Objetivo de Washington:

La “flexibilización” de las fronteras

30/03/2008
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  • Opinión
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Los hechos están demostrando   que la incursión militar colombiana a territorio ecuatoriano dista mucho de haber sido un hecho circunstancial. Detrás de ese episodio hay toda una estrategia, no de Colombia sino del gobierno de Estados Unidos, el que además de poner toda su tecnología en apoyo del operativo militar ha desplegado una ofensiva  diplomática, si así se le puede llamar, para ampliar su capacidad de maniobra en América Latina.

Mientras la OEA preparaba la reunión de consulta de cancilleres convocada por el Consejo Permanente de la organización, la secretaria de Estado Condoleeza Rice realizaba una visita relámpago y no programada a Brasil y Chile. El motivo del viaje era plantearle a los gobiernos de esos países la nueva ocurrencia  imperial: flexibilizar las fronteras a pretexto de combatir al terrorismo. En declaraciones a la prensa brasileña Rice dijo “Quizá llegó el momento de examinar en la región como se puede garantizar la seguridad en todas las fronteras, cubriendo todos los países.  Estados Unidos será aliado de esa iniciativa”.

Aunque el gobierno brasileño no hizo comentarios, un colaborador del canciller dijo que el Presidente Lula había rechazado la idea en su entrevista con la funcionaria estadounidense.  El diario O Estado de Sao Paulo estimó que esa propuesta era un respaldo más de Estados Unidos a Colombia y diplomáticos locales anticiparon que esa iniciativa no tendría apoyo en la OEA. En Chile la información sobre la visita de la secretaria de Estado fue una derivación de lo publicado en Brasil. La pretensión estadounidense fue la causante del largo debate de los cancilleres en la OEA y estuvo a punto de hacer fracasar la reunión.

La resolución aprobada tras muchas horas de discusión compendia y reitera las aprobadas por el Consejo Permanente de la OEA y por los presidentes latinoamericanos en la reunión del Grupo de Río. Resultaba inaceptable que los cancilleres le enmendaran la plana a los presidentes de sus países que, en definitiva, era lo que buscaba la delegación estadounidense y es lo que reafirma la importancia de que América Latina trate y resuelva sus asuntos en un organismo en el que no participe Estados Unidos, país que aprobó la resolución con reservas al verse aislado.

La “reserva” estadounidense

Desde luego que en estos debates no todas las cosas se dicen abiertamente, menos aún cuando se trata de algo tan grave como la exigencia de que se abran las fronteras a pretexto de combatir o eliminar a quien quiera que sea, en territorio ajeno. La reserva planteada por Estados Unidos dice:”Apoyamos los esfuerzos de esta resolución para crear un consenso entre Colombia y Ecuador con el fin de hacer frente a esta crisis.  Estados Unidos no está preparado para aceptar la conclusión contenida en el párrafo operativo 4 dado que es muy específica en cuanto a los hechos y no toma en cuenta las disposiciones de las Cartas de la OEA y de las Naciones Unidas; de cualquier manera ni esta resolución ni la resolución CP/RES.930(1632/08) afecta el derecho de autodefensa consagrado en el artículo 22 de la Carta de la OEA y el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas”.

El artículo 22 de la Carta de la OEA dice: “Los Estados Americanos se obligan en sus relaciones internacionales a no recurrir al uso de la fuerza, salvo el caso de legítima defensa, de conformidad con los tratados vigentes o en cumplimiento de dichos tratados”.

El artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas señala:”Ninguna disposición de este tratado menoscabará el derecho inmanente de legítima defensa, individual o colectiva, en caso de ataque armado contra un Miembro de las Naciones Unidas, hasta tanto el Consejo de Seguridad haya tomado las  medidas necesarias para mantener la paz y la seguridad internacionales. Las medidas tomadas por los Miembros en ejercicio del derecho de legitima defensa serán comunicadas inmediatamente al Consejo de Seguridad, y no afectarán en manera alguna la autoridad y responsabilidad del Consejo conforme a la presente Carta para ejercer en cualquier momento la acción que estime necesaria con el fin de mantener o restablecer la paz y seguridad internacionales”.

Como se puede apreciar, ninguno de esos artículos es aplicable a este conflicto, Colombia no ha señalado que actuó en cumplimiento de algún tratado y tampoco informó al Consejo de Seguridad de lo ocurrido porque no hubo ataque armado en su contra desde territorio ecuatoriano, requisito que el artículo 51 establece para el ejercicio del derecho de legítima defensas. Según el diario El Tiempo (18-03.08), que se edita en Colombia y ahora pertenece al grupo español Planeta, en lo que respecta a la posición colombiana en la OEA: “La orden pues era suavizar Río y asegurarse que de la cita de Cancilleres saliera el establecimiento de un mecanismo de verificación que garantizara la cooperación ecuatoriana en zona de fronteras. Y buena parte creía que algo podía lograr: la OEA con el todo poderoso Estados Unidos en el asiento grande y con ‘otros aliados’ como México y algunos centroamericanos era un escenario más ideal que Río”.

Creían también, dijo El Tiempo, que surtirían efecto los “hallazgos” del computador de Raúl Reyes y que no se haría mención de los artículos 19 y 21 de la Carta de la OEA sobre inviolabilidad de las fronteras y por eso la delegación “amenazó toda la noche” con exigir que si se incluían esos artículos también había que incluir el 22. Agrega el diario  respecto a la resolución que: “Suavizarla también era eliminar el ‘rechazo’, pues eso implicaba un juicio de valor que no reconoce que pudo haber una causa justa. En ambos puntos tenía a E.U. de su lado. El corazón de la política de seguridad de la administración Bush, y que legitimó las invasiones de Irak y Afganistán-al igual que otras pasadas o futuras-se basa en estas premisas”.

La “bomba colombiana”

Con posterioridad a la reunión de cancilleres han sucedido otros hechos que llaman la atención. En Chile estalló una bomba en la sucursal de un banco, hecho reivindicado por un grupo desconocido hasta ese entonces, que dijo apoyar a los indígenas mapuche y que se autodenomina “Columna Armada y Desalmada Jean Marc Rouillan” nombre que desconcertó a muchos y que corresponde, según se dijo, a un escritor francés  de extrema izquierda, fundador del grupo Action Directe, considerado terrorista. Curiosamente, la bomba fue señalada como  bomba tipo “colombiana”, por tratarse de un explosivo comprimido dentro de un contenedor o cilindro metálico “a la usanza de las FARC”, señaló la policía.

Mientras, en Ecuador se denuncia que un farmacéutico fue confundido con un guerrillero y muerto en el lado colombiano y se ha identificado como ecuatoriano también a uno de los muertos en  el campamento de las FARC lo que vuelve a aumentar la tensión. Mientras el secretario General de la OEA busca un mecanismo para monitorear la situación fronteriza, académicos como el venezolano Sergio Rodríguez advierten que  a raíz de los hechos de septiembre de 2001 Estados Unidos impuso al mundo su agenda de seguridad y “Así, las fronteras se han criminalizado”.

- Frida Modak, periodista,  fue Secretaria de Prensa del Presidente Salvador Allende.

https://www.alainet.org/es/articulo/126615
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