Reflexiones sobre el Foro Social Estadounidense 2007

01/08/2007
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Normalmente, durante los vuelos largos, yo soy la persona que está roncando en el asiento a tu lado. Pero durante el viaje desde la Ciudad de México hasta Atlanta para asistir al Foro Social Estadounidense, la cabeza me daba vueltas, pero no por cabecear. La anticipación de mi primera participación en un foro social me tenía completamente despierta pensando en que iba a ver y oir.

Había sido preparada por los cuentos contados por amigos brasileños sobre los foros sociales mundiales, y estaba preocupada por las críticas que oí sobre la estructura y dirección permisiva de los foros y la falta de \'éxitos concretos\'.

Aunque no fue posible asistir a todas las sesiones que había marcado en el programa imponente del foro, fui impresionada e inspirada por encontrar tanta gente y organizaciones de ideas similares. He dejado Atlanta teniendo más preguntas de las que tenía cuando llegue—la más urgente siendo: Aunque tenemos, con certeza, más intereses comunes que diferencias ¿cómo podrá toda esta gente trabajar juntos?
¿Unidad de intención o un desfile de temas?

Durante el último día del foro yo me quedé fuera del ascensor del hotel y fui tomada por sorpresa cuando abrió lleno de un grupo de chicas que estaban competiendo en un desfile de belleza estilo Miss América. Al recuperarme el sentido de mis alrededores, después de pasar por la neblina dejada por el spray fijador, y del choque de ver tantas niñas deseando convertirse en el estereotipo distorsionado de la mujer moderna, me he dado cuenta de que yo también estaba asistiendo a una especie de desfile. Estaba a punto de irme a casa después de ir a una serie de talleres, visitar mesas y tiendas de campaña, recolectar un fajo de folletos informativos y broches, y firmar numerosas peticiones. Ahora estoy segura que nunca tendré suficiente tiempo para mantener todos los compromisos y las promesas que hice.

Todos los participantes al foro—exeptando a los "independientes" que vinieron para aprender o decidirse cual de los problemas es más importante para ellos—desfilaron con "nuestros temas". Conducimos talleres y participamos con otros en nuestras "problemáticas"—el comercio libre, derechos laborales, inmigración u otros problemas—o trabajamos en los corredores, durante la conferencia, poniendo muestras en las mesas y repartiendo nuestros folletos, artículos, libros, tarjetas de presentación, esperando ganar más apoyo. Encontramos una audiencia comprensiva pero muy cargada. ¿Y qué queremos que hagan ellos, realmente? ¿Suscribir? ¿Firmar? ¿Marchar? ¿Votar?

Formar alianzas fue una manera de fortificar movimientos y reducir la frenética fragmentación que sentimos muchas veces. Las comisiones plenarias promovieron la idea que unos temas tenían que verse en un marco común, y gracias a los organizadores que juntaron las propuestas de talleres, algunos participantes se encontraron metidos en paneles formadas de gente que no conocían. Un taller combinó grupos africano-americanos y organizaciones que militaban para los derechos de los emigrantes para discutir su interés común en políticas migratorias justas en sus comunidades.

¿Es esto la prueba que podemos transformar nuestro desfile en un movimiento colectivo?

Los transnacionales son el blanco: Diet, Cherry and Vanilla, Coca-Cola is a killer"


Este canto sonó en las orejas de cientos de chicos y de sus padres mientras esperaron en la cola para visitar el nuevo museo llamado "El Mundo de Coca-Cola" en Atlanta. El 30 de julio me junté a los que protestaban en frente de las puertas de la sede de Coca-Cola en el mundo, teniendo pancartas que decían "Coca-Cola mata" y "Inimaginable, Imbebible."

"Hemos venido aquí para ofrecer esta obra de arte para el muevo museo de fantasía de la Coca porque la realidad de Coca-Cola lo representan las mujeres de la India que protestan contra la destrucción de vidas y de maneras de vida que Coca-Cola ha producido en sus comunidades," pronunció Amit Srivastava, Director de la Resistencia Mundial.

Coca-Cola no reconoció nuestra manifestación, pero en la India el odio popular hacia la depleción y contaminación de los sistemas locales de agua por parte de Coca-Cola ha determinado la cierre de una fábrica en Kerala y movimientos para la cierre de otros 52 fábricas de embotellamiento en todo el país. La participación en la acción directa fue refrescante después de horas de atender a sesiones de debate, aunque fueron unos debates muy estimulantes.

Bush, Cheney y otros conservadores fueron vistos como obstáculos en el camino hacia nuestras metas para la justicia social, y la impugnación fue mencionada más que una vez. De todos modos, otro elefante estuvo presente entre nosotros—la América Corporativa. Durantes sesiones numerosas temas han debatido la presión corporativa y las violaciones, empezando con los derechos humanos de los trabajadores y terminando con el medio ambiente, el sistema de la prisiones, las ganancias excesivas por la guerra y el petróleo pagado con la sangre de los americanos en Iraq.

Las corporaciones fueron designadas como ganadores de los presupuestos muy altos destinados para la construcción de los prisiones, la disfunción del sistema de la salud, el sueldo mínimo insuficiente—la lista puede continuar. El presupuesto para la militarización de Colombia y la seguridad de las fronteras se va a Lockheed Martin y Boeing. La responsabilidad para la manipulación de las provisiones de comida y los sistemas de agricultura pertenece a Cargill, Monsanto, Nestle y Tyson (el blanco de la próxima campaña de Vía Campesina).

Una resistencia sostenible

Mientras los grupos repartían materiales brillantes, libros y DVDs, insignias, camisetas y calcamonias yo estaba pensando en la sostenibilidad de este gran evento. Esfuerzos fueron hechos claramente—el agua estaba distribuida en barriles y el agua embotellada fue rechazada—pero la comida venia siempre en unicel y con cubiertos desechables. La minimización del impacto sobre el medio ambiente es un desafío para cualquier reunión de casi 12.000 personas, y eso fue una debilidad del foro, que tuvo lugar en mayormente en hoteles ultra-aire-acondicionados. La apariencia \'importante\' dada a las reuniones por su organización formal puede tener ventajas, pero habíamos podido conseguir los mismos resultados con unas instalaciones más modestas, como entendí que han hecho durante el Foro Social Mundial.

"Detengan el consumismo masivo", "No al narco-guerra" y otras insignias e calcomonias con las cuales me "adorne" representaron una descripción incompleta de los problemas con los cuales nos confrontamos. Había los socialistas, los ambientalistas, los anti-comercio libre y otras numerosas listas electrónicas en las cuales me suscribí pero ninguna de ellos puede ayudarme a decidir como dar prioridad a mis propios esfuerzos para hacer posible un mundo mejor.

Animados pero, al mismo tiempo, agobiados por tantas opciones, muchos participantes jóvenes, como yo, parecían menos seguros de lo que iban a hacer que cuando llegáramos en Atlanta. Pero nos fuimos sabiendo mejor la urgencia de nuestras varias luchas, la multitud de individuos increíbles que se dedican convertir a los EE.UU. en un lugar que nos representa, y espero, también, la necesidad de trabajar juntos.

El tiempo lo decidirá, pero el Foro Social Estadounidense 2007 me hizo ver más claramente la identidad del elefante pisoteándonos—las gigantescas corporaciones.

Fuente: Programa de las Américas del Centro de Relaciones Internacionales (IRC) http://www.ircamericas.org


https://www.alainet.org/es/articulo/122512
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