Las televisoras matan la esperanza de los mexicanos

30/10/2008
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Si algo caracteriza a nuestra sociedad es la ausencia de esperanza en un mañana mejor, en todos los ambientes se percibe la falta de confianza en los demás, pero sobre todo en nuestros gobernantes.

En los últimos años se ha desatado una serie de crímenes como nunca antes en la historia, se dan noticias de multitud de secuestros, asesinatos, decapitados, ajustes de cuentas, y toda clase de actos delictivos.

Los medios de comunicación, lejos de contribuir a cambiar el estado de cosas les hacen al juego a los delincuentes dando a conocer con lujo de detalles los actos que realizan.

Las televisoras se defienden diciendo: "Nosotros no los asesinamos, solo damos cuenta de ellos".

¿Acaso no sucede absolutamente nada bueno en este país de lo que deberíamos conocer todos los mexicanos y de lo cual podríamos sentirnos orgullosos? ¿De que manera edifican ese tipo de noticias?

Somos la onceava economía del mundo, exportamos miles de millones de dólares a muchos países, tenemos los 29 recursos que se requieren para crear la riqueza de un país, ¿Nada de esto lo deben saber todos los mexicanos?

Tenemos más de 30 millones de estudiantes que se encuentran en todos los niveles y según las últimas evaluaciones han sido reprobadas, ¿No existe algo que las televisoras podrían hacer al respecto aprovechando la cobertura en todo el país?

México tiene todos los recursos para crear la riqueza y muy a pesar de ello la mitad de la población se encuentra en la pobreza, ¿Acaso las televisoras no pueden dar a conocer los problemas y al mismo tiempo conectar a todos los mexicanos con los expertos y juntos trabajar para crear la riqueza entre todos y para todos?

Pero no, parece que no lo han entendido, las televisoras solo tienen ojos para ver los ríos de sangre que fluyen por las calles de las grandes ciudades, no escatiman recursos económicos y tecnológicos para dar cuenta con lujo de detalles.

Una tragedia familiar la convierten en una tragedia nacional.

Esto parece una exageración, pero cuando dan a conocer una noticia relacionada con el crimen organizado trasmiten la sensación de que está sucediendo en todo el país y desde luego trasmiten el miedo a salir de la casa, abundan las recomendaciones de los padres cuando ven salir a los hijos de casa, "Cuídate mucho hijo".

Me platicaba un psicólogo que atendía a varios pacientes por teléfono por el miedo a salir de los pacientes de su casa.

Las noticias de esa naturaleza crean muchos efectos en la sociedad que los propios "comunicadores" son incapaces de medir.

Cada noticia de este tipo le cortan las alas a muchos mexicanos, con esto se rompe la esperanza en una mañana mejor.

Por supuesto que entendemos que los comunicadores no son los asesinos o los secuestradores, pero son ellos los que magnifican los hechos hasta convertirlos en tragedias nacionales.

Solo son unos cuantos miles los delincuentes que hay en el país que tienen en jaque a muchos millones de personas del país, ¿es eso concebible? ¿Pueden más ellos que nosotros?

En el terreno de los hechos ellos pueden más, no porque sean verdaderamente poderosos, sino porque se aprovechan del miedo, de la pasividad, de la ignorancia y de la dependencia de nosotros los "buenos".

Los delincuentes son poderosos porque los mismos medios de comunicación los elevan a la categoría de héroes.

Esto puede parecer un disparate, pero es necesario saber de los dos lenguajes que se manejan en los medios: el lenguaje de las palabras y el de las imágenes.

Cuando se muestra un hecho delictivo se exhibe a las víctimas con la ausencia de los delincuentes, aquí se da a conocer la imagen de los perdedores y está implícita la imagen de los ganadores: los delincuentes.

Cuando se reporta el asalto a un banco se muestra la imagen de la policía que llega tarde y los periodistas suelen burlarse de estos últimos, ¿Quién gana y quien pierde?

Las imágenes son más elocuentes que las palabras.

Las imágenes de Joaquín López Dóriga y la de Javier Alatorre son más conocidas que la del mismo presidente de la república, lastima que usen el maravilloso espacio para difundir solo las malas noticias.

Solo ellos acapararan la audiencia del 80% de la población. Esto se dice fácil, pero implica muchos efectos sobre la sociedad.

Tanto Joaquín como Javier son dos estrellas sin luz que solo alimentan la oscuridad de los mexicanos.

La información que trasmiten a través de los medios es solamente la descripción de los hechos delictivos, nunca dan a conocer alguna investigación con respecto a las causas de la delincuencia y mucho menos las posibles soluciones.

