Perros hueveros en Venezuela

14/06/2007
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Las sucesivas derrotas que el proceso hacia la revolución en Venezuela le ha dado a los halcones de Washington, a la oligarquía local y a la derecha recalcitrante, no los han hecho desistir de sus propósitos desestabilizadores y de su accionar para revertir sus esperanzadores cambios.

Perros hueveros.

Decisión de pelear hasta el final por sus pérfidos objetivos contrarrevolucionarios.

Y no esperemos moderación ni rendición por ahora.

Las clases son las clases. Y las mafias políticas son mafias, iguales o peores.

Los intereses espurios no se resignan. Los pretextos para resistir y desestabilizar se fabrican.

Esta vez los toman del arsenal de una supuesta defensa de la libertad de expresión.

Solo bastó tocarle la franquicia de una de sus plantas televisivas, ni siquiera las instalaciones, ni la empresa como tal.

Solo bastó que el Estado y la sociedad venezolana se decidieran,¡ por fin¡, a darle un mejor uso a lo que le pertenece, para que la ultraderecha y la derecha venezolana e internacional se dispusieran a reactivar la sedición mediática orquestando un concierto inspirado en la defensa encubierta del derecho a mentir, incitar al magnicidio, conspirar contra la legalidad establecida, violentar la constitución vigente.

Complicidad mayor y solidaridad entre las mafias empresariales y sus socios y padrinos de ultramar.

Creyeron que la excesiva tolerancia debió ser eterna. Acariciaron la idea de que la impunidad de los delitos mayores de RCTV no debía tener límites.

Aspiraron a una renovación del contrato para seguir delinquiendo.

El freno absolutamente legal que implica la rescisión definitiva del mismo y la instalación en esa misma franquicia de una televisión social (TV-ES), los ha llenado de ira y los ha conducido a mirarse en el espejo del colega sancionado.

El ladrón siempre juzga por su condición y en este caso la clase pervertida es planetaria, mundial, internacional.

De ahí la reacción de la SIP y de las peores asociaciones corporativas de los grandes medios privados de comunicación.

De esos que confunden interesadamente la libertad de prensa, de expresión y de opinión con el reinado absoluto de las empresas monopólicas y de los oligopolios de la comunicación, con los espurio intereses y fines de los insensibles y deshumanizados dueños de esas grandes empresas asociadas y subordinadas al poder mediático del nuevo imperialismo.

El golpe ha sido preciso y profundamente democrático, porque con TV-ES se está ensayando un modelo de comunicación radio- televisivo, que superando la perversidad del oligopolio privado y evadiendo la tentación de la “prensa estatal” o del medio de prensa gubernamental, procura devolverle a la sociedad lo que le pertenece, evitando la manipulación burocrática y estatal gubernamental.

Por eso le duele tanto y por eso tambien no logran sacarse de la cabeza los viejos argumentos anticomunistas y aquellos recursos ideológicos que históricamente le brindó la infecunda estatización burocrática de los medios de comunicación.

Esperemos-ya hay señales- la nueva onda agresiva contrarrevolucionaria desde una oposición imperial y nacional muchas veces derrotada, políticamente mas descalificada e imposibilitada de reinar, pero más cohesionada.

Esperemos no solo su despliegue de nuevas capacidades para seguir mintiendo, abultando, manipulando sectores medios, organizando líos para ser sobredimensionados, sino además generando temor, violencia, planes de magnicidio, contubernios con el para-militarismo y el narco-poder-gobierno de Colombia, operaciones encubiertas auspiciadas por la CIA...

Dispongámonos a enfrentar su nuevo programa sedicioso de dimensión continental y mundial.

Porque Venezuela está en el centro de la oleada de cambio y junto a Colombia, Bolivia y Ecuador, en uno de los puntos más agudos de la confrontación con el viejos orden decadente.

Venezuela esta, además, en trance de socialismo, de nuevo socialismo, algo inadmisible para el capital voraz y sus partidocracias corrompidas y pervertidas.

Venezuela, su pueblo, su líder, sus fuerzas revolucionarias, libran una batalla trascendente por todos (as) nosotros (as). Se enfrentan a una reacción internacional en cadena y necesitan de nuestra solidaridad sin límites. No hay de otra.

Y esa actitud militantemente solidaria con la revolución bolivariana es tambien cuestión de defensa propia, porque la Patria Grande es toda nuestra América indígena mulata negra, mestiza…Toda, todita.

Y porque son perros hueveros, hay que quemarles algo más que sus hocicos

https://www.alainet.org/es/articulo/121712
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