Qué es lo que esconde la operación Jaque
07/07/2008
- Opinión
Una vez más la espectacularización y oportunismo mediático sobre los acontecimientos políticos vuelve a ser una arma poderosa de la derecha local subordinada a los intereses del imperio norteamericano.
Cómo no podía ser de otra manera, desde los cálculos políticos de Washington y Bogotá, la liberación de los rehenes de las FARC, hecho incuestionablemente humano y necesario, ha sido usado como trofeo político y militar del gobierno guerrerista de Álvaro Uribe. Hay que ser ingenuos para creer que la liberación de los rehenes no podía haberse dado meses antes como resultado del Canje Humanitario que venía siendo negociado por los gobiernos de Venezuela y Ecuador con el Secretariado de las FARC. Negociaciones y acuerdos que fueron estropeados y coartados con el bombardeo que el ejército colombiano hizo sobre territorio Ecuatoriano, donde murieron más de veinte personas entre las cuales se encontraba Raúl Reyes, principal vocero de la organización guerrillera para las negociaciones del Canje Humanitario. Quedó claro para la opinión pública internacional que dicho ataque a territorio ecuatoriano, no solo que atentaba contra la seguridad de nuestro país y de la región, sino que ponía en serias dificultades las negociaciones políticas con la guerrilla, las mismas que buscaban evitar la agudización del conflicto armado en Colombia.
El entorpecimiento de las negociaciones políticas que los gobiernos de Venezuela y Ecuador llevaban adelante con las FARC, para la liberación de los rehenes, beneficiaba únicamente la posición del gobierno de Uribe y su aliado norteamericano. En el caso de que dichas negociaciones no hubiesen sido afectadas por el bombardeo de Angostura, y se lograba, como es de suponer, el canje humanitario y la liberación de los rehenes, el resultado político era claro: a) se fortalecía y legitimaba la vía política como solución del conflicto colombiano, lo que dejaba precedentes para el futuro político de la región, b) la política soberana de Venezuela y Ecuador respecto de la injerencia norteamericana en la región se robustecía, lo que implica necesariamente una mayor autonomía de los países de Sur América en relación al poder imperialista, y c) las FARC se recuperaban políticamente. Como es de suponer esto no era conveniente para los intereses norteamericanos en América Latina, no puede fortalecerse una línea política que cuestione y menos aún que ponga en peligro los negocios de las transnacionales norteamericanas que aspiran ampliar su presencia en la cuenca del Amazonas.
Es curioso, hay dos hechos que debería ponernos a dudar de la buena voluntad del gobierno de Uribe: a) en menos de seis meses el gobierno Colombiano, en su “lucha por el rescate de los rehenes de la guerrilla”, lanza dos operativos militares absolutamente diferentes. Con la misma tecnología de guerra, con el mismo apoyo norteamericano e israelita en asuntos militares, con la misma decisión de “llevar la paz a Colombia”, el primer operativo deja más de veinte asesinados, pues ya es conocido que no hubo enfrentamiento de ningún tipo, solo una calculada masacre que buscaba eliminar al vocero político de las FARC, cuando perfectamente podía haber sido apresado, más aún si se encontraba en territorio ecuatoriano donde no hay actividad bélica. En el segundo operativo “todo es pulcro” ni un solo muerto, ni huellas de enfrentamiento, una operación militar quirúrgica, aséptica, solo comparable a aquellas operaciones militares de las películas holiwoodenses; b) Porqué con la experiencia y la capacidad militar que el Ejército Colombiano ha demostrado en los dos operativos, el uno de exterminio y el otro de rescate, tuvo que bombardear territorio ecuatoriano?, cuál era la ganancia política para el gobierno de Bush involucrar militarmente al Ecuador en el conflicto Colombiano?, además, porqué el operativo en territorio ecuatoriano es tan violento y sucio? y el que se hace en Colombia es tan limpio de sangre? Acaso hay vidas humanas que valen más que otras? Acaso, como dijo el presidente de Ecuador, hay trofeos de guerra que valen más vivos y otro que valen más muertos?
En términos humanos y éticos la liberación de los rehenes, tanto para ellos como para la humanidad toda, sea por la vía que fuese es y debe ser aplaudida por toda la sociedad. Sin embargo, a nivel político, la forma de dicha liberación es determinante para Colombia, así como para la geopolítica regional y principalmente para los países andinos.
