Decrecimiento Sustentable

02/04/2009
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A

El problema ya no es cómo crecer indefinidamente y cómo distribuir los resultados de ese crecimiento. El crecimiento de la producción capitalista ha sido como un torrente desbordado que ha ido destrozando países, pueblos, familias, selvas, especies, paisajes… Ya no produce bienes, sino males.

No fueron las políticas keynesianas por sí solas, las que permitieron en los años 30 la recuperación. El fascismo y la guerra fueron esenciales. Tampoco hoy es suficiente con dichas políticas.

La industria automotriz es un símbolo. Está agonizante y necesita que el Estado le trasfiera millones de dólares, para reestructurarse. La condición es que produzca vehículos no contaminantes ¿Pero cada familia tendría 3 ó 4 vehículos para el transporte privado? ¿O tendremos un sector automotriz para un transporte público que no continúe derrochando recursos y destruyendo la naturaleza con carreteras, autopistas y CO2?

La civilización centrada en el hiperconsumo, el hiperindiviualismo y la destrucción del planeta, es la que está en crisis. El planeta pudo resistir 275 partículas de CO2 por millón. Ahora tenemos 387 y debe colocarse urgentemente por debajo de 350. La grave recesión de hoy es la oportunidad para reorganizar el aparato productivo y adoptar valores solidarios, altruistas. Más volcados hacia la comunidad, que hacia el mercado internacional. Más hacia el desarrollo endógeno.

El FMI destruyó las economías locales de África, impuso privatizaciones y el mercado internacional. Hambre y muerte ha sido el resultado.

Creció en el mundo la economía financiera, no la real. Por eso el desempleo, la crisis en salud y educación, el hambre. Los productos financieros lo han corrompido todo. Los grandes bancos estafaron a los ciudadanos y reciben millones de dólares como premio. Madoff es la punta del iceberg.

La principal actividad del mercado mundial es la compra de nuestras conciencias. Si tiene éxito en esa tarea, ganará esta batalla y la reorganización será peor que más de lo mismo. El descontento crece en AL, EEUU, Francia, España…La huelga general ha reaparecido ¿Surgirán las fuerzas espirituales y políticas capaces de guiar este proceso? ¿O como en los años 30 el fascismo y la guerra serán el resultado? Llegó el momento de ser realistas y pedir lo imposible.

 

- Julio Escalona es Embajador Alterno de Venezuela ante la ONU

https://www.alainet.org/es/articulo/133150?language=en
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS