Soberanía alimentaria: agenda para las economías campesinas

23/01/2008
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La soberanía alimentaria es el derecho de los pueblos a determinar su propia alimentación y agricultura; a proteger y regular su producción agrícola y su comercio nacional a fin de alcanzar los objetivos de desarrollo sustentable y determinar su grado de auto-suficiencia, indicó Francisco Hidalgo, del Sistema de Investigación sobre la Problemática Agraria en el Ecuador.

En conversación con la Mesa 7 de Régimen de Desarrollo de la Asamblea Constituyente, Francisco compartió que la soberanía alimentaria define los derechos de los pueblos a decidir su propia política agraria para garantizar la autosuficiencia.

También aportó sobre el derecho a la alimentación, que no solo es un aporte jurídico para implementar políticas agrarias más justas, sino que tiene implicaciones en los sueldos, la construcción de una red social, el acceso a recursos productivos y la importancia de la tierra para lograr los derechos. “Hay que plantearse afectar la gran propiedad, lo cual es un proceso social y político”.

Plantearon que el Estado no puede realizar acciones que van en contra del derecho a la alimentación, y como ejemplo se indicó que si se construye el proyecto Baba-Quevedo, puede repercutir en el acceso al agua, por lo cual se violenta el derecho a la alimentación.

Por otro lado, recordaron que existe una tenencia inequitativa de la tierra y que la tierra no solo cumple una función social, sino también económica y social. Es así como cumple una función económica y social de crear empleo y fuentes de trabajo, y una función ambiental de preservar el ecosistema en perspectiva del desarrollo sustentable.

Una visión de desarrollo alternativo pos-neoliberal implica reconocer derechos laborales y la protección de los recursos naturales. Se debe garantizar el acceso al agua, riego, salud, educación, vías para la comercialización, la tecnificación.

Plantearon que los agrocombustibles no son una alternativa, por cuanto lleva a procesos de reconcentración de la tierra y requieren de inversión de capital elevada.

Así se sigue recibiendo propuestas que van alimentando la discusión y el debate, con lo cual va tomando forma lo que será el país que queremos, que estará reflejado en la Constitución.

Montecristi, 22 de enero de 2008

- Helga Serrano es comunicadora de la Asociación Cristiana de Jóvenes (ACJ).



https://www.alainet.org/es/articulo/125276
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