Llamado a la comunidad internacional
Basta de represión en Myanmar –Birmania
01/10/2007
- Opinión
Las Naciones Unidas deben intervenir urgentemente.
El gobierno de la dictadura militar en Myanmar-Birmania viene sometiendo al pueblo al terror y la represión. La dictadura en su brutal accionar está incendiando pueblos enteros, arrasando y censurando la información y reprimiendo los reclamos legítimos de la población a restablecer el Estado de Derecho, la democracia y la libertad.
Lamentablemente todas las acciones iniciadas y reclamos que, desde hace décadas se viene realizando, son trabadas por los intereses económicos y políticos de países como China, Rusia y Francia entre otros, que no desconocen las continuas violaciones de los derechos humanos por el régimen militar imperante en ese país, pero que lo toleran y apoyan. Ningún régimen dictatorial puede sostenerse sin apoyo externo.
En la brutal campaña represiva, Aung San Suu Kyi, Premio Nóbel de la Paz, soporta la prisión domiciliaria y su vida corre peligro. Es una mujer con gran coraje de resistencia a la dictadura y es un ejemplo de dignidad junto a su pueblo.
Es urgente reclamar a las Naciones Unidas el envío de una misión internacional a Myanmar-Birmania a fin de lograr el cese de la represión y la democratización del país y la vigencia de los derechos del pueblo.
Es necesaria la solidaridad internacional con los monjes y población birmana y la denuncia de la barbarie y violaciones de los derechos humanos por el régimen militar.
Muchas acciones se vienen realizando desde hace décadas denunciando la grave situación que vive el pueblo birmano que sufre la opresión, cárceles, torturas y exilio; sin embargo desde los organismos internacionales se hace un permanente bloqueo por parte de países que se oponen a las sanciones contra el régimen; siendo inútiles los esfuerzos hasta el momento para superar la situación que viven. Se debe exigir el retiro de los recursos, créditos y apoyo al régimen militar, en especial de los países que tienen inversiones en el país.
La comunidad internacional debe alzar su voz y tomar acciones conjuntas para lograr que el pueblo de Myanmar- Birmania vuelva a recupera el derecho a la vida y la libertad. El pueblo de Myanmar- Birmania no está solo, muchos pueblos del mundo decimos ¡basta a la opresión! Les envío el fuerte abrazo solidario y mucha fuerza y esperanza.
Adolfo Pérez Esquivel
Premio Nóbel de la Paz
Buenos Aires, 27 de septiembre de 2007
El gobierno de la dictadura militar en Myanmar-Birmania viene sometiendo al pueblo al terror y la represión. La dictadura en su brutal accionar está incendiando pueblos enteros, arrasando y censurando la información y reprimiendo los reclamos legítimos de la población a restablecer el Estado de Derecho, la democracia y la libertad.
Lamentablemente todas las acciones iniciadas y reclamos que, desde hace décadas se viene realizando, son trabadas por los intereses económicos y políticos de países como China, Rusia y Francia entre otros, que no desconocen las continuas violaciones de los derechos humanos por el régimen militar imperante en ese país, pero que lo toleran y apoyan. Ningún régimen dictatorial puede sostenerse sin apoyo externo.
En la brutal campaña represiva, Aung San Suu Kyi, Premio Nóbel de la Paz, soporta la prisión domiciliaria y su vida corre peligro. Es una mujer con gran coraje de resistencia a la dictadura y es un ejemplo de dignidad junto a su pueblo.
Es urgente reclamar a las Naciones Unidas el envío de una misión internacional a Myanmar-Birmania a fin de lograr el cese de la represión y la democratización del país y la vigencia de los derechos del pueblo.
Es necesaria la solidaridad internacional con los monjes y población birmana y la denuncia de la barbarie y violaciones de los derechos humanos por el régimen militar.
Muchas acciones se vienen realizando desde hace décadas denunciando la grave situación que vive el pueblo birmano que sufre la opresión, cárceles, torturas y exilio; sin embargo desde los organismos internacionales se hace un permanente bloqueo por parte de países que se oponen a las sanciones contra el régimen; siendo inútiles los esfuerzos hasta el momento para superar la situación que viven. Se debe exigir el retiro de los recursos, créditos y apoyo al régimen militar, en especial de los países que tienen inversiones en el país.
La comunidad internacional debe alzar su voz y tomar acciones conjuntas para lograr que el pueblo de Myanmar- Birmania vuelva a recupera el derecho a la vida y la libertad. El pueblo de Myanmar- Birmania no está solo, muchos pueblos del mundo decimos ¡basta a la opresión! Les envío el fuerte abrazo solidario y mucha fuerza y esperanza.
Adolfo Pérez Esquivel
Premio Nóbel de la Paz
Buenos Aires, 27 de septiembre de 2007
https://www.alainet.org/es/articulo/123496?language=en
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