario Internacional, pero no solamente quisiera que termine en un solo mensaje, desde el Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional implementamos políticas para frenar esta clase de políticas como el biocombustible y de esta manera evitar hambre y miseria para nuestros pueblos.

Ayer, casualmente tuve una reunión con algunos expertos de Japón, y me hablaban de la energía alternativa, saludo que haya otras formas de cómo resolver el problema de energía, por ejemplo la geotérmica, energía solar, energía eólica, hidroeléctrica en pequeña y mediana escala en nuestras regiones.

Yo sé que la hidroeléctrica macro, eso siempre afectará a nuestros pueblos, hay que debatirlas, es importante contar con una energía.

Como sexto punto: el respeto a la Madre Tierra. Yo creo allí, repito nuevamente, ningún sector, ningún experto, ningún especialista puede debatir con los dirigentes indígenas sobre el respeto a la Madre Tierra.

Pero, cómo influir desde el movimiento indígena a otros sectores sociales, sean urbanos, sean rurales, cómo influir por ejemplo en las llamadas instituciones colegiadas para que puedan entender que la tierra es nuestra madre, y compartimos muchas veces, hermanas y hermanos, con ustedes. Yo también he aprendido de muchos hermanos indígenas de Latinoamérica, de Sudamérica.

Por ejemplo, ¿quién podría privatizar o alquilar, fletar a su madre? Por eso, la tierra no puede ser entendida como una mercancía. Lamentablemente, el sistema capitalista nos trae y convierte, espero no equivocarme, a la Madre Tierra como una materia prima, por tanto como una mercancía, y cambiar esa mentalidad siento que va a costar.

Yo sigo convencido en el tema de tierra y la forma de vivir en colectividad, en comunidad, seguimos siendo como pueblos indígenas la forma de cómo persuadir a esos modelos, a esos sistemas económicos vigentes, políticas de privatización, ojalá podamos avanzar.

Algunos me dicen, Presidente, Evo, en vano estás hablando eso, eso no se puede cambiar. Pero, quiero decirles que soy optimista, porque hay tantas formas de vivencia en comunidad, en colectividad. Donde yo nací por ejemplo, no hay propiedad privada todavía, no hay propiedad individual. Hay una propiedad comunal, hay una zona ganadera, una zona agrícola. Ojalá la privatización no llegue, y saben los hermanos, acá esa forma de vivir en comunidad, en colectividad.

Por eso siento que el respeto a la madre tierra es la parte fundamental si queremos salvar al planeta tierra, y si salvamos al planeta tierra con seguridad salvaremos a la vida y a la humanidad.

No pueden haber políticas de acaparamiento, políticas de concentrar como decían los hermanos del Movimiento Sin Tierra de Brasil, muchas tierras en pocas manos para que muchas manos se queden sin tierra, excelente mensaje que recibimos. Pero, todavía habrá resistencia en muchos países, sólo quiero decirles, la mejor forma de buscar la igualdad en tema de tierra es la unidad, es la organización. La mejor forma de cómo hacer respetar esas tierras comunitarias, colectivas, esa forma de recuperar las tierras, es la unidad y la organización.

Yo diría el mejor título, la mejor documentación que podemos tener para poseer tierra es nuestra organización, hermanas y hermanos.

Un tema central como séptimo punto para el debate, y está tomado en cuenta también en nuestra Constitución Política del Estado boliviano, que los servicios básicos, sea agua, luz, educación, salud, comunicación, inclusive transporte, deben ser tomados en cuenta como un derecho humano, porque estamos hablando de los servicios básicos. Si estos servicios básicos es un derecho humano, no puede ser de negocio privado sino tiene que ser de servicio público.

Y ahí tenemos una profunda diferencia con algunos países, sus presidentes, donde sus empresarios viven negociando los servicios básicos. Repito, hermanas y hermanos, los servicios básicos jamás deberían ser de negocio privado de las transnacionales.

Como octavo punto, consumir lo necesario, priorizar lo que producimos y consumimos localmente, acabar con el consumismo, el derroche y el lujo. No se puede entender que algunas familias sólo busquen lujos a cambio de que millones y millones no tengan posibilidades de vivir bien. Millones mueren de hambre cada año mientras millones de dólares se gastan para combatir la obesidad del otro polo de la sociedad.

En un momento decía, soy capaz de mandar jarabe de coca, porque me informaron que el jarabe de coca combate la obesidad. Pero imagínense a veces gastar millones en cómo adelgazar y que después millones se mueran, creo que es una cuestión de conciencia social que hay que implementarla.

La crisis alimentaria va a acabar con el libre mercado, porque no es aceptable que se exporte afuera cuando la población tiene hambre adentro de los países.

Mi último conflicto en Bolivia, aquí los hermanos dirigentes saben, algunos agroindustriales que industrializan aceite, por ejemplo, prefieren vender al exterior que en su país. Y lo peor es los últimos datos, ya es una cuestión política ni siquiera económica. Como estos industriales quieren perjudicar a Evo Morales, como siempre hablan de tumbar al indio permanentemente, prefieren vender su aceite al exterior más barato que en Bolivia.

Esas son algunas empresas transnacionales, algunas empresas privadas, ya se maneja el comercio desde un punto de vista político ni siquiera económico. Estamos viviendo eso en Bolivia, pero eso nos obliga también a gobiernos, como ahora, que no solamente depender de esa empresa, si también el Estado no puede rápidamente, o los productores organizados en cooperativas, en empresas comunales, colectivas, asociaciones, crear empresas, industrias a manos del pueblo, o recuperar a esas empresas que permanentemente sabotean la economía del hogar.

Es nueva experiencia, una nueva vivencia, yo quiero decirles pues por la vida, por las mayorías, por los pueblos, todo. No puede ser todo por las transnacionales.

