El veto que mata

26/11/2008
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''No hay en este trámite nada anormal. Tampoco hay razones para dramatizar esta situación, a no ser que se tenga una visión devaluada o tremendista de la democracia o se pretenda transformarla en un recurso publicitario con objetivos que podrán ser legítimos pero que hoy resultan extemporáneos''. Con estas palabras publicadas en la página web de la Presidencia uruguaya, justificó el gobernante Tabaré Vázquez el veto impuesto a la ley de ''Defensa del derecho a la salud sexual y reproductiva'', que despenalizaba el aborto.

El veto del presidente Vázquez contó con el beneplácito de los partidos opositores al gobierno, que no apoyaron la ley de salud sexual y reproductiva, así como de la Iglesia católica y los grupos contrarios al aborto, como el denominado ''Pro vida''.
Por pocos días, Uruguay fue un país líder en la región, al incluir en su legislación una norma amplia que permitía la interrupción del embarazo, en cualquier circunstancia, antes de las 12 semanas de gestación.

Aunque se conocía la decisión presidencial de vetar la ley en caso de que esta fuera aprobada por ambas cámaras legislativas, la rapidez con que Vázquez la hizo efectiva despertó el rechazo de amplios sectores de la sociedad uruguaya, en particular por los argumentos jurídicos, científicos y técnicos esgrimidos en la fundamentación de la medida.

En opinión del presidente de Uruguay -y de la ministra de Salud Pública, María Julia Muñoz, que respaldó con su firma el veto- la ciencia reconoce la existencia de vida desde el momento de la concepción.

''La biología ha evolucionado mucho. Descubrimientos revolucionarios, como la fecundación in vitro, y el ADN con la secuencia del genoma humano, dejan en evidencia que desde el momento de la concepción allí hay una vida nueva, un nuevo ser'', es la argumentación.

Y añade: ''Tanto es así que en los modernos sistemas jurídicos el ADN se ha transformado en la 'prueba reina' para determinar la identidad de las personas, independientemente de su edad, e incluso, en hipótesis de devastación, o sea, cuando prácticamente ya no queda nada del ser humano, aún luego de mucho tiempo''.

En momentos en que Uruguay aún dirime el destino de cientos de personas desaparecidas durante la dictadura militar, que imperó en el país de 1973 a 1984 y somete a estudios de ADN restos óseos hallados que podrían corresponder a alguno de ellos, el argumento ''científico'' esgrimido para defender el veto es considerado, por lo menos, improcedente.

En su argumentación a favor del veto, Vázquez sostiene que ''el verdadero grado de civilización de una nación se mide en cómo se protege a los más necesitados. Por eso se debe proteger más, a los más débiles''. Sin embargo, en Uruguay, 50 por ciento de los recién nacidos lo hacen en hogares que están por debajo de la línea de pobreza.

El viernes 15, al atardecer, organizaciones sociales y de mujeres convocaron a una demostración opositora al veto en la céntrica Plaza Libertad, de la capital uruguaya, en la que participaron cerca de 2.000 personas.

En un improvisado estrado se fueron sucediendo en la oratoria hombres y mujeres representantes de diversas organizaciones, que batallaron a lo largo de las últimas décadas por la despenalización del aborto y que reprocharon al primer presidente de un gobierno de izquierda su distante actitud ''progresista''.

Entre el público, también estaban presentes parlamentarios que votaron a favor de la ley de despenalización del aborto.

''Tabaré, a las mujeres de izquierda tu veto nos da vergüenza''; ''La libertad y los derechos no se vetan''; ''Tabaré, tu autoridad emana de nosotros. Ya decidimos'', ''Tu veto me mata'', ''Presidente Vázquez ¿usted no sabe dónde están las clínicas de sus colegas aborteros?'', fueron algunas de las consignas escritas en pancartas, carteles y hasta en la palma de las manos de los y las manifestantes.

La principal crítica al primer mandatario, proveniente tanto del ámbito parlamentario como de la ciudadanía que defiende la despenalización del aborto, es haber utilizado el instrumento constitucional del veto para hacer primar su posición personal, desoyendo las mayorías legislativas que representan a los votantes.
Aunque las opiniones están divididas y se sabe de antemano que no se cuenta con las mayorías especiales para levantar el veto presidencial, una importante corriente de opinión entiende necesario convocar a la Asamblea General -que reúne a ambas cámaras legislativas- para que sea ella la que tenga la última palabra.

Repudio al veto
 
El Movimiento Feminista y de Mujeres latinoamericanas puso en marcha una Campaña en repudio al veto del Presidente Tabaré Vázquez a la gran conquista del pueblo uruguayo en el Parlamento, que reconoce derechos sexuales y reproductivos –entre ellos, la despenalización del aborto- para todas las mujeres uruguayas, que tanto han luchado por esta conquista, y por las demás conquistas por las que el actual Presidente ocupa el lugar que hoy le toca ocupar.

''Proponemos a todas las mujeres y hombres comprometidos con esta decisión parlamentaria uruguaya que inviten a través de todas las formas de comunicación posibles (e-mails, afiches, volantes, pasacalles, comunicaciones en las embajadas uruguayas de cada país, etc.) a las autoridades del Uruguay al respeto a la aspiración de hombre y mujeres democráticos del país y la mayor parte de la ciudadanía (60%) a reconocer todos los derechos sexuales y reproductivos votados en el Parlamento, ya sea por refrendo del Consejo de Ministros/as o por Referéndum popular al efecto'' dice un  comunicado de prensa difundido recientemente.

''Se pueden respetar las convicciones personales del presidente Tabaré Vázquez y su poder Constitucional (que solo va a usar para cercenar derechos relativos a la salud sexual y reproductiva), pero no que esgrima dicho poder contra las ciudadanas del país, que no le han dado tan alta investidura para dejar sin efecto, sino para hacer posibles, los derechos de todas y todos. Por esto solicitamos que deje abierto el paso al referéndum ministerial o popular (tal cual lo establece la Constitución Uruguaya) y no use su poder constitucional para laudar en forma unipersonal la conquista''.

''El Movimiento Feminista y de Mujeres, de otro modo, tendrá el mismo derecho de veto al Presidente Tabare Vazquez, en los distintos países de la región a los que él se dirija y en las propias Embajadas y Consulados del Uruguay, haciendo alusión a que es una acción en favor de un pueblo que ha votado decidiendo su política de salud sexual y reproductiva. y a quien el Presidente le impide ejercer el derecho al referéndum, al igual que lo está haciendo con el Presidente Ortega de Nicaragua que ha cercenado derechos sexuales y reproductivos de las nicaragüenses''.

''¡Por lo reales derechos sexuales y reproductivos para todas las mujeres latinoamericanas!¡No más cercenamiento de derechos de las mujeres por poderes públicos paternalistas! ¡hoy somos todas uruguayas!'' termina diciendo.

Fuente:  http://www.artemisanoticias.com.ar/images/trans.gifArtemisa Noticias/SEMlac/CLAM.

https://www.alainet.org/es/articulo/131085
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