La liberación de los rehenes a través de negociaciones políticas en las que participaban los gobiernos vecinos de la región dentro de un proceso de consolidación de la integración sudamericana, supone hacer a un lado la política intervencionista norteamericana en el sub-continente, lo que definitivamente abona a la soberanía económica y a la defensa de los bienes naturales de nuestra América Latina. Esto a su vez estaba relacionado con la creación de un organismo de seguridad Sudamericano, como fue propuesto por Brasil, que sea el encargado de mediar en los conflictos de la región y vigilar la seguridad de la misma, por fuera de los intereses político-económicos y militares de los norteamericanos. Otra cosa importante es el hecho de que la liberación de los rehenes por acuerdos políticos podía dar paso a la apertura de un proceso de diálogos nacionales en Colombia que busquen resolver concertadamente los problemas y conflictos estructurales que han conducido a la actual violencia política que vive el vecino país.
La liberación de los rehenes por vía militar significa necesariamente la legitimidad de la violencia bélica estatal como forma de manejar las contradicciones sociales, económicas y políticas. El espectáculo mediático que informó sobre el operativo “Jaque” parece tener un mensaje claro “El gobierno colombiano, solo con la ayuda de la inteligencia militar norteamericana e israelita, puede resolver sus conflictos internos de manera militar sin la concurrencia de los buenos oficios de ningún país latinoamericano y menos aún de aquellos gobiernos que han marcado distancia con Washington” preocupante mensaje para el futuro inmediato de la América Latina donde se avizora la invención yanqui-oligárquica de conflictos nacionales, como puede ser el caso de Santa Cruz en Bolivia, Zula en Venezuela, Guayaquil en Ecuador, futuros conflictos creados por los intereses del capital norteamericano y las oligarquías locales en los cuales pueda haber la intervención gringa para “resolverlos” y así tener el argumento para imponer la guerra imperialista y asegurar la extracción de riqueza natural y social de los latinoamericanos. O quizás se esté poniendo el antecedente militar para controlar futuros conflictos sociales que se pueden desatar como reacción a la crisis alimentaria que la actual forma de acumulación capitalista está provocando, vía especulación de alimentos y energía y producción de biocombustibles. La operación Jaque, curiosamente recompuso de alguna manera la imagen internacional del Gobierno de Uribe, desacreditada por los escándalos que lo vinculaban a los paramilitares, al narcotráfico en lo que se conoce como la para y narco-política. Como arte de magia tras la operación Jaque, el gobierno de Uribe intenta mostrar su gran capacidad militar y política para controlar el conflicto social y “pacificar” su país y por la vía militar.… Me recuerda mucho esto a todos los discurso de Bush dónde justifica la invasión a Afganistán y a Irak en nombre de la “sagrada libertad y la democracia”.
Sin que de ninguna manera se cuestione la necesaria y justa liberación de los rehenes queda mucho por aclarar las circunstancias en las que se dio la misma. Hay muchos detalles que no están del todo claros y que debería servir para sospechar de las intenciones y consecuencias políticas de este hecho y para dudar de las informaciones que dan los medios oficiales de comunicación de masas. Por ejemplo, hace menos de dos meses salió la información de que la vida de Ingrid Betancourt corría serios riesgos por su graves enfermedades y los terribles maltratos que recibía de los guerrilleros, de pronto vemos una Ingrid Betancourt bastante saludable y fuerte para la imagen que circuló por el mundo.
De hecho nos llena de alegría que la ex candidata a la presidencia de Colombia no se encuentre en tan malas condiciones de salud como se dijo, pero algo no calza… un día antes de la liberación de rehenes llegó el candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos… Justo entre los rehenes liberados se encuentran los tres norteamericanos miembros del DEA, por quien se dice su gobierno habría pagado entre 20 y 100 millones de dólares… Durante años, el gobierno colombiano no ha podido liberar a los rehenes de la FARC y de pronto misteriosamente se los libera sin ningún inconveniente haciendo “tonta” a las seguridades de la guerrilla…. Qué papel cumplieron los dos supuestos delegados del gobierno francés que se encontraban en Colombia para negociar la liberación de los rehenes con la guerrilla…Justo ahora el presidente Uribe quiere adelantar las elecciones presidenciales en Colombia para aprovechar los réditos políticos que consiguió con el operativo Jaque… Sería importante tener la versión de la FARC sobre la liberación de los rehenes, pues solo contamos con la versión de una de las partes en conflicto y eso impide hacer una lectura más amplia del hecho.