Como penúltimo punto para el debate, noveno: promover la diversidad de culturas y economías. Somos tan diversos, aunque el movimiento indígena siempre excluida, estamos apostando a esa llamada unidad en la diversidad, un estado plurinacional donde todos están al interior de este estado plurinacional, blancos, morenos, negros, todas y todos.

Quiero explicarles brevemente lo que existe en Bolivia, que finalmente todos somos originarios. Algunos somos originarios milenarios, que somos muchos, y algunos somos originarios contemporáneos: pocos, están los originarios milenarios que son muchos: muy pobres, y los originarios contemporáneos: pocos, muy ricos, esa es la desigualdad.

Y con una nueva Constitución Política del Estado boliviano queremos que haya igualdad entre los originarios milenarios y los originarios contemporáneos. De esta manera pues, vivir en esa unidad respetando nuestra diversidad, no solamente diversidad fisonómica, también diversidad económica, economías manejadas por las asociaciones, por las cooperativas, respetando la propiedad privada. Vamos a respetar.

Otra cosa que no se puede respetar es el saqueo a nuestros recursos naturales o la explotación a nuestros hermanos.

Hermanas y hermanos, para terminar, como décimo punto, lo que nos planteamos, que no es ninguna novedad, el Vivir Bien. Sólo tratamos de recuperar de la vivencia de nuestros antepasados, vivir bien, no vivir mejor a costa del otro, construir un socialismo comunitario en armonía con la Madre Tierra. Permanentemente se habla del socialismo, comparto perfectamente, pero siento que hay que mejorar ese socialismo.

Socialismo no es solamente entender la defensa al hombre. Socialismo sobre todo es entender que es una obligación de los pueblos vivir en armonía con la Madre Tierra, respetar las formas de vivencia de la comunidad, de la colectividad. Están presentes aún todavía. El planteamiento del socialismo del siglo XXI debe mejorarse con la incorporación de la vivencia, de la experiencia de los pueblos indígenas del mundo que defienden fundamentalmente a la Madre Tierra.

Hermanas y hermanos, aquí hay dos caminos, o seguimos por el camino del capitalismo y la muerte, o avanzamos por el camino indígena de la armonía con la naturaleza y la vida, todo para salvar a la humanidad.

Yo siento que es nuestra obligación que los pueblos, fuerzas sociales, fuerzas políticas, organismos internacionales recuperar la forma de vivencia en armonía con la madre tierra, que es el mejor camino para salvar a la humanidad salvando al planeta tierra.

Pero también queremos decirles que los pueblos indígenas no nos vamos a callar hasta lograr un verdadero cambio, porque nuestra voz es la de los nevados que pierden sus ponchos blancos.

Yo no entendía hace tiempo atrás cuando un cantor, un artista, decía: nuestro cerro Illimani va perdiendo su poncho blanco. No podía entender, pero eso decía en la década de los 90, ahora estamos ya en el 2008, y de verdad ese blanco, ese nevado del cerro Illimani, la montaña, va bajando permanentemente, y un compañero me decía, los alcaldes van a tener que hacer un presupuesto para después pintar con color blanco esas montañas, y tienen razón.

Si la destrucción del medio ambiente se lo está llevando los nevados, las autoridades vamos a tener que conseguir financiamiento para pintar de blanco nuestras montañas para que siga el turismo, y siento que ese es un debate profundo, que de verdad nosotros como pueblos podemos sostener.

Hermanas y hermanos, ustedes saben día que pasa es una nueva lección para mí, pero vengo sobre todo a saludarles a los hermanos de México, de Guatemala, de Ecuador, que vemos por aquí, antiguos compañeros de Perú que hemos estado en permanente movilización, y siento que hay que seguir aún todavía movilizados con más fuerza, con mayor unidad.

Y saludamos esa lucha histórica de ustedes, y pedir a las Naciones Unidas sobre la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas, mi respeto, mi admiración, porque lo que nos hemos planteado desde hace 20, 30, o 500 años atrás lo logramos, que es el aporte del gobierno, del pueblo boliviano, esa declaración aprobada el año pasado ya hemos convertido en una ley nacional para su implementación correspondiente.

Esperamos que otros países puedan convertir esta Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas, convertir en unas normas que permitan desarrollar, implementar, de esta manera reparar esos daños a los hermanos indígenas del mundo.

Finalmente, hermanas y hermanos, seguramente ustedes están permanentemente escuchando, haciendo seguimiento sobre los problemas que existe, y que siempre habrá problemas. Llego a esta conclusión, pero quiero decirles: estoy muy contento, muy feliz, no decepcionado ni preocupado, porque esos grupos que permanentemente esclavizaron a nuestras familias durante la colonia, durante la república, durante la época del neoliberalismo, siguen agrupados en algunas familias, resistiéndome.

Estoy bien preocupado cuando los mismos movimientos sociales del campo y la ciudad, los del movimiento indígena campesino, están cuestionando por los errores del Evo Morales como presidente. Se escuchan todos los días, son grupos de oligarquías, de logias, que cuestionan al Evo Morales.

Tiene que haber eso, es nuestra lucha, por tanto no me preocupa, pero sí les pedimos mayor claridad ideológica, programática, para enfrentar esos grupos que no quieren perder sus privilegios, esos grupos que viven en el lujo y que no quieren perder el lujo, esos grupos que no quieren perder sus tierras. Es una lucha histórica y sigue aún esta lucha.

Hermanas y hermanos, muchas gracias por invitarme a este evento, muy contento nuevamente de haber tenido un encuentro con ustedes en este gran evento internacional, muchas gracias.

Naciones Unidas, 21 de abril de 2008

https://www.alainet.org/es/articulo/134580
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