Al colega periodista y radiodifusor, Antonio Gallegos Escalante, 79 años de edad y 53 de comunicador. Inn Memoriam.

“La lucha por una alternativa al capitalismo, por un mundo mejor, requiere entre otras cuestiones profundas, plantearse en términos científicos-técnicos la expansión masiva del pensamiento y el discurso contrahegemónico”. Con esa valentía que caracteriza a nuestro máxime dirigente gremial en el Continente, Juan Carlos Camaño presidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas, se expresó al intervenir en las Jornadas Internacionales de Telesur: “El derecho ciudadano a informar y estar informados”, realizadas en la ciudad de Caracas, República Bolivariana de Venezuela. Y completó, “en el más elemental entendimiento de que en la lucha de ideas es absolutamente indispensable penetrar las líneas maestras de la industria cultural de masas y de la industria del entretenimiento: centros vitales de la reproducción ideológica dominante a escala planetaria”.

Efectivamente, con la representación del gremio unificado de América Latina, Camaño estuvo presente en circunstancias especialmente históricas y de gran trascendencia para la lucha estratégica por la independencia definitiva de nuestros pueblos. De ahí lo inaceptable de las corrientes contrarias a la unidad periodística y al compromiso de los nacionalistas mandatarios que han llegado por el voto popular en la dinámica indoblegable de servicio en la lucha por un mundo mejor.

Al referirse a la comunidad de trabajo de Telesur, recalcó el hecho de compartir un encuentro que, por los temas en tratamiento, tiene una enorme importancia en la lucha por cambiar la correlación de fuerzas frente a los enemigos de nuestros pueblos. Este, según creemos, dijo, es un momento tan especial del proceso revolucionario bolivariano, que excede en largo el momento histórico de un solo país.

Tanto desde Venezuela como desde Cuba, resaltó, se está diciendo con fuerza al mundo entero que no se puede, ni se debe, continuar camino al abismo, tal cual lo propone el capitalismo, en su fase imperialista comandada por Estados Unidos. Todos estamos diciendo que no hemos estado, ni estaremos jamás, de brazos cruzados, mientras la humanidad y el planeta se desbarrancan hacia el vacío.

Y en un nuevo tiempo de lucha, que traza, muy especialmente, en América Latina y el Caribe, una nueva condición subjetiva para el debate de ideas, la aparición y desarrollo de Telesur significa un paso de gigante; primero, por su irrupción en la escena política y comunicacional y, luego, por su permanente convocatoria a extender las redes de un mensaje, de un discurso y de un pensamiento contrapuesto al mensaje dominante, al discurso hegemónico, al pensamiento único. Sostuvo el dirigente gremial.

Y destacó la sustancia del esfuerzo: se ha dado cuando buscábamos, unos más, otros menos, trascender nuestros propios límites a la hora de dar un salto de calidad en materia de información-comunicación, tras la larga y riquísima lucha planteada por la prensa alternativa, alterativa, por la prensa propia, en sus más variadas expresiones, al interior del movimiento popular, en los últimos cuarenta años, como mínimo.

La decisión de que Telesur ahora se abra a Europa y Asia, explica en términos estratégicos la idea de la Revolución Bolivariana, la idea de reconocer a la información-comunicación como parte esencial de la lucha ideológica, de la lucha política, de la lucha económica. Y no apenas como un complemento, como una cuestión instrumental.

Estamos de acuerdo con Camaño, cuando llama a impulsar progresivamente el avance hacia una nueva y mejorada correlación de fuerzas a favor de los explotados, marginados, excluidos. Es decir, a favor de tres cuartas partes de la humanidad, sirviéndonos de proyectos masivos de comunicación al servicio precisamente del interés social.


- Teodoro Rentería Arróyave es periodista y escritor mexicano, vicepresidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP.
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