Pueblos Indígenas: Reserva moral y alternativa de vida

07/08/2008
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El momento que transita la humanidad se basa en una lógica de acumulación y concentración de riqueza y poder sin precedentes en la historia. Su costo es el empobrecimiento de millones de habitantes de países empobrecidos, despojo de recursos naturales y del conocimiento ancestral de los pueblos indígenas, así como sometimiento por medio de la guerra. La coyuntura internacional es dominada por los intereses de grandes empresas transnacionales que mantienen en vilo la economía mundial, mediante cadenas de valor que imponen condiciones vergonzosas a los países que intentan insertarse en la globalización económica: extraen recursos naturales, expolian su fuerza de trabajo, amenazan la vida en los ecosistemas a escala planetaria y hoy, producen un riesgo serio de crisis alimentaria. Indudablemente sus peores efectos recaerán en los pueblos indígenas, en virtud de sus condiciones de marginación, exclusión y empobrecimiento.

Los pueblos indígenas mantienen una histórica lucha de resistencia a cualquier forma de dominación y exterminio De ahí que su presencia actual en los escenarios internacionales y nacionales, su protagonismo e incidencia, son resultado de esas luchas. No son concesiones sino conquistas; más bien, la demostración de una existencia, de un pensamiento y de la conciencia, en aumento, de la posesión y ejercicio de unos derechos. El conocimiento milenario y las prácticas ancestrales de armónico equilibrio con la naturaleza y de convivencia y ejercicio de autoridad, constituyen reservas morales y auténticas alternativas de vida para la humanidad. Frente al 'desarrollo' de corte occidental, egoísta, y degradante de la vida planetaria, impagable para los países empobrecidos, la humanidad cuenta con opciones para una concepción nueva del desarrollo a partir de la forma propia de los pueblos indígenas de concebir el cosmos, la naturaleza, el ser humano y sus relaciones.

La ONU ha reconocido las limitaciones que sociedades y Estados imponen a los pueblos indígenas. También les reconoce como sujetos de derechos, por lo que ha establecido mecanismos que dan oportunidad y obligación ética de acción estatal que favorezca el ejercicio y disfrute de sus derechos colectivos económicos, políticos, sociales y culturales: Decenio y II Decenio Internacional de los Pueblos Indígenas, Foro Permanente, y Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas, entre otros. Sin embargo, hay carencia de políticas de mitigación y reversión de la exclusión histórica. Es el caso de Guatemala, en donde se suma la criminalización de las luchas sociales, sobre todo en lo relacionado a la reivindicación del derecho a la tierra y a la defensa de sus territorios al resistirse a la minería a cielo abierto y otras actividades extractivas, tanto por los daños a la Madre Naturaleza como por los contratos leoninos que los gobiernos han permitido.

En el Día Internacional de los Pueblos Indígenas la Fundación Rigoberta Menchú Tum demanda al gobierno y al Estado asumir como política de Estado el contenido y espíritu de la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas, a trabajar por los objetivos y las actividades del II Decenio Internacional de los Pueblos Indígenas; cumplir con los Acuerdos de Paz y los Objetivos y Metas del Milenio. Asimismo, saluda a los Pueblos Indígenas del mundo y en particular a los de Guatemala y sus comunidades por su resistencia y sus luchas pasadas, presentes y futuras.

Guatemala 8 de agosto de 2008
https://www.alainet.org/es/articulo/129110?language=es
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