Declaración de Santiago de Cuba
- Opinión
Nosotros, los Jefes de Estado y/o de Gobierno de
Orgullosos de nuestra identidad caribeña compartida y de la riqueza cultural de nuestros pueblos;
Reunidos por tercera ocasión a nivel Cumbre, en Santiago de Cuba, Cuba, y conmemorando el trigésimo sexto Aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre los Estados independientes de
Recordando las Declaraciones de
Recordando además nuestro firme compromiso con los Principios y Propósitos consagrados en
Recordando nuestros compromisos con los principios fundamentales de los derechos humanos, la dignidad y la libertad para todos;
Recordando también nuestro compromiso con el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) en las esferas de la educación, la salud, el alivio de la pobreza y la igualdad de género;
Profundamente preocupados por el devastador impacto de la crisis económica y financiera actual, particularmente sobre los pequeños países en desarrollo, que amenaza con erosionar el progreso logrado hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y la realización de
Reconociendo que las economías pequeñas y vulnerables requieren un trato especial y diferenciado para desarrollarse y convertirse en participantes plenos de la economía internacional;
Conscientes de que la cooperación, la colaboración y la solidaridad son importantes para los esfuerzos regionales para enfrentar los desafíos resultantes de la crisis económica y financiera global y del injusto e inequitativo orden económico internacional prevaleciente;
Ratificando el compromiso con la cooperación regional como una estrategia efectiva para el logro de nuestros objetivos de desarrollo sostenible, de una mejor integración y de un mayor bienestar para nuestros pueblos;
Constatando los beneficios, particularmente en las esferas de la educación y la salud logrados a partir de los programas de cooperación e intercambio entre
Por consiguiente:
1. Reafirmamos los fuertes lazos de hermandad y solidaridad existentes entre nuestras naciones.
2. Subrayamos que la cooperación es un ingrediente imprescindible de la integración regional del Caribe.
3. Expresamos satisfacción por las muestras de solidaridad y apoyo entre los países del Caribe por los graves daños resultantes de los huracanes y otros fenómenos naturales que han impactado la región.
4. Destacamos la urgencia de promover acciones globales para fomentar el uso racional y sostenible de los recursos naturales, para conservar y proteger el medio ambiente y mitigar los efectos del cambio climático sobre nuestros países. En ese contexto reafirmamos el principio de la responsabilidad común pero diferenciada y ante la deuda ecológica contraída por los países desarrollados, hacemos un llamado para que estos aporten los recursos financieros nuevos y adicionales necesarios para implementar medidas dirigidas a la adaptación ante el cambio climático y a la mitigación de los gases de efecto de invernadero.
5. Instamos a la comunidad internacional a apoyar, mediante el establecimiento de un marco financiero internacional, a aquellos países que administran y preservan sus bosques de manera sostenible.
6. Instamos a la comunidad internacional a que apoye la inclusión en el acuerdo post-Kyoto de incentivos para los países que conservan sus selvas tropicales en reconocimiento al importante papel que estas desempeñan en la mitigación de los efectos del cambio climático.
7. Enfatizamos sobre la necesidad de invertir en programas de energía sostenible y renovable, y en la infraestructura que promovería la consecución del objetivo de desarrollo sostenible de nuestros recursos y contribuiría a la seguridad energética regional.
8. Apoyamos resueltamente los esfuerzos que lleva a cabo
9. Reiteramos nuestra profunda preocupación por el tránsito de desechos nucleares y otros tipos de materiales peligrosos por el Mar Caribe y por la grave amenaza que entraña esta actividad de alto riesgo para la seguridad de la región y, en ese aspecto, reafirmamos nuestro compromiso de lograr un Mar Caribe libre de desechos nucleares.
10. Reconocemos los importantes resultados y avances sociales logrados en la región, especialmente en las esferas de la educación y la salud, como fruto de los programas de cooperación instrumentados entre nuestras naciones, particularmente en los últimos seis años.
11. Acordamos continuar desarrollando y ampliando los programas de cooperación entre nuestras naciones en las esferas priorizadas que hemos identificado, de conformidad con las potencialidades y posibilidades de cada Estado.
12. Convenimos poner énfasis priorizado en la promoción de la salud, la formación de recursos humanos y la mitigación de desastres.
13. Subrayamos la necesidad de una reforma fundamental de la arquitectura financiera internacional, a través de un proceso amplio, transparente e inclusivo bajo la égida de las Naciones Unidas, que prevea la plena participación de los países en desarrollo en la toma de decisiones y en el establecimiento de normas en la esfera económica internacional.
14. Instamos, ante la crisis económica y financiera provocada por las políticas de los países industrializados, a la creación de estándares mejorados para la regulación y supervisión de los asuntos financieros internacionales y así evitar crisis económicas y financieras internacionales futuras.
15. Reiteramos nuestra insatisfacción por el estancamiento de las negociaciones de
16. Instamos a que se ponga fin al bloqueo económico, comercial y financiero contra
17. Expresamos nuestra preocupación de que, a pesar de nuestros esfuerzos colectivos e individuales en la lucha contra el tráfico ilícito de narcóticos y sustancias psicotrópicas y armas pequeñas a través del Caribe, dichos fenómenos han traído por consecuencia un incremento en la criminalidad y de la desintegración social en nuestras comunidades, y por consiguiente renovamos nuestro compromiso de cooperar en la lucha internacional contra este flagelo, de conformidad con los principios adoptados en
18. Recordamos
19. Reafirmamos la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra el terrorismo, de conformidad con el Derecho Internacional y
20. Reafirmamos nuestro compromiso de fortalecer las instituciones y mecanismos existentes de integración regional, basados en los principios de la responsabilidad compartida pero diferenciada.
21. Decidimos trabajar activamente a favor de los actuales esfuerzos de integración y concertación de América Latina y el Caribe, con el ánimo de asegurar un reconocimiento pleno del Caribe dentro del contexto de América Latina y el Caribe. Expresamos nuestra esperanza de que
22. Reconocemos los logros de Cuba como Presidente del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL), fortaleciéndolo y revitalizándolo.
23. Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional a reafirmar su apoyo a los esfuerzos para proteger los derechos económicos, sociales y culturales para todos, incluido el derecho al desarrollo, y a apoyar los esfuerzos para alcanzar los derechos civiles y políticos, así como a lograr un mayor equilibrio entre la promoción y protección de ambos tipos de derechos.
24. Instamos a la comunidad internacional a reafirmar su compromiso con el derecho de los pueblos a vivir en paz y seguridad, respetando el derecho a la autodeterminación.
25. Decidimos celebrar
Santiago de Cuba, 8 de diciembre de 2008
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