Hay que tomar en cuenta también que, si bien es cierto que la liberación de los rehenes es muy importante, ese hecho solo no soluciona el conflicto en Colombia. Hay mucho que hacer para que la violencia política en el vecino país termine, pues la presencia de la guerrilla responde a una larga historia de violencia política y económica en ese país que a su vez es causa de profundos problemas estructurales de desigualdad e injusticia social. Es necesario que la guerrilla colombiana entregue a todos los rehenes que aún están en su poder e intente nuevamente abrir caminos para un diálogo nacional e internacional con apoyo de la comunidad latinoamericana para iniciar negociaciones políticas con el Estado colombiano que vayan encaminadas a terminar con el conflicto armado, y abran el espacio para un proceso de democratización nacional. Sin embargo es vital que América Latina toda se comprometa, a través de sus gobiernos, a garantizar los procesos de negociación que respete la vida de los actores en conflicto y básicamente de aquellos que pueden ser asesinados como ya ocurrió con los dirigentes comunistas de la Unidad Patriótica que quisieron incorporarse a la vida política legal. Es importante que las FARC busquen apoyo en la comunidad internacional para dejar de ser el argumento de las intenciones militares e intervencionistas del Estado norteamericano en América Latina y para evitar que la política guerrerista extermine a todos los miembros de la guerrilla como ocurrió en el Perú de Fujimori, pues sería una experiencia y un precedente social y político nefasto para la historia de América Latina.
Por último, más allá de las oscuridades que rodean al operativo Jaque, más allá de a quien le beneficia políticamente y a quien le perjudica deberíamos luchar juntos para que sean liberados el resto de los rehenes de las FARC, que sean liberados los secuestrados en las cárceles colombianas, como aquellos que se encuentran en las cárceles de todos los países del mundo solo por querer y soñar un mundo con justicia, que sean liberados los secuestrados por la guerra terrorista norteamericana en Medio Oriente y en el resto del planeta, que sean liberados los palestinos de la agresión israelita, que sean liberados los secuestrados por el hambre y la pobreza, que sean liberados los secuestrados por la violencia del capital.
Natalia Sierra
SURgente
Cómo no podía ser de otra manera, desde los cálculos políticos de Washington y Bogotá, la liberación de los rehenes de las FARC, hecho incuestionablemente humano y necesario, ha sido usado como trofeo político y militar del gobierno guerrerista de Álvaro Uribe. Hay que ser ingenuos para creer que la liberación de los rehenes no podía haberse dado meses antes como resultado del Canje Humanitario que venía siendo negociado por los gobiernos de Venezuela y Ecuador con el Secretariado de las FARC. Negociaciones y acuerdos que fueron estropeados y coartados con el bombardeo que el ejército colombiano hizo sobre territorio Ecuatoriano, donde murieron más de veinte personas entre las cuales se encontraba Raúl Reyes, principal vocero de la organización guerrillera para las negociaciones del Canje Humanitario. Quedó claro para la opinión pública internacional que dicho ataque a territorio ecuatoriano, no solo que atentaba contra la seguridad de nuestro país y de la región, sino que ponía en serias dificultades las negociaciones políticas con la guerrilla, las mismas que buscaban evitar la agudización del conflicto armado en Colombia.
El entorpecimiento de las negociaciones políticas que los gobiernos de Venezuela y Ecuador llevaban adelante con las FARC, para la liberación de los rehenes, beneficiaba únicamente la posición del gobierno de Uribe y su aliado norteamericano. En el caso de que dichas negociaciones no hubiesen sido afectadas por el bombardeo de Angostura, y se lograba, como es de suponer, el canje humanitario y la liberación de los rehenes, el resultado político era claro: a) se fortalecía y legitimaba la vía política como solución del conflicto colombiano, lo que dejaba precedentes para el futuro político de la región, b) la política soberana de Venezuela y Ecuador respecto de la injerencia norteamericana en la región se robustecía, lo que implica necesariamente una mayor autonomía de los países de Sur América en relación al poder imperialista, y c) las FARC se recuperaban políticamente. Como es de suponer esto no era conveniente para los intereses norteamericanos en América Latina, no puede fortalecerse una línea política que cuestione y menos aún que ponga en peligro los negocios de las transnacionales norteamericanas que aspiran ampliar su presencia en la cuenca del Amazonas.
Es curioso, hay dos hechos que debería ponernos a dudar de la buena voluntad del gobierno de Uribe: a) en menos de seis meses el gobierno Colombiano, en su “lucha por el rescate de los rehenes de la guerrilla”, lanza dos operativos militares absolutamente diferentes. Con la misma tecnología de guerra, con el mismo apoyo norteamericano e israelita en asuntos militares, con la misma decisión de “llevar la paz a Colombia”, el primer operativo deja más de veinte asesinados, pues ya es conocido que no hubo enfrentamiento de ningún tipo, solo una calculada masacre que buscaba eliminar al vocero político de las FARC, cuando perfectamente podía haber sido apresado, más aún si se encontraba en territorio ecuatoriano donde no hay actividad bélica. En el segundo operativo “todo es pulcro” ni un solo muerto, ni huellas de enfrentamiento, una operación militar quirúrgica, aséptica, solo comparable a aquellas operaciones militares de las películas holiwoodenses; b) Porqué con la experiencia y la capacidad militar que el Ejército Colombiano ha demostrado en los dos operativos, el uno de exterminio y el otro de rescate, tuvo que bombardear territorio ecuatoriano?, cuál era la ganancia política para el gobierno de Bush involucrar militarmente al Ecuador en el conflicto Colombiano?, además, porqué el operativo en territorio ecuatoriano es tan violento y sucio? y el que se hace en Colombia es tan limpio de sangre? Acaso hay vidas humanas que valen más que otras? Acaso, como dijo el presidente de Ecuador, hay trofeos de guerra que valen más vivos y otro que valen más muertos?
En términos humanos y éticos la liberación de los rehenes, tanto para ellos como para la humanidad toda, sea por la vía que fuese es y debe ser aplaudida por toda la sociedad. Sin embargo, a nivel político, la forma de dicha liberación es determinante para Colombia, así como para la geopolítica regional y principalmente para los países andinos.
La liberación de los rehenes a través de negociaciones políticas en las que participaban los gobiernos vecinos de la región dentro de un proceso de consolidación de la integración sudamericana, supone hacer a un lado la política intervencionista norteamericana en el sub-continente, lo que definitivamente abona a la soberanía económica y a la defensa de los bienes naturales de nuestra América Latina. Esto a su vez estaba relacionado con la creación de un organismo de seguridad Sudamericano, como fue propuesto por Brasil, que sea el encargado de mediar en los conflictos de la región y vigilar la seguridad de la misma, por fuera de los intereses político-económicos y militares de los norteamericanos. Otra cosa importante es el hecho de que la liberación de los rehenes por acuerdos políticos podía dar paso a la apertura de un proceso de diálogos nacionales en Colombia que busquen resolver concertadamente los problemas y conflictos estructurales que han conducido a la actual violencia política que vive el vecino país.
La liberación de los rehenes por vía militar significa necesariamente la legitimidad de la violencia bélica estatal como forma de manejar las contradicciones sociales, económicas y políticas. El espectáculo mediático que informó sobre el operativo “Jaque” parece tener un mensaje claro “El gobierno colombiano, solo con la ayuda de la inteligencia militar norteamericana e israelita, puede resolver sus conflictos internos de manera militar sin la concurrencia de los buenos oficios de ningún país latinoamericano y menos aún de aquellos gobiernos que han marcado distancia con Washington” preocupante mensaje para el futuro inmediato de la América Latina donde se avizora la invención yanqui-oligárquica de conflictos nacionales, como puede ser el caso de Santa Cruz en Bolivia, Zula en Venezuela, Guayaquil en Ecuador, futuros conflictos creados por los intereses del capital norteamericano y las oligarquías locales en los cuales pueda haber la intervención gringa para “resolverlos” y así tener el argumento para imponer la guerra imperialista y asegurar la extracción de riqueza natural y social de los latinoamericanos. O quizás se esté poniendo el antecedente militar para controlar futuros conflictos sociales que se pueden desatar como reacción a la crisis alimentaria que la actual forma de acumulación capitalista está provocando, vía especulación de alimentos y energía y producción de biocombustibles. La operación Jaque, curiosamente recompuso de alguna manera la imagen internacional del Gobierno de Uribe, desacreditada por los escándalos que lo vinculaban a los paramilitares, al narcotráfico en lo que se conoce como la para y narco-política. Como arte de magia tras la operación Jaque, el gobierno de Uribe intenta mostrar su gran capacidad militar y política para controlar el conflicto social y “pacificar” su país y por la vía militar.… Me recuerda mucho esto a todos los discurso de Bush dónde justifica la invasión a Afganistán y a Irak en nombre de la “sagrada libertad y la democracia”.
