Salida al mar para Bolivia
Plantean reunión trilateral Morales-Bachelet-García
11/09/2007
- Opinión
El ex candidato presidencial de Chile Tomás Hirsch, se refirió a la demanda boliviana que data del siglo XIX.
El dirigente opositor chileno Tomás Hirsh propuso el domingo la necesidad de una cumbre tripartita entre Evo Morales (presidente de Bolivia), Michelle Bachelet (presidenta de Chile) y Alan García (presidente de Perú) para decidir acerca de acceso soberano de Bolivia al océano Pacífico.
En el marco de una gira rumbo a Lima realizada por Hirsch, pronunció dicho planteo en una entrevista concedida a la agencia peruana de noticias Andina.
"Los tres presidentes: de Perú, Chile y Bolivia tienen que sentarse a dialogar. Es un tema que he sostenido siempre y le voy a plantear al presidente Evo Morales sobre la necesidad de establecer caminos de diálogo entre los tres países", afirmó el dos veces candidato presidencial de Chile.
El lunes, recibido en La Paz por el mandatario boliviano, el dirigente chileno ratificó sus dichos vertidos en Lima y el presidente de Bolivia aceptó la invitación de Hirsch de inaugurar el Segundo Foro Regional Panamericano Humanista "Latinoamérica unida, sin guerras y sin violencia”, a realizarse del 23 al 25 de noviembre próximos en la mencionada ciudad boliviana. El objetivo del foro es demostrar al mundo los cambios que se van dando a favor de las mayorías.
Hirsch calificó al gobierno de Morales de "claramente humanista" y destacó su esfuerzo en llevar adelante lo que son las ideas fundamentales de este movimiento. A saber: "El ser humano como valor central, la no violencia como motor de acción, la valoración de la diversidad y la igualdad de derechos y oportunidades para todos", agregó.
El dirigente chileno sostuvo que Latinoamérica tiene que hacer "un tremendo esfuerzo para recuperar los recursos naturales" y calificó el caso boliviano como "ejemplo para el resto del continente".
"Quien está convirtiendo a América Latina en un polvorín –advirtió– es el `imperio del norte` que, con sus políticas, va postergando que se puedan resolver nuestros problemas", señaló Hirsch, tras en encuentro que sostuvo con el primer mandatario en oportunidad que entregó el "Protocolo de apoyo al gobierno boliviano por parte del Movimiento Humanista".
En los últimos comicios el líder del Partido Humanista de Chile, Tomás Hirsch, estuvo al frente de la coalición Juntos Podemos Más y fue el principal sostén político ajeno a la Concertación, que contribuyó a la victoria de la presidenta Bachelet en segunda vuelta.
Hirsch sostuvo que es importante que ninguno de los tres países dificulte la solución al enclaustramiento geográfico de Bolivia.
Tras la Guerra del Pacífico (1879-1884), Bolivia y Perú perdieron parte de sus territorios en su enfrentamiento militar contra Chile.
"A veces los bolivianos piensan que en Perú le impiden el acceso a su demanda de soberanía. O también ocurre el caso que los chilenos, o los mismos peruanos, creen que el país vecino es obstáculo. Por eso es importante el diálogo", afirmó Hirsch.
Hace pocas semanas el gobierno de Perú declaró que nunca negará una opción de salida al mar a Bolivia y reafirmó que no será un obstáculo a una eventual solución a la histórica demanda boliviana a Chile de acceso al océano Pacífico.
Hirsch opinó que la solución más adecuada para resolver la demanda boliviana apunta a otorgar una salida soberana al Pacífico en una zona elegida por consenso entre los tres países.
La posibilidad de que Santiago ceda a La Paz una salida al mar por territorio que fue peruano previo a la Guerra del Pacífico, está supeditada a una autorización de Lima según un tratado de 1929 firmado entre Chile y Perú.
