Santo Domingo

Una semana antes de que la Junta Central Electoral (JCE) desatara un escándalo en torno a su nacionalidad, ya Sonia Pierre adivinaba las tempestades que se avecinaban sobre su vida. Durante una entrevista que se llevó a cabo la mañana del viernes 23 de marzo, la activista dominicana de ascendencia haitiana se definía como una auténtica "Villa-Altagraciana" y advertía sobre sus intenciones de declararse "apátrida" y "perseguida política", si alguna vez el Estado le arrebataba el derecho a ser dominicana.

- ¿Cómo se ha sentido con los cuestionamientos a su nacionalidad formulados por el embajador Radhamés Batista, presidente del Consejo Nacional de Fronteras?

Viniendo de un órgano del Gobierno no me sorprenden. Porque hay unas acciones orquestadas por el Gobierno, así como por personas ligadas al Gobierno y por el sector llamado nacionalista. Nosotros nos hemos dado cuenta que han estado entrevistando a ex empleado de Movimiento de Mujeres Domínico-haitianas (MUDHA), a personas que algún momento han colaborado con la institución para preguntarle sobre la parte administrativa, sobre el funcionamiento interno de la institución.

- ¿El Gobierno cuestiona la transparencia de MUDHA?

No sólo la transparencia. Se trata de personas ligadas al Gobierno que han citado a varias personas que fueron empleadas de MUDHA. Incluso, hemos escuchado los diálogos que han sostenido durante las reuniones. A nosotras no nos preocupa lo que se pueda investigar en la parte administrativa y económica de MUDHA porque MUDHA tiene todas sus cuentas en República Dominicana. MUDHA no tiene cuentas en el exterior. Todos los recursos que llegan a MUDHA pasan por el Banco Central, son fiscalizados. Nosotros cumplimos con lo que se nos ha impuesto. Cumplimos con los pagos al fisco dominicano aunque somos una institución que lo que brindamos es servicios, porque eso es lo que hacemos las ONGs: Hacemos el trabajo que el Gobierno no hace, no quiere hacer o deja de hacer.

- ¿MUDHA recibe fondos públicos del Estado?

No hemos recibido fondos directos del Estado. Sí hemos trabajo con algunos organismos del Estado. Por ejemplo, nosotros estuvimos trabajando con la Red de Inmigrantes a través de COPRESIDA. Estuvimos trabajando en una combinación con Pro-batey y SIDA.

- ¿Ya se recuperó de las operaciones al corazón que se le practicaron en Estados Unidos?

Estoy recuperada, aunque vine antes de tiempo. Primero estuve en Huston, donde  me operaron. La operación fue cubierta por un miembro del JFK, del Comité de Derechos Humanos, a quien le agradezco mucho porque fue una operación muy costosa. Estuve en cuidados intensivos por 17 días y un mes en el hospital. De ahí me trasladé a Virginia para mi recuperación y estando en Virginia tuvieron que hospitalizarme de nuevo porque comencé a sentirme mal con una gripe. Era muy peligroso porque me repusieron más de una válvula y estoy funcionando con marcapasos. Tuve una recaída y fue doloroso porque en medio de esa recaída en la que tuve cuatro o cinco días en el hospital de Virginia recibo la noticia, que ya había pasado, pero que para  mí era nueva, de que este señor del Consejo Nacional de Fronteras no sólo cuestionaba mi identidad, sino que además cuestionaba el premio otorgado a mí y a mi institución que hemos venido trabajado durante más de 25 años. También fue doloroso porque cuando pude entrar a internet y revisar los periódicos empecé a ver las informaciones donde el DNI (la Dirección Nacional de Inteligencia) decía que había hecho una investigación y había determinado que había bandas, redes de delincuentes, narcotraficantes, asesinos, tanto en Estados Unidos como en República Dominicana, que estaban suplantando documentos de personas dominicanas, incluyendo haitianos nacidos en Haití y ahí mencionan a mi hijo mayor que ahora acaba de cumplir 19 años. Mencionaban a Charlesmane Ernesto, que es mi hijo, y si fue una investigación del DNI, el DNI sabe que Charlesmane Ernesto, a quien lamamos Carlos, es mi hijo.

- ¿El DNI dice que su hijo suplantó su identidad?

Se trata de su cédula reciente, porque mi hijo recientemente cumplió la mayoría de edad y le sacamos su cédula.

- También hubo informaciones desde la JCE que daban cuenta de que MUDHA y Sonia Pierre habían suplantado identidades.

