La globalización aumenta la vulnerabilidad frente a las crisis

23/01/2008
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La globalización, con su apertura al libre flujo de capitales, ha abierto la puerta al contagio de las crisis internacionales, de modo que independientemente del manejo que un país haga de su economía, lo pueden afectar las crisis internacionales.

En cambio los países que han mantenido los controles a los flujos externos de capital especulativo han logrado evitar el efecto dañino de las situaciones internacionales. Por ejemplo Chile pudo evitar el contagio de la severa crisis argentina de los años noventa, pero le exigieron eliminar dichos controles para firmar el TLC con Estados Unidos. De similar manera China, el país de más dinámico crecimiento, que no ha presentado crisis en un cuarto de siglo de alto crecimiento sostenido, solo acepta la inversión extranjera productiva y no recibe capitales especulativos de corto plazo.

La política de la Reserva Federal de Estados Unidos, de reducir la tasa de interés al 1% y mantenerla por largos períodos con el argumento de que ello estimularía la inversión productiva, solo incentivó el consumo y la compra de vivienda en condiciones de alto riesgo pues tasas de interés inferiores a la inflación, no lograban cubrir el costo real de las deudas aplazando los pasivos hasta causar el actual colapso.

Cuando las tasas de interés fueron aumentadas hasta niveles del 5% para frenar la inflación que venía creciendo estimulada por el alto consumo y por el elevado precio del petróleo, las hipotecas se hicieron impagables. La cartera bancaria incobrable se ha disparado, los bancos han procedido a despedir a miles de trabajadores y los sectores asociados a la construcción (plástico, madera, aluminio, acero, cemento etc.) se han desacelerado, dando inicio aún indudable recesión.

Colombia, al igual que el resto del continente muestra situaciones poco conocidas pero inaceptables: Mas de la mitad de los ahorros de pensiones está colocada en títulos del Estado, de modo tal que el gobierno además de gastarse los impuestos recaudados y los ingreso obtenidos por las privatizaciones, además del crédito externo, también capturan el ahorro de la sociedad (en lo que se conoce como desplazamiento del crédito).

Adicionalmente se observa la absurda situación de que un tercio del ahorro de los trabajadores son expropiados como cuota de manejo de sus cuentas por las firmas privadas de pensiones y además no se acepta la presencia de delegados de los ahorradores en las instancias de manejo de los fondos privados de pensiones, que manejan los recursos de los ahorradores.

Las recientes oscilaciones de las Bolsas se basan en la incertidumbre acerca de la profundidad y extensión que tendrá la recesión de Estados Unidos, acerca del impacto de ese fenómeno en nuestras exportaciones a la mayor economía del mundo, y sobre todo por la adopción de políticas como la manipulación permanente de la tasa de interés.

Mientras la economía estadounidense este basada en un severo déficit comercial y en un desbordado déficit fiscal, resultado de su políticas de recorte de impuestos a las empresas y de adelantar invasiones a otros países, ello se reflejará en la debilidad del dólar y nuestra moneda seguirá revaluada y ello se agrava por la presencia de cuantiosos capitales de origen ilícito que ingresan al país.

En suma, el único antídoto contra la inestabilidad económica es adoptar una política que privilegie la producción frente a la usura, que potencie la expansión del mercado interno mediante un aumento del empleo de buena calidad e ingresos justos, con la superación del severísimo rezago en la modernización de la infraestructura portuaria, carreteable, energética y de telecomunicaciones, en tanto que el caso de las vías de comunicación y el Plan del gobierno se encuentra en una grave situación de retraso, en medio de recurrentes escándalos de corrupción.

Pero sobre todo, para asegurar la estabilidad económica hacia el futuro, con crecimiento y equidad, es necesario que el Estado abandone la nociva práctica de apropiarse de los recursos que son necesarios para financiar el desarrollo.

Bogotá, 23 de enero de 2007

- Carlos A. Rodríguez Díaz es presidente de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia, CUT
https://www.alainet.org/es/articulo/125306
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