El Acuífero Guaraní
31/12/2000
- Opinión
El agua potable es una de las mayores preocupaciones de la humanidad, pues solamente el 0,7% de ella es accesible al ser humano. Mil millones de personas tienen agua suficiente y dos mil millones y medio de personas no disponen de saneamiento básico. Como en la fase planetaria de la humanidad no hay un contrato social mundial que otorgue carácter civilizado a las relaciones entre los pueblos, son muchos los que postulan crear tal pacto en torno a lo que de un modo absoluto interesa a todos: el agua potable.
Brasil aparece como la potencia mundial de las aguas, pues aquí está el 13,8% de toda el agua dulce del planeta. Y todavía disponemos junto con Argentina, Uruguay y Paraguay del mayor acuífero (aguas subterráneas) del mundo, el Acuífero Guaraní. Posee un volumen mayor que el de toda el agua contenida en los ríos y lagos de la Tierra. Para el interés de los lectores ofrecemos datos de tres especialistas del Paraná en su minuciosa investigación «Acuífero Guaraní» (2004), de Nadia Rita, José Roberto Borghetti y Ernani Francisco da Rosa Filho.
En primer lugar cabe decir que no se trata de un lago subterráneo, sino de una cadena inmensa de aproximadamente 1,2 millones de kilómetros cuadrados de rocas arenosas saturadas de agua que quedan, en promedio, entre 70 y 800 metros bajo el suelo, atravesando 8 Estados (70,2% del área del acuífero)): Goiás, Minas Gerais, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, São Paulo, Paraná, Santa Catarina y Rio Grande do Sul. El área total del acuífero es de 1.195.500 kilómetros cuadrados, superior a la suma de Francia, España e Inglaterra juntas.
Su origen geológico es muy curioso. El acuífero está asentado sobre un desierto prehistórico, de la era mesozoica (hace unos 200 millones de años), sobre el cual los vientos formaron extensos campos de dunas. En el período del cretáceo (hace cerca de 125 millones de años) hubo formidables erupciones volcánicas que recubrieron de lava toda aquella región arenosa. Surgió lo que hoy se llama Formación Sierra General (Serra Geral). La lava solidificada selló la arena de alta porosidad permitiendo una gran acumulación de agua, cerca de 48.000 kilómetros cúbicos (o billones de litros). El potencial de extracción sin riesgos para el acuífero es del orden de 40 kilómetros cúbicos anuales (40 billones de litros). El acuífero no es continuo. En varios lugares como en el Paraná está completamente compartimentado, existiendo una especie de diques verticales basálticos que aíslan las aguas, habiéndolas almacenado por un período de hasta 30.000 años.
Hay tres tipos de agua en el sistema Guaraní, típica agua dulce con total mineralización, agua salobre y agua alcalina. El principal uso de las aguas en Brasil es para el abastecimiento de la población (70%), para uso industrial (25%) y para turismo hidrotermal (5%). Eso se hace allí donde aflora o mediante pozos cuya profundidad varía de 300 a 800 y hasta 1.795 metros de profundidad, según las regiones, con flujos del orden de 75 a 520 metros cúbicos por hora.
Los estudios han mostrado que las aguas del Acuífero Guaraní todavía están libres de contaminación. Pero en regiones de recarga, especialmente de intensiva actividad agroindustrial, como en Ribeirão Preto, Araraquara y Piracicaba, la vulnerabilidad es mayor en razón de los pesticidas.
Como el acuífero involucra a cuatro países, se están formulando políticas comunes en el sentido de preservar este bien natural e imprescindible y hacerlo disponible no sólo para nosotros, sino también para la humanidad sedienta y hambrienta.
- Leonardo Boff es teólogo
Brasil aparece como la potencia mundial de las aguas, pues aquí está el 13,8% de toda el agua dulce del planeta. Y todavía disponemos junto con Argentina, Uruguay y Paraguay del mayor acuífero (aguas subterráneas) del mundo, el Acuífero Guaraní. Posee un volumen mayor que el de toda el agua contenida en los ríos y lagos de la Tierra. Para el interés de los lectores ofrecemos datos de tres especialistas del Paraná en su minuciosa investigación «Acuífero Guaraní» (2004), de Nadia Rita, José Roberto Borghetti y Ernani Francisco da Rosa Filho.
En primer lugar cabe decir que no se trata de un lago subterráneo, sino de una cadena inmensa de aproximadamente 1,2 millones de kilómetros cuadrados de rocas arenosas saturadas de agua que quedan, en promedio, entre 70 y 800 metros bajo el suelo, atravesando 8 Estados (70,2% del área del acuífero)): Goiás, Minas Gerais, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, São Paulo, Paraná, Santa Catarina y Rio Grande do Sul. El área total del acuífero es de 1.195.500 kilómetros cuadrados, superior a la suma de Francia, España e Inglaterra juntas.
Su origen geológico es muy curioso. El acuífero está asentado sobre un desierto prehistórico, de la era mesozoica (hace unos 200 millones de años), sobre el cual los vientos formaron extensos campos de dunas. En el período del cretáceo (hace cerca de 125 millones de años) hubo formidables erupciones volcánicas que recubrieron de lava toda aquella región arenosa. Surgió lo que hoy se llama Formación Sierra General (Serra Geral). La lava solidificada selló la arena de alta porosidad permitiendo una gran acumulación de agua, cerca de 48.000 kilómetros cúbicos (o billones de litros). El potencial de extracción sin riesgos para el acuífero es del orden de 40 kilómetros cúbicos anuales (40 billones de litros). El acuífero no es continuo. En varios lugares como en el Paraná está completamente compartimentado, existiendo una especie de diques verticales basálticos que aíslan las aguas, habiéndolas almacenado por un período de hasta 30.000 años.
Hay tres tipos de agua en el sistema Guaraní, típica agua dulce con total mineralización, agua salobre y agua alcalina. El principal uso de las aguas en Brasil es para el abastecimiento de la población (70%), para uso industrial (25%) y para turismo hidrotermal (5%). Eso se hace allí donde aflora o mediante pozos cuya profundidad varía de 300 a 800 y hasta 1.795 metros de profundidad, según las regiones, con flujos del orden de 75 a 520 metros cúbicos por hora.
Los estudios han mostrado que las aguas del Acuífero Guaraní todavía están libres de contaminación. Pero en regiones de recarga, especialmente de intensiva actividad agroindustrial, como en Ribeirão Preto, Araraquara y Piracicaba, la vulnerabilidad es mayor en razón de los pesticidas.
Como el acuífero involucra a cuatro países, se están formulando políticas comunes en el sentido de preservar este bien natural e imprescindible y hacerlo disponible no sólo para nosotros, sino también para la humanidad sedienta y hambrienta.
- Leonardo Boff es teólogo
https://www.alainet.org/es/articulo/124335?language=en
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