Sonia Pierre, no MUDHA. Esta información me hizo regresar. Aún en estado convaleciente, aún cuando el doctor no quería darme de alta. Y yo le dije que era un acto cobarde de parte del Estado atacar a mis hijos estando yo fuera del país y en el proceso en que me encontraba. Claro, yo no esperaba menos del Estado y de este señor que está en el Consejo Nacional de Fronteras. Yo considero que un funcionario que trabaja con la frontera debe ser una persona equilibrada, aunque eso no le impida cumplir con sus funciones nacionalistas, pero estas mismas funciones nacionalistas deben llevarlo a que tenga un punto de equilibrio al hacer sus declaraciones. No debe dejar salir su xenofobia y su racismo hacia la población haitiana y hacia personas de la comunidad dominicana de origen haitiano en República Dominicana, y en este caso me refiero a mí y a tantas otras personas que él mencionó en sus declaraciones.

- ¿Usted nunca ha negado su ascendencia haitiana?

Yo nunca lo he negado eso y todo el mundo lo sabe. Sabe que mi nombre es Solage, que no es Solain. Ahora, en la Oficialía Civil, como en los casos de todos los hijos de inmigrantes haitianos, escribieron mi nombre y el apellido mal. Porque todo el mundo sabe que mi apellido no se pronuncia Pié, eso es despectivo. Todo el mundo sabes que es un despectivo del apellido Pierre. El apellido Pié no existe, es un estigma despectivo hacia la comunidad haitiana o dominicana de origen haitiana.

- ¿Cómo le declararon en la Oficialía Civil?

Solain Pié. Y cuando se quiere identificar a una persona como haitiano inmediatamente le ponen el apellido Pié. No se si viste el absurdo del DNI, ahí todo el mundo era Pié, por favor… todo el mundo. La familia Pié entera se mudó de Haití je, je, je... Pero sabemos que mucha gente de la comunidad dominicana de ascendencia haitiana que no quieren dar su apellido dicen: "yo me llamó fulano Pié". Es como el nombre de de Juan Pérez.

- ¿Dónde nació?

Nací en la maternidad de Villa Altagracia que ahora es el Palacio Municipal, en el año 1963. Soy Villaltagraciana. Me crié en el Batey Lechería. Ahí viví toda mi vida con excepción de algunas salidas que hice fuera del país, sobre todo para fines de estudios. Pero viví ahí hasta los 24 años que me casé.

- ¿Cuándo vinieron sus padres desde Haití?

Mi madre, María del Carmen Pierre, vino en el año 1951. Viene del sur profundo de Haití, de Kay Jacmel, una localidad de Jacmel. Mi madre nació en el año 1927. Mi padre, Andrés Confident, murió cuando yo tenía un año y seis meses. Mi padre, vino de un lugar llamado Maringot.

- ¿Cómo llega su madre al país?

Vino buscando a su primer compañero, a su esposo, que había emigrado a República Dominicana. Entonces, ella se encuentra con mi padre en la frontera y entra como su acompañante, porque no podía entrar sola como emigrante.

- ¿Su madre no tenía hijos anteriores?

Sí, en Haití se quedaron dos, una hembra y un varón. Se quedaron con sus abuelos. La hembra murió meses después de que salió mi madre. Era la más pequeña. El varón está vivo, de modo que mi hermano mayor está en Haití.

- ¿Cuántos hijos tuvo su madre aquí?

Doce  hijos en Villa Altagracia. Hay otras de mis hermanas que trabajan con la comunidad. Pero sólo yo salí. Yo fui el dolor de cabeza de mi mamá, porque era la "María machito". Siempre, porque tenemos el río de Villa Altagracia cerca y yo siempre me bañaba donde se bañaban los varones y tiraba "pancá" como los varones. Me acuerdo que una vez me metí en tremendo lío porque le di una patada al hijo del Superintendente del Ingenio, que era el máximo jefe del Batey. Mi mamá decía: "Esta es la María machito, pues a esta muchacha no le gusta fregar, no le gusta estar en la casa"...

La verdad es que me gustaba irme a una loma que hay detrás, cerca de mi batey, que se llama "Come hombres", porque ahí encontraron muchas osamentas debido a que cuando la dictadura de Trujillo (1930-1961) ahí mataban a muchas personas y dejaban las osamentas. De niña, yo y mi hermano que me sigue en edad, siempre íbamos a esa loma porque ahí hay muchas lagunas y ríos con peces, camarones que nosotros pescábamos.

- ¿Cómo se convierte en activista de Derechos Humanos?