La anuencia peruana es requerida en el caso de la región Arica-Parinacota, en el extremo norte de Chile, zona a la que han estado referidas anteriores negociaciones entre La Paz y Santiago. Las provincias de Arica y Parinacota conforman las dos provincias del extremo norte de Chile, al este y oeste respectivamente. El Volcán Parinacota se halla en el límite internacional, a unos trescientos kilómetros al oeste de la ciudad boliviana de Oruro.
El gobierno peruano ratificó a fines del mes pasado, en una visita de Morales a la devastada ciudad de Pisco, Perú, que nunca negará una opción de salida al mar a Bolivia y reafirmó que no será un obstáculo ante una eventual solución a la histórica demanda boliviana de acceso al Pacífico por territorios sobre los que Perú tiene derechos y cuya cesión requiere su anuencia.
Evo Morales había viajado a Pisco, trescientos kilómetros al sur de Lima, para entregar ayuda a los damnificados por el sismo que azotó la ciudad costera el pasado 15 de agosto.
El dirigente chileno Tomás Hirsch planteó que la solución debe ser integradora y "los tres países deben elegir una zona que permita potenciar el norte chileno, sur peruano y oeste boliviano". Generando al mismo tiempo "un polo de desarrollo en la región", enfatizó.
A pesar que Bolivia y Chile no tienen relaciones diplomáticas desde 1978, ambos países vienen desarrollando desde julio del año pasado una agenda bilateral sin exclusiones que consta de 13 puntos, entre los que se destaca la aspiración de Bolivia a recuperar una salida al Pacífico. Dichas reuniones son llevadas a cabo por los dos vicecancilleres: Hugo Fernández Aráoz, de Bolivia, y Alberto Van Klaveren, de Chile.
Paralelamente, Perú y Chile mantienen otra disputa por la delimitación de la soberanía marítima, asunto que también se remonta a la Guerra del Pacífico.
Perú publicó hace un mes un mapa oficial donde consigna lo que considera su mar territorial, que se superpone con una rica zona pesquera, en que Chile ejerce su soberanía y jurisdicción.
La posición de Perú es que la delimitación marítima es un tema pendiente. Mientras que Chile sostiene que los tratados internacionales suscritos en 1952 y 1954 ya han resuelto ese tema. En tanto que Perú considera a dichos acuerdos sólo regulatorios de la actividad pesquera y reconoce –en cambio– como tratado limítrofe el suscrito en 1929.
Perú reconoce como fórmula de delimitación marítima la línea media o equidistante y no la del paralelo geográfico que pasa por el Hito Número Uno, como pretende aplicar Chile.
Para Perú, el punto costero a partir del cual se deben proyectar las doscientas millas náuticas de zona económica exclusiva se inicia en la orilla del mar, conocida como Punto de la Concordia. Desde ese extremo sur de la costa peruana debe proyectarse una línea imaginaria en diagonal hacia el sudoeste. El argumento se desprende del tratado firmado entre Perú y Chile en 1929.
Mientras que para Chile, el límite marítimo comienza a doscientos metros –paradójicamente– tierra adentro, en el Hito Número Uno, de acuerdo con los convenios firmados en 1952 y 1954. Además Chile considera la línea imaginaria en forma recta paralela a la línea del ecuador, que pasa por el Hito Número Uno, en contraposición a la línea media o equidistante.
El clima de tensión suscitado por el área en controversia se disipó a raíz de la colaboración chilena para las víctimas del terremoto que afectó a parte del territorio de Perú el 15 de agosto.
El sábado pasado se reunieron por primera vez luego del incidente del mapa, Michelle Bachelet y Alan García en Sydney, Australia, durante la Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y abordaron “someramente” –según afirmó el mandatario peruano- el diferendo por los límites marítimos que mantienen ambos países.
Alan García añadió que su gobierno puso esta controversia a consideración de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, Holanda, por lo que ya no se discutirá el caso a nivel bilateral.
