XI Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe

Ante conflictos armados, feminismo aporta denuncia y acción

19/03/2009
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A

La lógica de la seguridad en América Latina y el Caribe va en el sentido de la militarización, tendencia que lleva implícito el control físico y social sobre la vida y los cuerpos de las mujeres, declaró Ana Milena González, de la organización colombiana Ruta Pacifica de Mujeres.

En el marco del XI Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, que se realiza en la Ciudad de México del 16 al 20 de marzo, con la participación de mil 600 mujeres, la feminista aseguró que en Colombia este control social lo han vivido en particular las mujeres jóvenes de poblaciones rurales, quienes han padecido violencia sexual, tanto de la guerrilla como de los militares.

La ponente expuso que, de igual manera, un sector de la población colombiana ha pasado a la confinación, es decir viven en un territorio cercado por la guerrilla, los paramilitares o el Ejército, y son ellos quienes controlan la alimentación, los servicios de salud y otros, con miras a mantener el derecho a decidir sobre sus cuerpos y sus vidas.

Durante el Panel: "Resistencias feministas frente a los impactos de los conflictos armados en la vida de las mujeres", Milena González precisó que el movimiento feminista ha buscado la solución del conflicto desde diferentes canales, desde la movilización social para denunciar, pero también para generar acciones de solidaridad y apoyo a las víctimas.

Hasta el momento, precisó  la especialista, uno de los grandes logros del movimiento feminista en materia de conflictos armados es la articulación y movilización de redes sociales, que han visibilizado esta situación, al señalar la violencia sexual que hay en contra de las mujeres en Colombia.

Incluso, añadió, hay una frase que visibiliza el alcance de este fenómeno y que apareció en un graffiti: "Guarden sus perras que el perro está suelto". Frase muy fuerte que refleja las prácticas del Ejército contra las mujeres, una práctica que se ha extendido porque muchas de ellas son violadas por sus propios vecinos que se enrolaron en el Ejército y siendo militares ejercen su poder para violentarlas.

De igual manera detalla que muchas de estas mujeres se acercan a los hombres que tienen "las armas, es decir el poder", que pueden pertenecer a cualquier bando, para sentirse seguras de no ser violentadas, sin embargo esta forma tampoco las excluye de ser usadas como simples objetos sexuales.

Al finalizar su intervención, la especialista lanzó un llamado para que durante los encuentros feministas latinoamericanos y del Caribe hable del tema de feminicidio, un hecho real y preocupante en México y en muchos otros países de la región. Creo, dijo, que más que los fundamentalismos, nos convocarían los feminicidios.

Por su parte, la feminista Liduvina Méndez, de la organización Actoras de Cambio de Guatemala, señaló que si queremos politizar o repolitizar el feminismo es necesario trabajar el tema de la violencia sexual en contextos de conflictos armados, sin separarnos de las víctimas, ya que en la vida de muchas de nosotras la violencia sexual es una realidad. "No esperemos que lo hagan las otras, hagámoslo nosotras mismas", convocó.

El feminismo es la ciencia que nos ha aportado más a las mujeres y al mundo entero para la liberación, para la emancipación, "usémosla, no estemos esperando otra cosa", puntualizó la guatemalteca.

Impunidad favorece  lógica del patriarcado

Katerina Anfosi sostiene que la guerra continúa, a pesar de los esfuerzos de paz, que desde diferentes escenarios de los movimientos sociales se plantean y de la praxis feminista de las mujeres en contextos de conflictos armados, ya sea por vivirlos directamente, o por generar acciones de solidaridad y denuncia en otras latitudes, la guerra continúa.

La Directora de Radio Internacional Feminista aseguró que con las guerras civiles o conflictos armados las mujeres son víctimas de la presencia de grupos armados, con el común de la impunidad que favorece la lógica del patriarcado,  lo que ha logrado que la presencia de los actores armados en puestos de poder impida la denuncia de las víctimas.

Por eso no hay que esperar a que el conflicto termine para poder hablar, peor si hay que buscar las condiciones adecuadas para poder hacerlo, y para que las mujeres se sientan en confianza con nosotras para expresar su dolor.

Radio Feminista señala que en durante el siglo XX cerca de 200 millones de personas perdieron la vida en conflictos armados y guerras, una de cada cuatro víctimas era mujer.

Fuente:  CIMAC.

 

https://www.alainet.org/es/articulo/132906
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS