El poder económico y el imperio contra atacan
- Opinión
Tú siempre estás alerta,
Aunque la grosería de los días te lastime
Victoria Tobar
El poder económico que controla los grandes medios de información, ante la demanda planteada por el Presidente Rafael Correa en contra del propietario del diario La Hora, por evidentes injurias calumniosas, ha cerrado filas en supuesta defensa de la “libertad de expresión”. Ante este hecho vale la pena demostrar cuales son los verdaderos objetivos y razones que les induce al furibundo contra ataque que desarrollan contra el Presidente Rafael Correa, cuanto más que en el contra ataque participan organizaciones internacionales, lo que denuncia la existencia de una evidente e innegable confabulación.
En lo interno, todos los editorialistas, especialmente de los diarios La Hora, Hoy, Comercio, Universo y Expreso, pretenden defender la “libertad de expresión” desde, según ellos, una posición objetiva, desprovista de intereses ocultos. Sin embargo, la realidad objetiva los desmiente, al evidenciar que los propietarios de esos medios mantienen intereses económicos compartidos, por lo que la neutralidad que esgrimen es absolutamente falsa. Ejemplificando, el acusado Francisco Vivanco de la Hora mantiene vínculos económicos directos, a nivel de los grandes medios de información, con los Isaías, los Eljuri, los Martínez y con los Pérez [1] , lo que explica el por qué los editorialistas de esos medios se solidarizan con Francisco Vivanco.
El contra ataque, por cierto, no se explica solamente por la relación económica, sino y lo que es más importante, por un gran poder que defender: el control ideológico que han venido ejerciendo sobre la opinión pública, sin que nadie hasta hoy les objete. La posición asumida por el Presidente Correa, entonces, no debe tomarse como un hecho puramente jurídico, sino como una acción política de especial importancia, puesto que cuestiona el poder de manipulación ideológica, uno de los pilares fundamentales para el mantenimiento del statu quo. La lucha, la confrontación que se desarrolla, es parte, entonces, del conflicto que se sucede actualmente en el país entre el poder económico dominante y las fuerzas que pretenden transformar la actual e insostenible situación de absoluta desigualdad imperante.
Pero los vínculos que niegan la falsa neutralidad también se extienden al campo de lo ideológico y político. Valga recordar que varios miembros de la familia Vivanco , al igual que Benjamín Rosales, editorialista del diario El Comercio quien arremete duramente contra el Presidente Correa [2] , siempre mantuvieron vínculos estrechos con la Democracia Cristiana , principal fuerza para la institucionalización de la economía social de mercado, esto es el modelo neoliberal en la Constitución de 1998. Lo demuestran tanto los aportes para la campaña de Jamil Mahuad: Benjamín Rosales aportó con la suma de quinientos veinte y nueve ($ 529’000.000) millones de sucres, en tanto que los Vivanco aportaron con ciento diez millones novecientos mil sucres ($110’900.000) [3] , como su participación directa en ese gobierno. En consecuencia, la embestida no tiene solamente razones económicas, constituye una abierta defensa del modelo neoliberal, de la cuestionada Constitución de 1998 y del statu quo.
Desde el exterior, el secretario general de Reporteros Sin Fronteras (RSF) Robert Ménard, se permite remitir una carta abierta al Presidente Rafael Correa -cuyo principal contenido fue difundido por todos los grandes medios de información-, en la que expresa estar “muy preocupado” por el procedimiento judicial por “desacato” que Correa emprendió contra el director del diario La Hora, Francisco Vivanco. Igualmente, Ménard lamenta que “un delito, que corresponde a otros tiempos, pueda condenarse con pena de cárcel”. Ménard igualmente traslada a Correa su “preocupación” por unas declaraciones suyas en las que supuestamente tildó a la prensa de “corrupta y mediocre”. Todo ello, por cierto, aduciendo una aparente neutralidad, que se demuestra como falsa cuando se reconoce que RSF es financiada por la Fundación Nacional por la Democracia (National Endowment for Democracy - NED [4] ), organización que depende del Departamento de Estado norteamericano, cuyo papel principal es promover la agenda de la Casa Blanca por todo el mundo, como lo reconoció el propio Ménard, cuando, en forma cínica, reconoció: “Efectivamente, recibimos dinero de la NED. Y ello no nos plantea ningún problema” [5] .
Ménard y los medios igualmente ocultaron que las actividades de RSF también reciben recursos de la FNAC, la CFAO, Hewlett Packard, la Fundación de Francia, la Fundación Hachette , la Fundación EDF , la Caja de Depósitos y Consignaciones, del Open Society Institute, la Fundación Real Network , de Sanofi-Synthelabo (ahora Sanofi-Aventis), de Ediciones Atlas, del Color Club, de Globenet y la Cadena Ser. Información que confirma que RSF depende financieramente tanto de la NED norteamericana como del gobierno francés. Dependencia que vuelve irrebatible la afirmación de Salim Lamrani, cuando asevera que: “’La defensa de la libertad de prensa’ sólo es una fachada. Reporteros Sin Fronteras está al servicio de los gobiernos y de los poderosos intereses económicos y financieros. Es la razón por la cual la principal amenaza para la libertad de prensa que constituye la concentración de los medios de información nunca ha sido denunciada por la organización del señor Ménard. Es la razón por la cual RSF , entre otros, nunca se ha interesado en la suerte del señor Mumia Abu-Jamal, periodista norteamericano encarcelado desde hace más de 20 años por sus escritos y sus posiciones políticas. Desafortunadamente, la colusión entre el señor Ménard, la gran prensa y el capital financiero impide que los ciudadanos descubran los verdaderos objetivos que se ocultan tras una cortina de niebla asociativa y humanitaria”.
Todo lo antes expresado, al mismo tiempo que confirma que existe una confabulación de las fuerzas dominantes internas y del imperialismo en marcha, nos permite extraer una lección: debemos relegar las contradicciones secundarias que separan a las fuerzas de izquierda y progresistas, y poner en primer plano la contradicción con el poder económico y mediático interno, y contra el imperio. Reconocer que llegó la hora de cerrar filas a favor del proyecto de transformación, de luchar denodadamente por defenderlo en todos los campos, es de especial importancia. Si no somos capaces de entender y actuar en esa senda, de desprendernos de nuestras pequeñeces, la oportunidad histórica que ha conformado el pueblo ecuatoriano podría neutralizarse, lo que acabaría con la firma esperanza y militancia activa asumida por el pueblo ecuatoriano. Seamos dignos del momento histórico de la Patria. Conformemos una gran unidad que nos permita combatir con éxito contra los enemigos internos y externos que se oponen a la transformación nacional.
Quito 22 de mayo del 2007.
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