El criterio principal que aplica la Corte de La Haya para delimitar las fronteras marinas es el “Principio de Línea Equidistante”, coincidente con la tesis peruana.
El dirigente opositor chileno Tomás Hirsh propuso el domingo la necesidad de una cumbre tripartita entre Evo Morales (presidente de Bolivia), Michelle Bachelet (presidenta de Chile) y Alan García (presidente de Perú) para decidir acerca de acceso soberano de Bolivia al océano Pacífico.
En el marco de una gira rumbo a Lima realizada por Hirsch, pronunció dicho planteo en una entrevista concedida a la agencia peruana de noticias Andina.
"Los tres presidentes: de Perú, Chile y Bolivia tienen que sentarse a dialogar. Es un tema que he sostenido siempre y le voy a plantear al presidente Evo Morales sobre la necesidad de establecer caminos de diálogo entre los tres países", afirmó el dos veces candidato presidencial de Chile.
El lunes, recibido en La Paz por el mandatario boliviano, el dirigente chileno ratificó sus dichos vertidos en Lima y el presidente de Bolivia aceptó la invitación de Hirsch de inaugurar el Segundo Foro Regional Panamericano Humanista "Latinoamérica unida, sin guerras y sin violencia”, a realizarse del 23 al 25 de noviembre próximos en la mencionada ciudad boliviana. El objetivo del foro es demostrar al mundo los cambios que se van dando a favor de las mayorías.
Hirsch calificó al gobierno de Morales de "claramente humanista" y destacó su esfuerzo en llevar adelante lo que son las ideas fundamentales de este movimiento. A saber: "El ser humano como valor central, la no violencia como motor de acción, la valoración de la diversidad y la igualdad de derechos y oportunidades para todos", agregó.
El dirigente chileno sostuvo que Latinoamérica tiene que hacer "un tremendo esfuerzo para recuperar los recursos naturales" y calificó el caso boliviano como "ejemplo para el resto del continente".
"Quien está convirtiendo a América Latina en un polvorín –advirtió– es el `imperio del norte` que, con sus políticas, va postergando que se puedan resolver nuestros problemas", señaló Hirsch, tras en encuentro que sostuvo con el primer mandatario en oportunidad que entregó el "Protocolo de apoyo al gobierno boliviano por parte del Movimiento Humanista".
En los últimos comicios el líder del Partido Humanista de Chile, Tomás Hirsch, estuvo al frente de la coalición Juntos Podemos Más y fue el principal sostén político ajeno a la Concertación, que contribuyó a la victoria de la presidenta Bachelet en segunda vuelta.
Hirsch sostuvo que es importante que ninguno de los tres países dificulte la solución al enclaustramiento geográfico de Bolivia.
Tras la Guerra del Pacífico (1879-1884), Bolivia y Perú perdieron parte de sus territorios en su enfrentamiento militar contra Chile.
"A veces los bolivianos piensan que en Perú le impiden el acceso a su demanda de soberanía. O también ocurre el caso que los chilenos, o los mismos peruanos, creen que el país vecino es obstáculo. Por eso es importante el diálogo", afirmó Hirsch.
Hace pocas semanas el gobierno de Perú declaró que nunca negará una opción de salida al mar a Bolivia y reafirmó que no será un obstáculo a una eventual solución a la histórica demanda boliviana a Chile de acceso al océano Pacífico.
Hirsch opinó que la solución más adecuada para resolver la demanda boliviana apunta a otorgar una salida soberana al Pacífico en una zona elegida por consenso entre los tres países.
La posibilidad de que Santiago ceda a La Paz una salida al mar por territorio que fue peruano previo a la Guerra del Pacífico, está supeditada a una autorización de Lima según un tratado de 1929 firmado entre Chile y Perú.
La anuencia peruana es requerida en el caso de la región Arica-Parinacota, en el extremo norte de Chile, zona a la que han estado referidas anteriores negociaciones entre La Paz y Santiago. Las provincias de Arica y Parinacota conforman las dos provincias del extremo norte de Chile, al este y oeste respectivamente. El Volcán Parinacota se halla en el límite internacional, a unos trescientos kilómetros al oeste de la ciudad boliviana de Oruro.
