Efectos de las crisis

09/10/2008
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Desde Washington, el director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, reconoció que “el planeta está al borde de una recesión global que sólo se puede combatir con acciones conjuntas y con la inyección de dinero en la banca.” (…) “urgió a Gobiernos a usar todas las herramientas monetarias, fiscales y financieras, para combatir una crisis como no se ha visto desde principios del siglo pasado” (…) "Estamos al borde de una recesión global" alertó Strauss-Kahn en una rueda de prensa previa a la asamblea anual de ese organismo y el Banco Mundial, en la que los ministros de economía de todo el mundo intentarán encontrar una respuesta colectiva al problema.” (9 de octubre de 2008, Agencia EFE)

Y es hasta que funcionarios como Dominique Strauss-Kahn reconocen la realidad de la crisis financiera y sus efectos en la economía real cuando el gobierno mexicano, los dirigentes de los partidos políticos, los financieros, los empresarios, los intelectuales, los activistas reconocen su existencia y los ciudadanos comunes confirmamos que algo funciona muy mal en el mundo en que vivimos. Y nos preguntamos ¿Sabrá alguien que puede hacerse al respecto? ¿Alguien que con honestidad, eficacia y tiro de precisión ayude a la humanidad a evitar que esto se descomponga a grados parecidos a los del periodo de entreguerras del siglo XX? ¿Alguien que nos confirme quien está sacando provecho de las desgracias, independientemente de que la recomposición geopolítica está implicando el traslado del nuevo poder de occidente a oriente? ¿Los gobernantes en turno tendrán conciencia y sabrán asumir su responsabilidad en el ascenso e incremento de poder de los emiratos árabes y de los financieros rusos? ¿Se tiene conciencia de que está habiendo un tránsito completo del poder económico y político y en una siguiente fase del poder militar a otras regiones mundo? ¿Alguien tiene perfectamente claro lo que está implicando la redimensión de la economía china? ¿El gobierno mexicano tiene claro donde están los graves riesgos de que muchos fondos de pensión estén metidos en los fracasos financieros? ¿Sabe el gobierno mexicano que la recesión del consumo puede producir paro? ¿Hace bien el Presidente Calderón en mantener a un inexperto, o quizás incapaz, al frente de la Secretaría de Economía, como es el caso de Gerardo Ruiz Mateos, quien ha afirmado que México cuenta con todo el blindaje necesario para enfrentar la crisis financiera que ya es económica?

No deberíamos quedarnos paralizados frente a lo que está ocurriendo porque en el pasado se soslayó que la economía no sólo se rige por la “Ley de la Oferta y la Demanda ” sino por intereses humanos, muchos de ellos mezquinos y que, la mayoría de las veces, funcionan como vasos concomitantes y, en muchos casos, con gran celeridad y contra la sociedad civil. También hay que recordar que, generalmente, las crisis resultan incomprensibles para quienes tienen la responsabilidad de manejarla, sobre todo cuando se trata de la crisis de un mundo globalizado, que afecta los intereses de las naciones. La crisis de esta época exigirá a los gobernantes recurrir a una nueva pedagogía para explicarla, entenderla y trascenderla porque muy pocos de los que ocupan el poder en sus países y en ningún caso los que intentan marcar el rumbo mediante instrumentos tradicionales de navegación económica como el liberalismo, el neoliberalismo fracasado, la fe tradicional o mediante las fórmulas obsoletas del siglo XIX o XX pueden comprenderla, mucho menos explicarla y jamás resolverla.

Lo peor de todo es que los efectos de las crisis económicas sobre la política y la opinión pública pueden ser grandes e inmediatos. De la Gran Depresión (1929-1933) se tiene documentado que “doce países de América Latina conocieron un cambio de gobierno o de régimen en 1930-1931, diez de ellos a través de un golpe militar” (Eric Hobsbawn, “Historia del Siglo XX, p. 111). Antes de la gran depresión de 1929 en México -en 1927- el Presidente Plutarco Elías Calles fue desconocido por los generales Francisco Serrano, Arnulfo R. Gómez, Francisco Manzo y Gonzalo Escobar, entre otros; en julio de 1928 fue asesinado el Presidente (re) electo Álvaro Obregón, con lo cual, tras la salida del poder de Calles se instaló un gobierno provisional a cargo de Emilio Portes Gil, quien estuvo en el cargo de 1928 a 1930; luego, mediante un proceso electoral (cuestionado por Vasconcelos) Pascual Ortiz Rubio es electo para un periodo de cuatro años, pero sólo estuvo dos, hasta 1932.. Vale la pena recordar que el 5 de febrero de 1930 fue objeto de un atentado de bala que lo mantuvo fuera de sus funciones; en 1932 renuncia al cargo de presidente por lo cual fue sustituido por el Presidente Interino Abelardo L. Rodríguez quien concluye en 1934. (Cfr. Daniel Cosío Villegas, Historia Mínima de México, 1ª. ed., 1973, México, pp. 135-154).

Peor aún que lo anterior fue el efecto de la llegada de un régimen nacionalista, belicista y agresivo en dos importantes potencias militares: Japón (1931) y Alemania (1933) que desde el punto de vista de muchos historiadores y analistas fue la consecuencia política más importante y “siniestra” de la “Gran Depresión” ya que abrieron las puertas que dieron paso a la Segunda Guerra Mundial desde 1931. ¿Y usted cómo la ve?

Francisco Velasco Zapata
Politólogo, agradece sus comentarios a: comunicacionsocial_pacem@yahoo.com..mx
https://www.alainet.org/es/articulo/130239

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