Camilo González Posso

La mediación es la esperanza para Colombia

02/06/2008
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Está en Buenos Aires, en “visita familiar”, el ex ministro de Salud de Colombia durante la gestión de César Gaviria y actual director de Indepaz, el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz, Camilo González Posso.

Se trata de uno de los principales impulsores del diálogo entre la guerrilla de las FARC y el gobierno colombiano, además de un lúcido intelectual reconocido dentro y fuera de su país.

En diálogo exclusivo con MDZ, González Posso se mostró a favor de que Argentina y Brasil encabecen una tarea mediadora, como salida a la crisis en que se encuentra el “acuerdo humanitario” tras la ruptura política entre el presidente colombiano Alvaro Uribe y el venezolano, Hugo Chávez.

Habló de Ingrid Betancourt y de la muerte del líder de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionaria de Colombia), Pedro Antonio Marín, más conocido por su sobrenombre de Manuel Marulanda o Tirofijo. “No hay ninguna posibilidad en los próximos 20 años de que las FARC accedan al poder mediante la lucha armada, por lo que deben producir un viraje en sus objetivos”, nos dijo.

- ¿Cuál es el futuro de las FARC tras la muerte de Marulanda?

Yo creo que esto está produciendo un cambio importante en las FARC. Hay que tener en cuenta que Marulanda comandó las FARC desde 1964 hasta su muerte, ayer nomás digamos, y era la figura indiscutible, el líder, pero más allá de todo eso que es importante, era quien mandaba y decidía las cosas de todos los días. Gran parte de los logros y errores que las FARC se atribuyen fueron decisiones de Marulanda y fundamentalmente, tienen que ver con sus características personales.

- Usted viene impulsando el diálogo, una salida negociada y para eso se le atribuye la frase que dice “traigámoslo hacia la política”. ¿Cree que siguen allí en la selva y con las armas porque están acorralados, aunque tienen voluntad de cambiar?

Uno puede hacer hipótesis. Una cosa es lo que la lógica permitiría construir. Pero yo estimo que si realmente ellos (las FARC) no tienen espíritu suicida, deberían rectificar el rumbo, porque lo que les espera al final del camino es una derrota.

Aquí se ha producido un retroceso que tiene que ver con la situación de Marulanda en un período que abarca los últimos 10 años. No volvieron a la política, se perdieron los conceptos rectores de su revolución, el ideario que proclamaban y solo se han dedicado al tema del “canje humanitario”. Eso los está aislando y eso mismo los ha vuelto un grupo altamente vulnerable frente a las acciones del Gobierno colombiano.

A todo ello hay que agregarle que hoy en día tienen unas cifras ridículas de valoración positiva entre la población colombiana.

- ¿Han abandonado el objetivo de llegar al poder?

Ellos han hablado ahora de buscar una negociación cuando lo que siempre buscaron fue llegar al poder por las armas. No hay ninguna posibilidad de que en los próximos 20 años las FARC se conviertan en una amenaza de poder en Colombia y espero que ellos se den cuenta.

Su gran viraje sería que tomaran conciencia y que se den cuenta que la posibilidad de acceder al gobierno por medio de la lucha armada no tiene vigencia en el país.

Hoy existe una gran polarización en Colombia entre la gente a favor del “uribismo” (por el presidente Uribe) o de la oposición democrática. Y yo a eso le veo futuro.

- Hasta hace un par de días usted recorrió la zona selvática en la “Caravana por el Acuerdo Humanitario y la Paz” junto a familiares de los rehenes. ¿Qué posibilidades encuentra de que Ingrid Betancourt sea liberada?

Recorrimos la zona por dónde se decía que estaba Marulanda y gran parte de la dirigencia de las FARC este fin de semana y hemos hablado con mucha gente.

A partir de ello yo creo que la posibilidad de que las FARC se sienten con el gobierno a negociar la liberación de Ingrid está muy remoto.

Y es que el gobierno de Uribe se siente triunfador después de anunciar la muerte de Marulanda, se endureció aun más y ahora toda su estrategia pasa por cercar y presionar con “negociación cero”.

Estamos explorando una mediación con las FARC a través de Chávez. Creemos que hay que abrir una puerta ya que la necesitan ellos también para recuperar un terreno de visibilidad política.

Eso es lo que estamos proponiendo.

- ¿Qué valor le da a la intervención de otros países como el caso que usted menciona de Venezuela, pero también de Francia, Brasil o la Argentina?

Chávez resultó una vía importante de conversación con las FARC porque tiene contacto directo con varios de sus líderes. Pero hoy, el problema es más político y diplomático por la crisis desatada entre Colombia y Venezuela por los computadores hallados en el campamento de Ecuador y toda esa información que, verídica o manipulada, se dice que se encontró, sumado a las consecuencias de ese bombardeo.

Las evidencias que muestra el gobierno colombiano en la relación de Chávez con las FARC hacen que el papel del presidente venezolano se haya vuelto muy difícil y solo puede plasmarse en apoyo a las gestiones que lleva adelante el presidente de Francia, Nicolás Sarcozy y no sólo con el gobierno colombiano.

- ¿Cuál es el rol que tiene o que debe tener la Argentina?

Argentina junto con Brasil se acercaron a las fuerzas humanitarias colombianas y han demostrado predisposición en avanzar en las conversaciones de paz. Yo estoy convencido de que representan una carta de reserva muy importante, sobre todo porque no han tenido ningún tipo de contacto con las FARC y porque además han sostenido una posición meramente humanitaria, con todo el valor que ello implica.

Yo creo que de eso dependen el futuro de la paz, Argentina y Brasil son la gran esperanza de la paz en Colombia.

Fuente: MDZ OnLine, Mendoza - Argentina
www.mdzol.com
https://www.alainet.org/es/articulo/127903?language=es
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