Suelen entrevistar a los analistas, pero estos solo atinan a predecir el comportamiento de las partes, pero no aportan soluciones.

Los expertos son ignorados por los conductores de los medios.

La mayor parte de los periodistas no saben leer propuestas, solo catástrofes.

Cuando les llegan las propuestas de inmediato las descalifican.

Con esto no quiero decir que se deben abandonar la noticias sobre la delincuencia, pero debe contextualizarse adecuadamente de tal manera que se pueda entender el fenómeno y al mismo tiempo se puedan señalar las responsabilidades que tenemos todos los ciudadanos en este fenómeno.

Con todo esto se hace aparecer que los problemas de la delincuencia son más grandes que la capacidad para resolverlo.

Hubo un personaje de la policía que llego a decir que todavía no ha nacido el hombre que resuelva el problema de la delincuencia.

El problema de la delincuencia lo creamos todos con nuestros actos de omisión y comisión, si nosotros fuimos los que lo creamos, tenemos la capacidad también para desaparecerlo.

Aquí esta la oportunidad de las grandes televisoras para hacerle un bien al país y ayudarnos a todos para entender el fenómeno y al mismo tiempo erradicarlo.

Es indispensable definir la función que tienen los medios en la sociedad.

Parecerá increíble, pero aún en pleno inicio del tercer milenio no se define con exactitud la función.

Por los propios contenidos podríamos decir que la función es la de informar sobre todo lo mal que hacemos los mexicanos, sobre todos los políticos, y si se trata de retratar la sangre que fluye por las calles, mucho mejor.

Necesitamos entender la verdadera función de los medios.

En pocas palabras, el periodismo tiene la función de promover el entendimiento entre los gobernantes y los gobernados y entre unos ciudadanos y otros.

Si pudiéramos aplicar esta función, tendrían que modificarse sustancialmente todos los contenidos de los medios.

En el terreno de la delincuencia se hablaría del tema con toda la crudeza, pero también se entrevistaría a los verdaderos expertos que pudieran generar las ideas para resolver el problema de fondo.

Por supuesto que se hablaría de la responsabilidad que todos los ciudadanos tenemos al respecto.

Quedarían atrás las entrevistas que los medios actuales hacen a las víctimas que solo expresan el dolor, pero nunca podrán dar las soluciones sabias.

Las otras televisoras

Mencionaba más arriba que tanto Televisa y Televisión Azteca acaparan el 80% de la audiencia y en tanto, el canal 11 del Politécnico, el canal 22 y la cadena tres solo tienen el 20 %.

El canal que tiene la mejor programación desde mi punto de vista es el canal 11. Sus noticieros se caracterizan por el equilibrio en su información, no enfatizan tanto los actos delictivos, pero tendría que decir que carece de la emotividad suficiente para atraer al gran público y sobre todo que no profundizan sobre los temas nacionales.

Mención especial merece proyecto 40 de la televisora del Ajusco que hacen un enorme esfuerzo por ser diferentes, en los noticieros intervienen los analistas, que como decía más arriba, solo nos hablan de los problemas pero sin darnos las pistas para encontrar las verdaderas soluciones.

Las dos grandes empresas que tienen ese 80% de audiencia son las que tienen los contratos multimillonarios por concepto de publicidad, razón por la cual no tienen la necesidad de innovar de tal manera que sus contenidos contribuyan al crecimiento del país.

Son las televisoras pequeñas las tienen el reto de crecer y de innovar en todos los sentidos para poder estar a la altura que los retos del México moderno.

Hay muchas propuestas dirigidas hacia la innovación de los medios de comunicación de tal manera que nos pudiera llevar a que los problemas caigan por su propio peso, tales como la inseguridad, la pobreza, la corrupción y el narcotráfico entre otros muchos.

Tengo un libro que he titulado “El perfil del periodismo para el nuevo milenio” en donde hago una serie de propuestas.

¿Podemos hacer algo los ciudadanos comunes y corrientes?

Por supuesto que si, pareciera que no podemos hacer por la dimensión de las grandes empresas y porque en la realidad los contenidos de las dos grandes empresas son aceptados por las grandes mayorías.

Una de las primeras acciones que podemos hacer los ciudadanos comunes y corrientes es la de difundir los mensajes que tienen que ver con la exigencia de una mejor programación y al mismo tiempo de las propuestas que ayuden a mejorar los contenidos.

Otra acción es la de crear las propuestas atractivas, rentables, populares y educativas. Este es un reto muy grande al que estamos obligados a realizar todos los que queremos mejorar los contenidos de los medios.

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