La gente dice que empecé desde los 13 años, cuando serví de intérprete en una huelga de los obreros del ingenio Catarey, de Villa Altagracia. Los trabajadores hicieron la huelga porque les pagaban muy poco y vivían hacinados en sus habitaciones de los barracones. Yo le decía que debían mandar a una persona a los otros bateyes para decirles a los trabajadores que paren de cortar caña porque sí ellos cortan, entonces no estaban en nada. Ahí empiezan mis inquietudes, empieza a despertar mi interés por trabajar el tema de los Derechos Humanos. Pero, el jefe de la guarda campestre del ingenio me detuvo y me amenazaron de deportarme hacia Haití. Mi mamá, desesperada la pobre, me fue a buscar a donde un teniente de la Policía, al que llamaban Colón, él me dejó ir con mi mamá, pero le dijo que tuviera control sobre mí, porque me estaba metiendo en problemas. Ella me ofreció que me iba a dar una paliza que habría que curarme con agua y sal. Pero, cuando íbamos por el camino, aunque me estaba reclamando, llevaba una sonrisa que me dejó dicho que me estaba apoyando. De ahí entonces empieza mi interés por la situación de injusticia, y precisamente la injusticia se estaba dando con un grupo específico que era con el que yo estaba identificada, con inmigrantes. Aquella vez yo no sentía  la situación tan fuerte de la falta de documentos. Todavía en ese tiempo, cuando nacía un hijo, era obligatorio ir a una Oficialía Civil a declararlo. El Alcalde Pedáneo era el primero que cuando nacía un hijo hacía que sus padres fueran a declararlo. Entonces, tus parientes iban, sin documentos, sólo con el carnet que le daba el Consejo Estatal del Azúcar (CEA), que en ese tiempo le llamaban comprobante. Así me declaran a mi, en ese caso no mi papá, sino mi padrino Ramón Jean, porque mi papá había muerto.

- ¿Ya usted estaba grandecita?

Sí, claro, yo tenía un año y algo. Mi papá murió en el 1964. Mi padrino me declaró estando mi papá grave, porque mi papá hizo una gravedad muy larga.

- ¿Usted fue a la a la universidad a estudiar una carrera?

Estuve en Cuba estudiando Trabajo Social durante casi cuatro años, a partir de 1981, aunque no terminé la Licenciatura. Hice un nivel técnico y tuve que regresar al país. Yo me fui con una beca. Mi mamá poco se enteraba de mis actividades. Ella sabía que yo salí, que me había ido para Cuba, pero no sabía de mis actividades. Porque fui activista, militante.

- ¿Su batey cambió totalmente cuando el ex presidente Hipólito Mejía trató de complacer a un estudiante meritorio y cambió algunos barracones por pequeñas casas de concreto?

Cambió la faz del batey. Pero igual que todos los bateyes, la condición de pobreza continúa. Porque la gente no tiene trabajo, aunque tienen una casita mejor. En términos ambiental ha mejorado muchísimo porque tienen un baño dentro de la casa. La salud ha avanzado y la recreación también porque tenemos un parque infantil y un play de béisbol, donde contamos con cuatro prospectos peloteros que están saliendo de allí y que son dominicanos.

¿Usted sigue residiendo en el batey?

La casa de la mamá sigue siendo siempre la residencia. Ella no fue favorecida por el proyecto del gobierno de Hipólito Mejía, porque ya sus hijos le habíamos hecho una casa.

- ¿Cuál es su respuesta a la gente que quiere regatearle su nacionalidad dominicana?

Soy dominicana si ser dominicana es lo que dice la ley. Nací aquí y por el jus solis, tengo derecho al suelo. Eso en cuanto a lo legal, pero también en lo social y lo cultural, soy dominicana. El español es mi primera lengua, aunque el Creole es mi lengua materna. Cuando me comunico en Creole, en Haití y en otros lugares, me dicen: "tú no eres haitiana, tú no habla el Creole, tú machaca el Creole o habla un Creoñol". Entonces, creo que, culturalmente, soy dominicana.

- ¿Le produce dolor que quieran arrebatarle ese derecho?

Sí, como a todo el mundo. Me produce dolor. Y me produce mucho más dolor, porque estoy convencida de que lo que estoy haciendo no está mal. Yo me siento una buena dominicana y me siento una buena patriota. Porque, ¡habría que ver cuánto darían los patriotas por esta patria! Porque, para mí ser dominicana no es empezar a creer que mi dominicanidad puede estar por encima de la vida de cualquier ser humano. Ni ignorar los derechos que pueda tener un ser humano. Para mí la patria es que todos podamos vivir en ellas, que nuestros derechos ciudadanos sean cumplidos. Eso para mí también es hacer patria. Que yo no me vea en la necesidad de abandonar este país, al cual yo puedo dar mi fuerza de trabajo, para irme a darla a Nueva York o a Puerto Rico por no poder vivir aquí.

A mi me gustaría tener un país donde yo pueda quedarme y todo lo que yo vaya a dar en término de conocimientos, de esfuerzos, de trabajo, lo de aquí. Que  el Estado y los que me gobiernan me garanticen eso. Eso también es ser dominicano, que usted no expulse a sus hijos hacia otras playas. Y eso no quiere decir que la gente no emigre, la gente siempre ha emigrado, pero a veces son expulsiones económicas. Claro que me duele. Y me duele muchísimo más cuando pasan cosas como las que ocurrieron en el parque Independencia.

- ¿Quiénes quitaron el nombre y su biografía de la exposición de mujeres dominicanas del parque Independencia?

No sé cómo pasó. Alguien lo quitó. No sé cuándo. Un equipo que estaba aquí en MUDHA en un evento que estábamos coordinando de misión agrícola de Estados Unidos, con la participación de invitados de países de Latinoamericanos, fue a ver la exposición y se sentía feliz de que yo estuviera entre las cien dominicanas meritorias. Pero, cuál fue la sorpresa cuando no encontraron mi biografía. Una persona no podía arrancar la foto y la biografía porque tenían tornillos y uno observa policías estaban vigilando. Me duele, me duele por este trabajo que no es fácil. Si yo defiendo los derechos es porque alguien los viola. Parece que no está mal defender los derechos humanos en este país. Parece que lo que está mal es defender los Derechos Humanos de la comunidad Dominíco-haitiana. Defender los Derechos Humanos de un grupo nacido en este país, que según las leyes dominicanas son dominicanos. Parece que eso es lo que esta mal. Parece que estas personas no fueran humanas. O nosotros porque yo formo parte de esta comunidad. Me duele cuando mis hijos tienen que ver esto, porque ellos saben que este es un trabajo de valores.

- ¿En qué época se funda el MUDHA?

Antes de yo irme a Cuba. Participé en su fundación que estuvo a cargo de un grupo de mujeres, entre ellas de Leona Sorey, esposa del ex diputado Fernando de la Rosa. Ella venía de un movimiento feminista de Francia. También participaron  Clarencia Belliard, Liliana Dolly y Carmita Vásquez. Aquella vez nos hicimos llamar "Mujeres Dominíco-haitianas Adelante". Leona Sorey era como una especie de asesora y empezamos un proceso de formación con las mujeres del CIPAF (Centro de Integración Para la Acción Femenina).

- ¿La lucha del MUDHA en esos momentos era de carácter feminista?

No sólo desde el punto de vista feminista, sino también de hacer visible en la comunidad a la mujer migrante haitiana, porque siempre que se hablaba del bracero haitiano y había una condición con estas mujeres que ellas no eran sujetas de derechos. Sólo existían a través del dossier del hombre.

- ¿Esa realidad ha cambiado?

No tanto, pero sí se ha visibilizado la situación de la mujer migrante haitiana. No es la simple acompañante, ya esta mujer puede inmigrar sola. Y las mujeres haitianas y  dominico-haitianas son en su mayoría jefas de familia. En el caso de las dominíco-haitianas nuestra situación difícil era que alcanzáramos niveles de estudios iguales a los del hombre domínico-haitiano. Hasta hace poco eran más los hombres que seguían terminando sus estudios secundarios, por muchísimas razones, y la principal era el trayecto que había que recorrer desde el batey al pueblo más cercano, el riesgo que corría la hembra porque podía ser atacada en el camino. Siempre las madres tenían mucho cuidado de no dejar las hembras salir del patio del batey.

- ¿La postura de ustedes frente al Estado es que reconozca el estatus de los dominicanos de origen haitianos?

Que Cumpla y mejorares nuestras leyes.

- ¿Qué opina Sonia Pierre de la sentencia de la Suprema Corte de Justicia que, si tuviera carácter retroactivo, la declararía ilegal?

Si fuera así dejaría en situación de apátrida a miles de hijos de inmigrantes. No sé cuál es la interpretación que se hace de la Constitución, pero para mí la Constitución es clara. Si esta sentencia se aplicara de manera retroactiva, yo me declararía apátrida, porque yo no soy haitiana.

- ¿No tiene vínculos con Haití?