Sin que de ninguna manera se cuestione la necesaria y justa liberación de los rehenes queda mucho por aclarar las circunstancias en las que se dio la misma. Hay muchos detalles que no están del todo claros y que debería servir para sospechar de las intenciones y consecuencias políticas de este hecho y para dudar de las informaciones que dan los medios oficiales de comunicación de masas. Por ejemplo, hace menos de dos meses salió la información de que la vida de Ingrid Betancourt corría serios riesgos por su graves enfermedades y los terribles maltratos que recibía de los guerrilleros, de pronto vemos una Ingrid Betancourt bastante saludable y fuerte para la imagen que circuló por el mundo.
De hecho nos llena de alegría que la ex candidata a la presidencia de Colombia no se encuentre en tan malas condiciones de salud como se dijo, pero algo no calza… un día antes de la liberación de rehenes llegó el candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos… Justo entre los rehenes liberados se encuentran los tres norteamericanos miembros del DEA, por quien se dice su gobierno habría pagado entre 20 y 100 millones de dólares… Durante años, el gobierno colombiano no ha podido liberar a los rehenes de la FARC y de pronto misteriosamente se los libera sin ningún inconveniente haciendo “tonta” a las seguridades de la guerrilla…. Qué papel cumplieron los dos supuestos delegados del gobierno francés que se encontraban en Colombia para negociar la liberación de los rehenes con la guerrilla…Justo ahora el presidente Uribe quiere adelantar las elecciones presidenciales en Colombia para aprovechar los réditos políticos que consiguió con el operativo Jaque… Sería importante tener la versión de la FARC sobre la liberación de los rehenes, pues solo contamos con la versión de una de las partes en conflicto y eso impide hacer una lectura más amplia del hecho.
Hay que tomar en cuenta también que, si bien es cierto que la liberación de los rehenes es muy importante, ese hecho solo no soluciona el conflicto en Colombia. Hay mucho que hacer para que la violencia política en el vecino país termine, pues la presencia de la guerrilla responde a una larga historia de violencia política y económica en ese país que a su vez es causa de profundos problemas estructurales de desigualdad e injusticia social. Es necesario que la guerrilla colombiana entregue a todos los rehenes que aún están en su poder e intente nuevamente abrir caminos para un diálogo nacional e internacional con apoyo de la comunidad latinoamericana para iniciar negociaciones políticas con el Estado colombiano que vayan encaminadas a terminar con el conflicto armado, y abran el espacio para un proceso de democratización nacional. Sin embargo es vital que América Latina toda se comprometa, a través de sus gobiernos, a garantizar los procesos de negociación que respete la vida de los actores en conflicto y básicamente de aquellos que pueden ser asesinados como ya ocurrió con los dirigentes comunistas de la Unidad Patriótica que quisieron incorporarse a la vida política legal. Es importante que las FARC busquen apoyo en la comunidad internacional para dejar de ser el argumento de las intenciones militares e intervencionistas del Estado norteamericano en América Latina y para evitar que la política guerrerista extermine a todos los miembros de la guerrilla como ocurrió en el Perú de Fujimori, pues sería una experiencia y un precedente social y político nefasto para la historia de América Latina.
Por último, más allá de las oscuridades que rodean al operativo Jaque, más allá de a quien le beneficia políticamente y a quien le perjudica deberíamos luchar juntos para que sean liberados el resto de los rehenes de las FARC, que sean liberados los secuestrados en las cárceles colombianas, como aquellos que se encuentran en las cárceles de todos los países del mundo solo por querer y soñar un mundo con justicia, que sean liberados los secuestrados por la guerra terrorista norteamericana en Medio Oriente y en el resto del planeta, que sean liberados los palestinos de la agresión israelita, que sean liberados los secuestrados por el hambre y la pobreza, que sean liberados los secuestrados por la violencia del capital.
Natalia Sierra
SURgente
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