El gobierno peruano ratificó a fines del mes pasado, en una visita de Morales a la devastada ciudad de Pisco, Perú, que nunca negará una opción de salida al mar a Bolivia y reafirmó que no será un obstáculo ante una eventual solución a la histórica demanda boliviana de acceso al Pacífico por territorios sobre los que Perú tiene derechos y cuya cesión requiere su anuencia.
Evo Morales había viajado a Pisco, trescientos kilómetros al sur de Lima, para entregar ayuda a los damnificados por el sismo que azotó la ciudad costera el pasado 15 de agosto.
El dirigente chileno Tomás Hirsch planteó que la solución debe ser integradora y "los tres países deben elegir una zona que permita potenciar el norte chileno, sur peruano y oeste boliviano". Generando al mismo tiempo "un polo de desarrollo en la región", enfatizó.
A pesar que Bolivia y Chile no tienen relaciones diplomáticas desde 1978, ambos países vienen desarrollando desde julio del año pasado una agenda bilateral sin exclusiones que consta de 13 puntos, entre los que se destaca la aspiración de Bolivia a recuperar una salida al Pacífico. Dichas reuniones son llevadas a cabo por los dos vicecancilleres: Hugo Fernández Aráoz, de Bolivia, y Alberto Van Klaveren, de Chile.
Paralelamente, Perú y Chile mantienen otra disputa por la delimitación de la soberanía marítima, asunto que también se remonta a la Guerra del Pacífico.
Perú publicó hace un mes un mapa oficial donde consigna lo que considera su mar territorial, que se superpone con una rica zona pesquera, en que Chile ejerce su soberanía y jurisdicción.
La posición de Perú es que la delimitación marítima es un tema pendiente. Mientras que Chile sostiene que los tratados internacionales suscritos en 1952 y 1954 ya han resuelto ese tema. En tanto que Perú considera a dichos acuerdos sólo regulatorios de la actividad pesquera y reconoce –en cambio– como tratado limítrofe el suscrito en 1929.
Perú reconoce como fórmula de delimitación marítima la línea media o equidistante y no la del paralelo geográfico que pasa por el Hito Número Uno, como pretende aplicar Chile.
Para Perú, el punto costero a partir del cual se deben proyectar las doscientas millas náuticas de zona económica exclusiva se inicia en la orilla del mar, conocida como Punto de la Concordia. Desde ese extremo sur de la costa peruana debe proyectarse una línea imaginaria en diagonal hacia el sudoeste. El argumento se desprende del tratado firmado entre Perú y Chile en 1929.
Mientras que para Chile, el límite marítimo comienza a doscientos metros –paradójicamente– tierra adentro, en el Hito Número Uno, de acuerdo con los convenios firmados en 1952 y 1954. Además Chile considera la línea imaginaria en forma recta paralela a la línea del ecuador, que pasa por el Hito Número Uno, en contraposición a la línea media o equidistante.
El clima de tensión suscitado por el área en controversia se disipó a raíz de la colaboración chilena para las víctimas del terremoto que afectó a parte del territorio de Perú el 15 de agosto.
El sábado pasado se reunieron por primera vez luego del incidente del mapa, Michelle Bachelet y Alan García en Sydney, Australia, durante la Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y abordaron “someramente” –según afirmó el mandatario peruano- el diferendo por los límites marítimos que mantienen ambos países.
Alan García añadió que su gobierno puso esta controversia a consideración de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, Holanda, por lo que ya no se discutirá el caso a nivel bilateral.
El criterio principal que aplica la Corte de La Haya para delimitar las fronteras marinas es el “Principio de Línea Equidistante”, coincidente con la tesis peruana.
Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina
https://www.alainet.org/es/articulo/123164?language=en
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