Vínculos sanguíneos sí, pero sociales no los tengo. Aunque por el trabajo que estoy haciendo coordino actividades allá como al igual que lo hago con otros países, como Estados Unidos, en todos Centroamérica y Sur América, a través de redes a la cual nosotros pertenecemos. Pero no tengo lazos emocionales con Haití, definitivamente. Es decir, cuando digo emocionales no sé si me entienden. Nací aquí, me críe aquí. Tengo una conducta, muy diferente en términos culturales de cómo me veo y cómo me siento. Al igual que yo, miles de dominicanos de ascendencia haitiana, están en esa situación y yo especialmente si fuera retroactiva la sentencia de la Corte me declararía, no sólo apátrida, sino una perseguida política por el trabajo que estoy haciendo.

- ¿Sabe usted que existen personas que le odian?

Sí, yo sé que hay gente que entiende que el trabajo que hago, en alguna forma, amenaza sus intereses. Para nadie es un secreto que esta gente, incluyendo altos funcionarios, utilizan la mano de obra haitiana. La han utilizado siempre cuando fueron funcionarios del CEA o inversionistas de ingenios. Siguen utilizando esa mano de obra que ahora le sirve para declararse los máximo en nacionalistas del país.

- Cuestiona postura del canciller Morales Troncoso

La activista de Derechos Humanos, Sonia Pierre, cuestiona el papel que desempeña el canciller Carlos Morales Troncoso. Recuerda que el funcionario, que mantiene una postura de cuestionamientos a las entidades que luchan por los Derechos Humanos de los haitianos, se benefició de esa inmigración ilegal en su calidad de empresario del azúcar.

Por esa razón, Pierre considera que el Gobierno "debería tener mucho cuidado al nombrar a sus funcionarios".

Cuando el 17 de noviembre del año pasado, la Fundación Kennedy, con sede en Washington, Estados Unidos, otorgó a Pierrer el Premio de Derechos Humanos del Memorial Robert F. Kennedy de 2006, el canciller Morales Troncoso levantó su voz de protesta.

"Temo que, lamentablemente, el Premio Robert F. Kennedy está divorciado de la realidad sobre la isla La Hispaniola, y lamentablemente hubo mala información sobre las consecuencias del trabajo de la señora Pierre por estos lados", sostuvo Morales Troncoso. "Estoy horrorizado porque el Premio Robert F. Kennedy fuera tan mal asesorado en su política y tan miope en su premiación", dijo el funcionario.

Cuando la Fundación Robert. F. Kennedy, otorgó a Pierre el Premio de Derechos Humanos, en la ceremonia estuvieron presentes el embajador dominicano en Estados Unidos, Flavio Darío Espinal, y el representante ante la OEA, Roberto Álvarez.

Recientemente, los departamentos de Seguridad e Inspectoría de la JCE recomendaron al Pleno del tribunal anular el acta de nacimiento de Pierre, bajo el alegato de que sus padres haitianos falsificaron documentos para inscribirla en el Registro Civil. Sin embargo, ya el presidente de la JCE, Julio César Castaños Guzmán, advirtió que venció el tiempo para ejercer acciones legales contra la activista de Derechos Humanos.

- "Sonia" fue un legado de su profesora

Sonia Pierre quiere dejar constancia de algo: "Quiero aclarar que en ningún momento, a pesar se que mi nombre es Solange Pierre, yo he firmado un documento con ese nombre". "En todos mis documentos oficiales -prosigue- he tenido que firmar como Solain Pié, aunque no me gusta ese nombre porque no es el que me ha dado mi mamá. He dicho siempre que este nombre de Sonia se me `pega`, porque una profesora, Estela Rodríguez, a quien admiro mucho, tomó la decisión de llamarme Sonia, alegando que se le hacía difícil llamarme Solain".

De hecho, su tarjeta de presentación personal aparece a nombre Solange Pierre, directora ejecutiva del MUDHA. El movimiento se fundó a principios de la década de 1980, antes de que Pierre se fuera a estudiar Cuba. Cuenta que en la fundación participaron mujeres como Leona Sorey, Clarencia Belliard, y Carmita Vásquez. "Aquella vez nos hicimos llamar `Mujeres Dominíco-haitianas Adelante`".

Cuenta que, en sus inicios, MUDHA empezó un proceso de formación de sus integrantes con la cooperación del Centro de Integración Para la Acción Femenina (CIPAF). Pero más allá de la lucha feminista MUDHA buscaba "hacer visible en la comunidad a la mujer migrante haitiana, porque siempre que se hablaba del bracero haitiano y había una condición con estas mujeres que ellas no eran sujetas de derechos. Sólo existían a través del dossier del hombre".