Comprar y vender ética

13/08/2007
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Quito

Desde que a Judas le atribuyeron la responsabilidad de haber vendido la identidad de Jesús por 30 monedas, la ética ha venido cayendo en el lodazal de la corrupción en una histórica carrera indetenible.

Según los filósofos la ética designa el conjunto de valores, normas y costumbres de un individuo o grupo humano determinado y alude al intento racional de fundamentar la moral entendida en cuanto al fenómeno de adecuarlos a un determinado proyecto de sociedad coherente y justa.

La ética es como el cisne blanco que trata de mantenerse limpio en medio del lodazal, pero es el propio conjunto humano que se empeña en arrastrarla, al multiplicar 7 veces 7 los pecados capitales, en un historial delictivo no inventariado, amparado en la incontrolable impunidad.

Como que el actual avance de la ciencia, la técnica y la afirmación de la identidad cultural, sirvieran de estímulo para afinar los mecanismos para proclamar la vigencia de la corrupción.

Una Comisión, conformada por tres personalidades de indiscutible y pública transparencia, encargada de investigar los vericuetos del fenomenal atraco de más de 8 mil millones de dólares, en 1999, involucra a unas 300 personas que por acción y omisión vendieron y compraron ética, licuando la economía de millones de ecuatorianos, a vista y paciencia de los enloquecidos por la pesca de tiburones que guardaron impúdico silencio que contribuyó a que se mantengan en la vergonzosa impunidad.

Algo parecido a lo que informa la prensa internacional que la iglesia norteamericana acaba de pagar 660 millones de dólares, parte de 2.100 millones, que cuesta tranzar un reclamo de 508 víctimas, niños educandos que fueron violados sexualmente por sacerdotes pedófilos (forma disimulado para llamar a los maricas) que atrofiaron de por vida a criaturas entonces inocentes, cuyos parientes, con el consentimiento o no de las víctimas, vendieron la ética a los compradores de conciencias, sin ningún escrúpulo corrompen aún más a esa sociedad afectada por el consumismo.

Y esos compradores y vendedores de ética serán de los que se riegan por el mundo abogando porque se autorice el matrimonio de los homosexuales, aduciendo la libertad sexual, que no se discute pero que no faculta para que quieran involucrar a otros niños adoptados, en calidad de “hijos”, atrofiándolos psicológicamente por una unión que rompe los conceptos de paternidad y maternidad.

Se compra y se vende ética a todo nivel social pero los mercachifles más avezados en este comercio repugnante son los que acumulan mayor dinero y mayor poder.

El cisne blanco vuela y se posa sobre el lodazal pero tiene el instinto de levantar el vuelo antes de mancharse, lo que no sucede con los que se dedican a comprar y vender la ética, porque gozan de impunidad.
https://www.alainet.org/es/articulo/122682

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